El 74,9% de las bases del Consell por la República de Puigdemont votan ‘no’ a la investidura de Sánchez
En esta consulta han participado el el 4,45% de los afiliados, con 4.021 votos registrados
Los resultados son vinculantes y Puigdemont tiene tres meses para pronunciarse
Las bases del autodenominado Consell por la República, que lidera el fugado Carles Puigdemont desde su domicilio de Waterloo (Bélgica), han votado a favor de bloquear la investidura del presidente del Gobierno en funciones y candidato del PSOE a la reelección, Pedro Sánchez. Han avalado esta decisión el 74,9% de los participantes.
La pregunta de esta consulta era la siguiente: «¿El consejo de la república debe promover el bloqueo a la investidura del presidente del Estado español por parte de los partidos independentistas catalanes?». Han participado en esta consulta 4.021 personas afiliadas a la entidad secesionista, de un censo de 90.484. Es decir, sólo ha votado el 4,45% de los afiliados. Los resultados finales han sido los siguientes: un 74,9% ha votado que sí, un 24,9% ‘no’, y un 0,2% ha votado en blanco.
La asociación liderada por Carles Puigdemont comunicará el resultado de esta consulta a las direcciones «de manera inmediata» a los partidos separatistas en el Congreso: ERC y Junts.
Según el reglamento interno del Consell, este tipo de consultas pueden ser propuesta por cualquiera de los cerca de 100.000 adeptos -que pagan anualmente una cuota de unos 20 euros- que tiene el órgano fundado por Puigdemont. Para que salga adelante debe tener el aval de al menos un 1% de ese censo, unas 900-1.000 personas.
Su objetivo es «aceptar o rechazar una propuesta o acción política referida a cualquier tema, que para prosperar requiere la legitimación de la ciudadanía». Sus resultados son vinculantes y obligan a al Consell de Puigdemont a manifestarse sobre el resultado de la consulta, que en este caso podría amenazar la investidura de Pedro Sánchez.
El Consell de Puigdemont
El Consell de la República Catalana, un órgano creado por Puigdemont a modo de gobierno en el exilio, estuvo a punto de saltar por los aires hace unos meses. Desde Waterloo se anunció que se disolvería la Asamblea del órgano, provocando un profundo cisma interno entre sus seguidores. Pero recientemente, el líder fugado ha tratado de devolver las aguas a su cauce con promesas sobre una independencia que pronostica cada vez más próxima.
Por ello, en una comunicación emitida desde el Consell a sus miembros en septiembre, Puigdemont llamó a sus adeptos a «identificar las oportunidades que se presentan» ante el escenario político en España, la «nueva etapa que ahora se abre» y que le ha devuelto a la primera línea ante los esfuerzos del Gobierno de Sánchez por convertirle en un interlocutor válido.
Una de las propuestas recientes más llamativas impulsadas por el órgano de Puigdemont es la de crear una Cámara «centrada monográficamente» en la elaboración de la «legislación republicana». Y hacerlo «en anticipación» de las leyes que deberán regir «en la República». Un proceso al que ha convocado a todos «aquellos expertos y profesionales» que puedan aportar a esta tarea. Lo mismo que el independentismo dejó a medias con aquellas improvisadas leyes de desconexión.