Almeida: “Echaré a los okupas de los edificios municipales y acabaré con Madrid Central”
José Luis Martínez-Almeida ha recuperado la Alcaldía de Madrid. Y lo ha hecho sin ser el favorito y contra la aparentemente imbatible Manuela Carmena. “Ese es el objetivo, devolver Madrid a la órbita de la libertad y las rebajas de impuestos”, señala el futuro alcalde a la capital de España en su primera entrevista a un periódico tras las elecciones del 26-M. Sabe que “el centroderecha debe entenderse” porque, para gobernar, el PP tendrá que llegar a un acuerdo con C’s y Vox. Pero este abogado del Estado, de brillante currículum y acostumbrado a los retos difíciles, tiene claro que habrá acuerdo: “Ningún votante de centroderecha entendería que no nos pusiéramos de acuerdo para echar a Carmena”.
PREGUNTA: ¿Cuál va a ser la primera decisión de Almeida como alcalde?
RESPUESTA: Nosotros ya asumimos ese compromiso con los madrileños: que iniciaríamos el proceso para revertir Madrid Central. Para nosotros, tanto con Ciudadanos como con Vox, es innegociable.
P: ¿Revertirlo por completo?
R: Revertirlo por completo. Volver a la situación anterior que dejó el PP. Que la gente pueda circular por la Gran Vía, por San Bernardo, por Hortaleza… Volver al sistema anterior, que tenía una convivencia pacífica y no generaba problemas.
P: ¿Y qué pasará con las ocupaciones ilegales?
R: Tolerancia cero, por supuesto. Especialmente en aquellos casos en los que el Ayuntamiento tiene competencia en los edificios de titularidad municipal, como puede ser la okupación de La Ingobernable, que tiene que finalizar de manera inmediata.
P: ¿Prevés algún tipo de problema en la negociación de esos apoyos para poder ser alcalde definitivamente?
R: Preveo, como se dice en términos futbolísticos, ‘flecos’ que pueda haber en la negociación, pero problemas serios creo que no va a haber. Ninguno de nuestros votantes entendería que no tuviéramos la generosidad suficiente para no llegar a acuerdos y propiciar ese gobierno del cambio liderado por el PP. Cada uno vamos a ir con nuestras propuestas, con nuestros planteamientos, pero estoy seguro de que encontraremos el punto de acuerdo.
P: Había muy poca gente que daba por hecho que podrías ser alcalde de Madrid y echar a Manuela Carmena. ¿Qué les dirías ahora?
R: En un primer momento entiendo que lo pensaran, porque hace dos años ¿quién era yo? Las cosas como son, hace dos años era el sucesor de Esperanza Aguirre, no me conocía nada más que el 5% de los madrileños según una encuesta que encargamos, y no creo que llegara a ese 5%. Así que entiendo que hubiera gente con cierta incredulidad. Nos estábamos enfrentando por la izquierda con Manuela Carmena, que hay que reconocer que es una figura de dimensión política importante y sabe hacer campañas. Y teníamos a Begoña Villacís, que tiene muy buen cartel, que ha sido cuatro años cabeza nacional de Ciudadanos, que la han promocionado… No era nada fácil asomar la cabecita y decir ‘el próximo alcalde voy a ser yo’.
P: A partir de ahora hay que reconstruir muchas cosas. Por ejemplo las partidas presupuestarias de apoyo a colectivos que, como decía Errejón, tenían que penetrar e implantarse. ¿Se levantará todo este ‘chiringuiteo’?
R: Nosotros siempre defendimos que nos parecía bien la economía social, pero no ‘su’ economía social, a lo que ellos dedicaban todas esas partidas. Nosotros vamos a hacer una auditoría de todas esas partidas destinadas a esa economía social y a todo el entramado de asociaciones, entidades y cooperativas que tienen algún tipo de relación o afinidad con el equipo de gobierno. Y también a desmontar el entramado normativo que favorecía este tipo de aportaciones a lo que llamaban colaboración público-privada.
P: ¿Qué porcentaje de esas entidades tiene cercanía con gente suya, familiares, cuñados, sobrinos…?
R: Nosotros hemos calculado que han destinado 20 millones de euros a sus entidades. En cuatro años.
P: ¿Se podría destinar ese ahorro a una rebaja del IBI?
R: Por supuesto, como el ahorro de Radio Carmena. No tiene ningún sentido que tengamos en el ayuntamiento una radio a mayor gloria de la alcaldesa. Ya dijimos claramente que cerraríamos Radio Carmena.
P: Si la cerráis solo se enterarán los que están dentro…
R: Cuatrocientos, y los familiares de los que trabajan ahí dentro.
P: Unir Ayuntamiento y Comunidad de Madrid le da una operatividad al PP. ¿Hasta dónde puede llegar ese proyecto frente al proyecto nacional de Pedro Sánchez?
R: Lo que hay que ver es qué pasó con Zapatero en la Comunidad y en el Ayuntamiento. Es el mejor ejemplo de cómo se pueden ejercer las políticas del PP. Si no, la Comunidad de Madrid no habría sido la región que mejor ha resistido la crisis, ni la que en los padres pueden elegir la educación de sus hijos, ya sea concertada, pública o privada, o la libre elección de médico, o la red de transporte público que tenemos. Nosotros ahora tenemos la posibilidad de volver a demostrar cómo se hace frente a esa hegemonía de la izquierda en el gobierno de la Nación, con Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.
P: ¿Qué puede pasar a partir de ahora con el PP? Hace una semana mucha gente le daba por muerto… ¿Cuál es su futuro a medio y largo plazo?
