Begoña Gómez presiona a Sánchez para que destituya a Óscar López y Hernando por «no defenderla»
Cuando les rehabilitó en 2021, Sánchez reconoció a un colaborador suyo que "lo difícil será hacérselo entender a Begoña"
Begoña Gómez, esposa del presidente Pedro Sánchez, no quiere que Óscar López ni Antonio Hernando sigan un día más en el Palacio de La Moncloa gestionando el gabinete de su marido. Gómez, con una gran influencia sobre Sánchez -él mismo ha reconocido que le consulta las grandes decisiones-, está presionando al jefe del Ejecutivo para que cese a sus dos principales colaboradores por «no defenderla» del señalamiento por sus supuestos negocios.
La actitud del jefe de gabinete y su adjunto con todo lo que rodea a Gómez respecto a las acusaciones de corrupción, «poniéndose de perfil y dejando solo a Sánchez» en las decisiones que ha ido tomando, son «la gota que ha colmado el vaso» de la paciencia de la esposa del presidente. «Ya ni se habla con ellos», afirma una fuente conocedora del funcionamiento del día a día del Palacio de La Moncloa. La presencia de ambos en el equipo más cercano a Sánchez genera fricciones en la pareja.
Tanto Óscar López como Antonio Hernando, según relatan esas mismas fuentes, «han estado y están más pendientes de su futuro y de promocionar a Pilar Alegría» que «de trabajar» para su jefe. Algo que ha causado un profundo malestar en el domicilio presidencial. Al presidente tampoco le han gustado los movimientos de sus dos principales colaboradores a lo largo de las últimas semanas. Sobre todo, en lo relativo con Alegría.
Sánchez, según cuentan las mismas fuentes, parece dispuesto a satisfacer la demanda de Begoña Gómez. Aunque no será hasta que se produzca la remodelación del Gobierno obligada por la salida de Teresa Ribera. La vicepresidenta tercera abandonará el gabinete ministerial para marcharse a Europa. Entonces, explican, el presidente estaría dispuesto a prescindir de López y Hernando, sacándoles de Moncloa.
En esta operación, explican las mismas fuentes, saldría reforzada la jefa de gabinete del primero, Pilar Sánchez Acera, amiga personal de Begoña Gómez. La ex diputada madrileña podría ascender y ocupar el cargo que ocupa en la actualidad su jefe.
Una persona que conoce bien al secretario general del PSOE asegura que López y Hernando «han caído en el error de promocionar a otras personas» en contra del presidente. Algo que Sánchez no perdona. Ya en 2021 y 2022 eso fue motivo de ceses fulgurantes como los de Iván Redondo, Carmen Calvo, José Luis Ábalos o Adriana Lastra. Los responsables del gabinete presidencial, según distintas fuentes, «apuestan abiertamente por Pilar Alegría para la sucesión». Y lo hacen «sin disimularlo».
Sánchez les rehabilitó en 2021
La relación entre Begoña Gómez y los dos colaboradores más cercanos de Sánchez, su jefe de gabinete y el adjunto, es «muy mala» desde hace más de ocho años. Desde que ambos, según ha expresado ella misma en círculos reducidos, «le dieron la patada» al entonces secretario general del PSOE apoyando a otros candidatos en las primarias del partido.
López, ahora mano derecha de Pedro Sánchez, era el portavoz en el Senado. Hernando era el portavoz en el Congreso cuando los socialistas se abstuvieron para investir a Mariano Rajoy, tras la dimisión del ahora presidente. Ambos, en las primarias tras la defenestración del secretario general en el famoso Comité Federal del 1 de octubre de 2016, apoyaron a sus rivales Patxi López y Susana Díaz.
Tanto Óscar López como Antonio Hernando, hasta ese momento, eran amigos personales e íntimos de Sánchez desde su juventud. Por eso, tras su llegada a la planta cuarta de Ferraz, siguió confiando en ellos y los promocionó. Tal era la relación con ellos que cuando Begoña Gómez les conoció, hace más de dos décadas, Pedro Sánchez y Óscar López compartían piso en Bruselas cuando los dos estaban trabajando en el Parlamento Europeo.
Antonio Hernando, el tercero del clan de Pepe Blanco, como se les conocía por su cercanía al entonces secretario de Organización y ex ministro de Fomento, llegó a pedir a Pedro Sánchez que fuera el padrino de su hijo, que nació poco antes de que el portavoz en el Congreso pasara de defender el ‘no es no’ a la abstención a Rajoy y posteriormente se uniera al equipo de Susana Díaz en las primarias contra Sánchez. Sánchez lo fulminó, lo apartó de su vida y Hernando tuvo que buscar nuevo padrino para su hijo.