La Generalitat culpa a las «ideologías extremistas» del aumento de denuncias por odio político
Las denuncias por incidentes motivados por el odio político se han disparado en Cataluña en pleno procés, al llegar en 2018 a 326, casi una al día, según ha advertido el conseller Miquel Buch, que ha prometido que los Mossos d'Esquadra actuarán ante este fenómeno con neutralidad, pero sin equidistancia.
En una comparecencia en el Parlament, el conseller de Interior ha resaltado que las denuncias por odio político fueron las que más crecieron el pasado año en Cataluña, al pasar de 121 en 2017 a 326 en 2018, debido a la «situación del país», en referencia a los enfrentamientos entre partidarios y detractores de la independencia y al auge de «ideologías extremistas etiquetadas como fascistas o populistas».
Buch ha desligado el incremento de las denuncias de odio político de la «eficacia» de la intervención policial y ha resaltado que los Mossos d’Esquadra deben ajustar su actuación a la legislación actual y llevar a cabo intervenciones proporcionales y congruentes.
Tras advertir sobre el auge de las ideologías extremistas, con actitudes «intolerantes» hacia la diversidad y que cuestionan los derechos fundamentales, Buch ha garantizado que los Mossos d’Esquadra están atentos a este fenómeno, que afrontarán «manteniendo la neutralidad, pero en ningún caso desde la equidistancia».
El conseller ha insistido que los Mossos actúan con una «absoluta neutralidad política» e «imparcialidad» y ha advertido del riesgo de usar «en balde» la expresión «fascista», porque es un fenómeno que se debe combatir policialmente, educativamente y sin banalizarlo.
Paralelamente, según Buch, durante el pasado año también crecieron las denuncias por delitos de odio vinculados al origen o a la orientación sexual, aunque su aumento no fue tan pronunciado como los casos relativos al enfrentamiento político, ya que pasaron de 393 en 2017 a 547 en 2018.
Desde Cs, el diputado Jean Castel ha denunciado que su partido fue víctima de un «ataque fascista» el pasado fin de semana, cuando miembros de la formación naranja fueron atacados por independentistas en Torroella de Montgrí (Girona), ante lo que ha criticado que salieran en su defensa efectivos de la unidad ARRO de los Mossos d’Esquadra pero no de los especialistas en antidisturbios (Brimo).
Castel ha pedido a los demás grupos del Parlament que condenaran la agresión sufrida por sus representantes en Torroella.