La alusión de Iglesias al terrorismo de Estado y la cal viva hace casi imposible un pacto con el PSOE

Pedro-play
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La primera votación deja al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, con el único apoyo de los diputados de Ciudadanos (130 votos), la abstención de la única diputada de Coalición Canaria, Ana Oramas, y el resto de la Cámara en contra. Este primer envite del líder socialista evidencia las diferencias crecientes entre PSOE y Podemos. Pablo Iglesias provocó la reacción de la bancada socialista, muy indignada, al hacer alusión al terrorismo de Estado vinculado a la figura de Felipe González.

No todos los diputados socialistas salieron contentos tras esta primera votación de investidura. «El resultado era el que esperábamos, ni más ni menos, pero con el discurso que ha dado Pablo Iglesias vemos imposible el acuerdo con Podemos. Sánchez no podía hacer otra cosa», señalan varios diputados del PSOE a su salida del salón de Plenos. Otros apuntaron que el propio Sánchez también dio pistas de su «inseguridad» cuando emplazó a algunos partidos a seguir negociando en el futuro.

«Iglesias se ha pasado de frenada con eso de la cal viva y señalar a Felipe González. Ha sido todo un vodevil», apunta otro socialista. «Nos ha sorprendido a algunos diputados que Sánchez fuera tan flojo y contenido en su respuesta. Le debería de haber dado más caña, sobre todo si queremos llegar a algo con ellos», ha continuado diciendo. A juicio de estos diputados, no habría estado de más exigir al líder de Podemos que retirara esas palabras, que son una «falsedad».

¿Y si hay nuevas elecciones? Algunos diputados asumen que es lo más factible que pase y entonces, «el tono tendrá que endurecerse. De perdidos al río», ha dicho una diputada socialista. Los suyos siguen criticando por los pasillos que ven a su líder «flojo, tanto en los discursos como en las réplicas», insisten. 

Entre los parlamentarios, salvo en la cúpula y los más cercanos a Sánchez, cunde la idea de que los «chavales de Podemos no tienen experiencia» y eso les ha pasado factura. «Menudo nivelón ha demostrado alguien que dice que quiere ser vicepresidente del Gobierno de España», señalan por los pasillos del Congreso. Por eso existe un sector que desconfía y aseguran que sería mejor no sumar con el partido morado. Por otro lado, los de Sánchez confían en que Compromís e Izquierda Unida «medien» entre las confluencias y con Pablo Iglesias y rebajen el nivel de exigencia para poder sentarse a la mesa. De hecho recalcan que Compromís casi firma el acuerdo enviado por Sánchez en el que, según los socialistas, «les pusimos en el documento todo lo que ellos nos pidieron en las dos reuniones a cuatro que tuvimos». Destacan que el único problema que tuvieron se llama Mónica Oltra.

La valenciana lleva las riendas de las negociaciones desde la lejanía y, según fuentes socialistas, entre ella y Joan Baldoví hubo tensiones, ya que el diputado estaba conforme con lo propuesto a Compromís y a Valencia. Sin embargo, «Oltra pagaría un alto precio con Podemos si lo aceptan. Su confluencia depende de Iglesias», recalcan y añaden «al igual que la corriente catalana (En Comú Podem) con Ada Colau». 

Reunión de la cúpula socialista para valorar el debate

Sin embargo, la cúpula socialista no tira la toalla y una vez acabada la sesión ha acordado reunirse este jueves a las 11 horas para valorar si organizan un encuentro con la formación de Iglesias antes de la segunda votación de investidura. Es decir, Sánchez apenas tiene 36 horas para negociar Gobierno e intentar sumar con Podemos y las fuerzas del cambio (Izquierda Unida, confluencias y Compromís) al acuerdo alcanzado con Ciudadanos.

Sánchez se reunirá con el equipo negociador integrado por Antonio Hernando, Rodolfo Ares, José Enrique Serrano, Meritxell Batet, María Luisa Carcedo y Jordi Sevilla. También asistirán al encuentro el secretario de Organización, César Luena y el portavoz en el Senado, Óscar López. El PSOE estudia si dar un ‘sorpasso’ a última hora. Prácticamente nadie ve «margen» para el acuerdo de aquí al viernes, pero sí hay quien subraya que hasta el 3 de mayo quedan dos meses y Podemos es capaz de «cambiar de posición» en sólo 24 horas. Eso sí, hoy, en la primera votación, el ánimo de muchos es que es muy difícil llegar a acuerdos, «imposible», tal y como apunta Odón Elorza en su Twitter.

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