R: Hay que mantener la serenidad. Lo resumiría en el paso corto y mirada larga. El 28 de abril parecía que estábamos sumidos en una profunda depresión y lo cierto es que los resultados electorales fueron muy malos. Y tras el 26 de mayo tenemos posibilidad de acceder a la Comunidad y al Ayuntamiento. Pero lo más importante es que, frente a aquellos que reclamaban responsabilidades tajantes a Pablo Casado por estos ocho meses que ha estado al frente del PP, Pablo tiene ahora cuatro años para desarrollar su proyecto. Tiene cuatro años para volver a demostrar que es necesario tener una fuerza hegemónica en el centroderecha, que la fragmentación es mala, y para unir a todo el electorado que está a la derecha del PSOE.
P: ¿Unir implica un intento de unión de los partidos?
R: Eso es una cuestión de estrategia que le corresponde a la dirección, pero lo que sí tengo claro es que hay que dirigirse hacia los electores que están a la derecha del PSOE y decirles que el proyecto del PP es este, y que les ofrecemos un proyecto para que vuelvan a votarnos.
P: Se criticó a Pablo Casado que el proyecto que lanzaba era una especie de copia de Vox. Donde mejores resultados ha obtenido el PP son Madrid capital y Comunidad, Badalona, Zaragoza… Sitios donde el electorado no es del PP ‘blando’.
R: Sí, son los perfiles básicos del PP, que se definen desde un punto de vista de la ideología liberal, que defienden la unidad de España. Consideramos que la persona tiene que estar en el centro de las políticas, y precisamente eso es lo que nos dio éxito después de tantos años. Lo cierto es que, con la aparición de Vox por un lado y la de Ciudadanos por otro, quizás no supimos trasmitir un mensaje propio sino por reflejo de lo que decían de nosotros. Ahora tenemos estos cuatro años para recuperar el PP que supo aglutinar a toda esa gente a partir de esos principios. Xavi (García Albiol) o Jorge Azcona en Zaragoza… No somos perfiles ni duros ni blandos, somos los perfiles del PP en los que tanta gente se ha visto representada durante tantos años.
P: ¿Se ha sido injusto con Pablo Casado al atribuirle una caída del PP que venía heredada de Rajoy?
R: No ha habido un comportamiento demasiado justo hacia Pablo Casado. Más bien, injusto ya que únicamente lleva ocho meses al frente del PP. Se tuvo que enfrentar a unas elecciones andaluzas, se tuvo que enfrentar a unas elecciones generales, y ahora a unas municipales y autonómicas. Creo que ahora sí tiene cuatro años por delante para reconstruir ese proyecto necesario del PP.
P: ¿Qué se les puede ofrecer a los partidos con los que se va a negociar la gobernabilidad del Ayuntamiento de Madrid? ¿Se les pueden ofrecer cargos? ¿O cuestiones programáticas?
R: Hay que ofrecerles programa. Tenemos la legitimidad de poner encima de la mesa nuestro programa como punto de partida y, a partir de ahí, abrirnos a la negociación de propuestas. Es cierto que tanto Ciudadanos como Vox llevan propuestas distintas de las que llevaba el PP. Y seguro que algunas son buenas y se pueden incorporar a ese programa de gobierno. Y a partir de ahí, luego ya hablaremos de gobierno.
P: ¿Alguna propuesta de Ciudadanos o Vox que se pueda incorporar?
R: Ciudadanos ha realizado propuestas interesantes en el ámbito del medio ambiente.
P: ¿Hay algo de Ciudadanos o de Vox que resulte muy incompatible con ese proyecto?
R: No creo que seamos incompatibles. La prueba de que no lo somos es que los votantes de Ciudadanos y Vox son antiguos votantes del PP. Nos votaron durante muchos años. Confiaban en nuestro programa y nuestras propuestas. Si cogemos la suma del PP, Ciudadanos y Vox, es exactamente el mismo número de votos que sacó Mariano Rajoy en 2016. Tenemos la capacidad de poder recuperarlos. Estoy completamente seguro de que podemos entendernos con los votantes de Ciudadanos y Vox.
P: Si Vox o Ciudadanos pusiesen un pie contra pared ante un posible pacto con el PP, ¿serían castigados por sus electores?
R: Nadie lo entendería. En una primera votación por mayoría absoluta, si alguno de estos dos partidos no quisieran apoyar al PP tendrían que dar explicaciones. Y posiblemente lo pagarían.
P: ¿Ha empezado con Madrid una remontada nacional del PP?
R: Creo que sí. Madrid es una plaza muy importante y muy simbólica. Era realmente relevante que el PP pudiera recuperar la Alcaldía.
P: ¿Has hablado con Carmena? ¿Cómo se lo ha tomado?
R: Hablé ayer (por el domingo). Tengo que reconocer que me llamó ella. Es un gesto de elegancia, no era un trago fácil. Estuvo elegante y me dio la enhorabuena.
P: ¿Y Pepu Hernández?
R: Con Pepu todavía no he hablado. Con Begoña sí que hablé. Me llamó ayer por la noche y estuvimos hablando. Y me intercambié unos whatsapps con Iván Espinosa (Vox). Me dio el teléfono de Javier Ortega, que no lo tenía, y me puse en contacto con él.
P: ¿Cuándo puedo ir quitándole la pegatina a la moto para entrar en Madrid?
R: Esperamos que los trámites administrativos se concluyan lo antes posible, antes de verano, para que Madrid Central deje de ser una realidad.