Así se rinden los Mossos en un minuto a decenas de adolescentes de los CDR
Los agentes de la policía de la Generalitat han permitido la ocupación de las vías de una estación de Cercanías sin identificar ni detener a ningún responsable de este ataque que ha provocado importantes retrasos durante la huelga de este jueves en Cataluña.
No eran más de 300, pero han sido suficientes para amedrentar a decenas de agentes de los Mossos d’Esquadra armados que han acabado cediendo a los radicales que este jueves por la mañana han ocupado las vías del tren de Cercanías en Plaza Cataluña de Barcelona, retirándose del lugar bajo la coacción de los manifestantes, muchos de ellos menores de edad que hoy no han acudido a clase.
Con la cara tapada, tras una pequeña marcha de universitarios separatistas entre la Plaza Universidad y la Plaza de Cataluña, decenas de ellos han entrado masivamente y a la fuerza a la estación de cercanías de RENFE, saltando por encima los tornos de validación de los billetes hasta llegar a los andenes, que han ocupado sentándose en las vías, ante la estupefacción de un centenar de usuarios del tren que esperaban poder iniciar su trayecto.
Tras más de media hora sentados en las vías, dos portavoces de la marcha ha comunicado a sus compañeros que estaban negociando abandonar la ocupación sin ser detenidos ni identificados por los Mossos, minutos después que la presión de los manifestantes -muchos de ellos incluso menores de edad- llevara a los agentes a tomar la decisión de abandonar los andenes de la estación.
Asegurada la negociación de salir impunes al corte de las vías, pese a leves destrozos e importantes retrasos y afectaciones a diferentes líneas y usuarios, los ocupantes han ido abandonando el subsuelo pasando por medio de un pasillo de agentes. Los mossos no les han dicho absolutamente nada. E incluso les han abierto los tornos para salir sin tener que validar el billete, ya que todos se habían colado.
Ha sido en el vestíbulo principal de la estación donde, desocupadas las vías, se han empezado a vivir momentos de tensión después que los Mossos hayan acordonado a los manifestantes y que estos hayan roto uno de esos cordones de seguridad, obligando a salir a los agentes andando marcha atrás hasta el exterior, en Paseo de Gracia, bajo la coacción de los jóvenes que han respondido con aplausos una vez los agentes han abandonado la estación.
En la calle, pese a las provocaciones de los manifestantes que han obligado a los Mossos a desenfundar las porras por si tenían que intervenir, los manifestantes han vuelto a ganar el pulso a la policía catalana hasta conseguir expulsarlos mientras les lanzaban objetos consistentes contra los furgones policiales, que han tomado la Gran Vía dejando a los separatistas ocupando una de las principales arterias de la Ciudad Condal.