Las asociaciones golpistas se lucran con parte del dinero logrado con el crowdfunding de los CDR

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La coordinadora de los CDR y nº 3 de Podemos Viladecans, Tamara Carrasco (Foto: EFE)
Carlos Cuesta

Las asociaciones golpistas se lucran con parte del dinero logrado con el crowdfunding de los CDR. El seguimiento realizado por la policía a estas organizaciones —entre las que se encuentran ANC y Òmnium— ha revelado que las asociaciones golpistas están haciendo caja a costa de exhibir los casos de los supuestos “oprimidos” por el ‘malvado’ Estado español.

El caso concreto detectado es el de Tamara Carrasco. Ella es la CDR que se enfrenta ahora a los gastos jurídicos propios de haber sido imputada por la Justicia dentro de la actuaciones contra el golpismo. La cifra que se habían comprometido a obtener para ella estas asociaciones era de 25.000 euros, según supo la Policía.

Pues bien, la campaña supera ya los 28.000 euros recaudados y, pese a ello, las asociaciones golpistas mantienen abierta la recaudación para lograr más fondos usando el nombre de Tamara Carrasco. Puesto que los gastos jurídicos son los presupuestados, el dinero sobrante no irá para ella, sino que se quedará en las asociaciones.

La historia de la recaudación en favor de la CDR Tamara Carrasco no ha podido ser más lamentable. En primer lugar, sirvió para desvelar que los cargos golpistas habían saqueado el crowdfunding separatista y habían dejado sin fondos a los CDR. La caja de resistencia recaudada entre los voluntarios separatistas —y que la Guardia Civil siempre ha sospechado que ha contado con más fondos que los puramente voluntarios y entregados a título individual— llegó a acercarse a los 6 millones de euros.

Pero las múltiples fianzas de los altos cargos como Carme Forcadell, o los gastos jurídicos de Joaquim Forn o Jordi Turull, o los gastos de desplazamiento de familiares como los de Oriol Junqueras para visitarle en la prisión de Estremera, habían terminado por secar los fondos. Por mucho que los pagos en negro de asociaciones separatistas hayan engordado el flujo de esta caja, tal y como sospecha la policía española.

Por eso, llegado el momento de pagar los mismos servicios a la CDR imputada, Tamara Carrasco, el dinero ya no existía o, lo que es más doloroso de explicar para los gestores de la caja —especialmente la Asamblea Nacional Catalana (ANC)—, se estaba reservando para los gastos que siguen originando los altos cargos golpistas en prisión, fugados, o imputados. Entre otros, su ex jefe Jordi Sànchez.

La información fue obtenida por la Policía de los chats internos en los que los comités de defensa de la república (CDR) —la kale borroka del separatismo— reflejaron su queja por esta situación y constataron que la versión oficial de los gestores de estos fondos era que si Carrasco quería tener acceso a esta ayuda “se debía realizar una campaña específica de recaudación para ella”. Si no, se quedaba sin apoyo financiero de la organización golpista.

Y así se hizo. Se creó una bolsa de recaudación extra. Tan extra, que ahora, los golpistas han pensado que qué bueno es recaudar a costa de los CDR.

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