'Caso Begoña Gómez'

Barrabés declara al juez que estuvo dos veces en Moncloa reunido con Sánchez y Begoña Gómez

El socio de Begoña Gómez ha evitado cargar directamente contra Begoña Gómez y ha respondido con muchas evasivas

Carlos Barrabés ha desvelado seis reuniones con Begoña Gómez y dos con ella y Pedro Sánchez

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El socio de Begoña Gómez, Carlos Barrabés, ha declarado este lunes al juez Juan Carlos Peinado que se reunió en al menos dos ocasiones en el Palacio de La Moncloa con Pedro Sánchez y Begoña Gómez. En el marco de las diligencias de investigación contra la esposa del presidente del Gobierno, el responsable de la empresa Innova Next SL ha acudido como testigo a Plaza Castilla. Ha respondido con evasivas a muchas de las preguntas si bien ha evitado cargar directamente contra Begoña Gómez y ha optado por protegerse a sí mismo, según las acusaciones populares presentes en la declaración.

Las acusaciones ahora estudiarán la posibilidad de solicitar la imputación de Barrabés. Han destacado que para algunas cuestiones estaba lucido y muy consciente, pero para unas cosas ya no recordaba. Peinado le ha hecho varias preguntas al inicio para comprobar que estaba en plenas capacidades a pesar de haber salido de un ingreso hospitalario reciente. Por ejemplo, sobre las reuniones con Sánchez y Begoña Gómez se ha limitado a decir que las impulsó la esposa del presidente con el objetivo de hablar de temas de innovación sin aportar más detalles. No recuerda con claridad en qué fechas se producen esos encuentros más allá de que fue después de la pandemia, pero sí que en uno Sánchez se tuvo que ausentar de forma repentina por tener que atender una llamada telefónica urgente. En alguno de los encuentros estuvo Manuel de la Rocha y en otros, una tercera persona, un estilista relacionado con el mundo de la moda.

Carlos Barrabés ha informado de que tuvo en total seis reuniones con Begoña Gómez en el palacio presidencial presumiblemente para hablar de sus negocios en temas de innovación y Agenda 2030 así como sus planes académicos. No ha querido aclarar cómo se fraguaron las cartas de recomendación de Begoña Gómez a favor del conglomerado empresarial de Barrabés en concursos de contratos del Gobierno de España. No recuerda exactamente esas manifestaciones de interés, pero indica que la práctica normal es que se envíen a las instituciones para que las firmen si lo consideran a bien.

Por otro lado, sobre su relación con la Universidad Complutense de Madrid, Barrabés ha vuelto a optar por la opacidad. Primero ha dicho que no recordaba si cobraba del centro. Posteriormente ha reconocido que sí recibía rendimientos económicos. No ha querido aclarar a fondo su implicación en los másteres y en la cátedra de la controversia. De la cátedra ha explicitado que no sabía nada, ni por vía directa, ni por leer la prensa.

Por parte de Vox, su responsable jurídica, Marta Casto ha expuesto que «hay indicios muy sólidos de la comisión de los delitos que se investigan, tráfico de influencias y corrupción en los negocios». «Estudiaremos la estructura de las empresas de Barrabés para pedir el cambio de testigos a imputados», ha agregado. El partido de Santiago Abascal sostiene que «cabe preguntarse hasta donde llega el conocimiento de Pedro Sánchez de la actividad de su esposa», además remarcan que «el impulso personal de Begoña Gómez para impulsar la cátedra en la Universidad Complutense de Madrid ha quedado acreditado».

Ni el ex ministro socialista Antonio Camacho ni Fiscalía han preguntado a Barrabés y a Luis Martín Bernardos, otro alto cargo de la consultora Innova Next citado este lunes como testigo. El juez ha permitido que, de nuevo, todas las acusaciones populares estén presentes en el interrogatorio, pero ha insistido en que sólo Vox podía tomar la palabra.

El juez tiene sobre la mesa al menos tres escritos sobre las actividades de la esposa de Pedro Sánchez: la denuncia transformada en querella de Manos Limpias, la querella de Hazte Oír y una tercera querella de Vox que, de momento, no se sabe si ha sido asignada a otro juzgado o precisamente al número 41.

En la denuncia que inició el caso, Manos Limpias, el sindicato dirigido por Miguel Bernad, acusaba a Gómez de actuar «prevaliéndose de su estatus personal» como esposa del presidente del Gobierno, recomendando o avalando a empresarios en licitaciones públicas. Uno de los empresarios beneficiados por estas recomendaciones sería Carlos Barrabés, quien habría recibido adjudicaciones públicas por valor de 10 millones de euros. La denuncia también afirmaba que Barrabés montó el Máster de Transformación Social Competitiva de Gómez y fue contratado como profesor asociado en su cátedra.

Además, se mencionaba que Víctor de Aldama, investigado por la Audiencia Nacional en el caso Koldo, era el contacto de Begoña Gómez en Globalia y ganó 6,67 millones antes de que se negociara el rescate de la compañía. Air Europa habría pactado pagar 40.000 euros al año al África Center de Gómez y el acuerdo con Globalia e Instituto de Empresa incluía 15.000 euros al año en vuelos de primera clase para Gómez y su equipo.

El 29 de mayo, mientras la Audiencia Provincial de Madrid avalaba la investigación del juez (aunque limitándola a los contratos públicos obtenidos por Carlos Barrabés), Hazte Oír presentó una nueva querella contra Gómez. Esa asociación le atribuye un presunto delito de tráfico de influencias, asegurando que «las empresas que han tenido relación con Gómez desde que Sánchez es presidente han mejorado su facturación, algunas hasta en un 4.000%».

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