Sánchez blanquea el pasado etarra

Los asesinos de ETA son «nacionalistas radicales» en la nueva asignatura sobre terrorismo

Los materiales didácticos han sido elaborados por los ministerios de Educación e Interior

La guía dice que hubo "más de 800" muertes a manos de ETA, cuando son 858

Los ministros de Educación e Interior, Celaá y Marlaska, tras la firma este martes del protocolo de ejecución de la unidad didáctica sobre terrorismo. (Foto: EFE)
Los ministros de Educación e Interior, Celaá y Marlaska, tras la firma este martes del protocolo de ejecución de la unidad didáctica sobre terrorismo. (Foto: EFE)
Segundo Sanz

El Gobierno de Pedro Sánchez está dispuesto a blanquear el pasado criminal de la organización terrorista ETA, hasta el punto de calificar a los asesinos de la banda como «nacionalistas radicales». La ministra de Educación y portavoz del Ejecutivo, Isabel Celaá, y el titular de Interior, el juez Fernando Grande-Marlaska, firmaron este martes el protocolo de ejecución de la unidad didáctica ‘El terrorismo en España’, que será llevada a las aulas dentro de distintas asignaturas de 4º de ESO y Bachillerato.

El protocolo contempla el diseño de siete unidades didácticas para Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y Bachillerato, incluidas en las asignaturas de Valores éticos, Geografía e Historia, Historia del Mundo Contemporáneo, Historia de España y Psicología. La intención del Ejecutivo socialista es consensuar, a través de la Conferencia Sectorial, su estudio en las comunidades autónomas para el curso 2019-2020.

Tanto el dossier «para facilitar la labor de los docentes al explicar» como los materiales del alumnado ha sido editados por la Dirección General de Apoyo a Víctimas del Terrorismo del Ministerio del Interior, el Centro Nacional de Innovación e Investigación Educativa del Ministerio de Educación y Formación Profesional, el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, que es una fundación de la Administración General del Estado, y la Fundación Víctimas del Terrorismo (FVT).

En las 36 páginas de la guía del alumno, el Gobierno sólo usa la palabra ‘asesinos’ en una ocasión para referirse a los pistoleros etarras

Por ejemplo, en la primera unidad didáctica -enmarcada en la asignatura de Geografía e Historia de 4º de ESO- se dice que a la «tendencia» de los «nacionalistas radicales» pertenece «la banda terrorista más sangrienta y longeva. Se trata de ETA, Euskadi Ta Askatasuna (País Vasco y Libertad)». «Las diferentes ramas de esta organización son responsables de la muerte de más de 800 personas entre 1968 y 2010, dentro de una campaña violenta cuyo principal objetivo era la independencia del País Vasco», agrega el texto. Frente a falta de concreción, las asociaciones de víctimas cifran en 858 las muertes provocadas por la barbarie etarra.

Unidad didáctica elaborada por el Gobierno donde se llama "nacionalistas radicales" a los asesinos de ETA.
Unidad didáctica elaborada por el Gobierno donde se llama «nacionalistas radicales» a los asesinos de ETA.

Así mismo, el gabinete de Pedro Sánchez también identifica como «nacionalistas radicales» a «los miembros de Epoca-Exèrcit Popular Català (tres víctimas mortales) y Terra Lliure (una), en Galicia los del Exército Guerrilheiro do Povo Galego Ceive (dos) y en Canarias los del MPAIAC (una)», que «quisieron emular a ETA», dice la unidad didáctica.

Al mismo nivel que el terrorismo de los pistoleros de ETA, el Gobierno cita el de «ultraderecha», aludiendo a las organizaciones «BVE (Batallón Vasco Español), Triple A (Alianza Apostólica Anticomunista) o GAE (Grupos Armados Españoles)»; el de «extrema izquierda», con los Grapo; y el «yihadista» de «células vinculadas a Al Qaeda», recogiendo aquí los atentados del restaurante El Descanso en 1985, los del 11 de marzo de 2004 en Madrid y los de Barcelona y Cambrils del año pasado.

¿Una noción «clara»?

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se congratuló este martes de que, gracias al protocolo firmado, «las nuevas generaciones tengan una noción clara de cómo España ha sufrido por culpa del terrorismo».

En las 36 páginas de la guía para el alumno, sólo se usa la palabra «asesinos» en una ocasión, esto es, cuando se propone la lectura de una parte de la entrevista realizada por el diario El País a Fermín Garcés Hualde, camionero que se convirtió en 1968 en testigo involuntario del «primer crimen a sangre fría de ETA», el del guardia civil José Antonio Pardines Arcay.

Además, el texto  afirma que «en contra de lo que a veces se ha sostenido, la aparición del terrorismo no fue una consecuencia inevitable de la existencia de una dictadura en España», sino «el instrumento de una minoría que provocó consecuencias irreversibles». Para el Gobierno, «esa opción por los métodos violentos hizo que los terroristas se parecieran al régimen al que decían enfrentarse».

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