OKDIARIO en una armería policial tras la tragedia de Andújar: «Hay intervenciones que exigen abatir»

Una bala pérdida puede ser el elemento artífice de un terrible desenlace. Desgraciadamente, esto es lo que ha ocurrido el pasado fin de semana en Andujar (Jaén) donde ha muerto un Policía Nacional tras recibir un tiro por parte de su compañero. Aunque se trata de un hecho puntual, no es la primera vez que los agentes necesitan apretar el gatillo para defenderse. Sin embargo, usar esta arma reglamentaria conlleva, en la mayoría de las ocasiones, sentarse en el banquillo para dar explicaciones sobre su uso. De este modo, OKDIARIO ha acudido a la armería Ekipol en la que su propietario, José Manuel Barranquero, nos ha explicado qué tipo de armas usan los agentes. «Hay intervenciones que exigen abatir», recalca Barranquero que forma habitualmente a profesionales en tiro policial.

El pasado domingo 11 de junio, un agente de 40 años de edad perdió la vida durante una intervención policial. Los hechos ocurrieron en Andújar (Jaén) mientras los policías trataban de mediar en una discusión vecinal. Según las primeras pesquisas, el agresor atacó al policía con un cuchillo y éste fue abatido a disparos por otro agente perdiendo la vida. «El agresor estaba muy cerca, de hecho, llegaron al suelo, ha habido un incidente irreparable que es la muerte y, cuando eso existe, creo personalmente que está justificada cualquier acción, hay que abatir al agresor para que no haya más bajas» recalca el experto en armas. Y así fue, lamentablemente el agente fue abatido.

Sin embargo, en casos extremos, los agentes necesitan usar las armas de fuego. Los policías nacionales cuentan con una pistola HK USP Compact de nueve milímetros que tiene 15 cartuchos en la recámara. «Es un arma muy fiable», explica José, el propietario de la armería que remarca la importancia de formarse en tiro policial. Actualmente, los agentes del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) reciben formación de tiro por parte del Ministerio del Interior pero hay algunos efectivos que deciden formarse también en empresas privadas como Ekipol cuyo propietario es el propio José.

Además, en su negocio, José también vende todo tipo de equipamiento policial entre el que se encuentra las demandadas pistolas Taser. «Estas armas sirven para inmovilizar y creo que para el ciudadano es un punto de seguridad más», explica José en una entrevista con OKDIARIO en la que asegura que estas pistolas les servirían a los agentes para sucesos como el de Andújar donde se podría haber inmovilizado al agresor con las mismas. Es importante reseñar que el Ministerio del Interior adquirió varias armas de esta marca y algunas de ellas permanecen en los cajones de la comisaría desprotegiendo, una vez más, a los agentes en el ejercicio de la labor policial.

Justicia

Apretar el gatillo no le sale gratis a los agentes. Muchos policías han sido llevados a juicio tras usar el arma también en caso de utilizarla en defensa propia. No obstante, tal y como ha desvelado OKDIARIO, entre los agentes se maneja una sentencia reciente del Tribunal Supremo, que absolvió a un hombre por homicidio y avaló el uso de un arma de fuego ante una amenaza con cuchillos. El Alto Tribunal absolvió el pasado mes de abril a un hombre condenado por homicidio por unos hechos que se remontan a marzo de 2020 en Alfacar (Granada). La propia sentencia absolutoria recoge que ambos individuos usaron sus armas con la intención de matar, pero entiende que en el caso del hombre juzgado por usar la pistola lo hizo «en legítima defensa». Esta decisión judicial da alas a los agentes que alguna vez durante su vida profesional han tenido que disparar al ver que su vida corría peligro.

Sin embargo, la sentencia de Alfacar llega tras numerosos procesos judiciales donde los agentes han tenido que sentarse en el banquillo tras detonar el arma reglamentaria. Este es el caso de tres policías nacionales que han sido juzgados por homicidio tras una intervención en la que perdió la vida un joven de 21 años. Su nombre era Kebyn Peralta y los hechos ocurrieron en el barrio madrileño de Vallecas. Según relata el abogado de los agentes, el chico se abalanzó sobre ellos provocando disparos de los policías en zonas no vitales. Sin embargo, el desenlace fue el fallecimiento del Kebyn y los agentes están siendo juzgados recibiendo el apoyo de las organizaciones sindicales de la Policía.