Independencia fiscal: Torra reactiva el plan de la Hacienda catalana
La Generalitat ha reactivado en las últimas semanas la Hacienda propia catalana, una de las llamadas estructuras de la desconexión y considerada por los independentistas uno de los pilares del futuro Estado independiente, en vistas a controlar los impuestos que se generen en Cataluña.
La última memoria de la Agencia Tributaria de Cataluña, a la que ha tenido acceso OKDIARIO, avisa de la intención de desarrollar la estructura prevista en el ‘Código tributario’ catalán —una de las autodenominadas ‘leyes de desconexión’— mediante la «creación de organismos clave como el Consejo fiscal de Cataluña y el Registro de asesores fiscales, esenciales para configurar definitivamente la arquitectura institucional de una Hacienda catalana».
La ley del Código Tributario catalán se aprobó en septiembre pasado gracias a la mayoría deJxSy la CUP, aunque el texto contó con el rechazo del Consejo de Garantías Estatutarias, por vulnerar la Constitución y fue recurrido por el Gobierno de Mariano Rajoy al Tribunal Constitucional, que suspendió de forma cautelar varios de sus artículos.
El Código, que establece el andamiaje de una hipotética Agencia Tributaria de Cataluña, con organismos como el Consejo fiscal o la junta de tributos, fue calificado por la oposición como un «instrumento al servicio de la secesión».
El Diario Oficial de la Generalitat del pasado viernes empieza a formalizar los ámbitos de actuación de la Agencia Tributaria, en virtud del mencionado Código, oficializando la recaudación de impuestos como sucesiones y donaciones, patrimonio, sobre centros comerciales, sobre bebidas azucaradas o establecimientos turísticos, entre otros.
Disponer de una Hacienda propia es uno de los anhelos independentistas que encuentran cierta disposición por parte del Gobierno.
El PSOE plantea un polémico ‘consorcio tributario’ —contemplado en el Estatuto catalán— que compartiría la gestión, recaudación, liquidación e inspección de todos los impuestos que pagan los catalanes.
La medida genera críticas internas, especialmente de aquellos dirigentes autonómicos que ven un trato desigual y desconfían de que esto sirva como germen de una Hacienda independentista.
En el programa de las pasadas elecciones catalanas, se acepta, en concreto, que ese organismo «debe ser una manifestación clara del autogobierno y corresponsabilidad fiscal anteriores y debe permitir mejoras de gestión y de inspección tributaria y unos mecanismos de liquidación de ingresos mucho más transparentes, ágiles y cuidadosos que los actuales; al mismo tiempo refuerza la función de los tributos como herramientas de relación entre los gobiernos y la ciudadanía».
El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, opina que es necesario establecer un vínculo entre una parte de la recaudación conjunta en toda España por los tres grandes impuestos sobre la renta y el consumo (el IRPF, el IVA y los impuestos especiales) y la financiación del Estado del bienestar, que es competencia de las comunidades autónomas».
De esta forma, según Iceta, se permitiría aumentar los porcentajes de cesión de los impuestos para aumentar la suficiencia financiera necesaria para Cataluña.
Censo de contribuyentes
En su aprobación, los secesionistas se fijaron tres objetivos inmediatos: que la Hacienda propia asumiese todos los tributos que se generan en Cataluña, disponer del personal «necesario» y gestionar un ‘censo de contribuyentes’.
Una de las principales novedades es la creación de un Consejo Fiscal de Cataluña, un organismo que tiene capacidad para proponer al Gobierno catalán iniciativas de mejora de su sistema fiscal o gestionar un registro de asesores fiscales propio de Cataluña.
El Diario Oficial de la Generalitat del pasado viernes empieza a formalizar los ámbitos de actuación de la Agencia Tributaria, en virtud del mencionado Código, oficializando la recaudación de impuestos como sucesiones y donaciones, patrimonio, sobre centros comerciales, sobre bebidas azucaradas o establecimientos turísticos, entre otros.
Desde la oposición catalana se ve en este proyecto el claro objetivo de avanzar en una administración paralela, poniendo en marcha la estructura que, en su día, diseñó el Consejo Asesor de la Transición Nacional de Artur Mas.
La Ley del Código Tributario se suma a otras leyes para la independencia, como la de la Seguridad Social o la de Transitoriedad Jurídica, que establecía el marco normativo de una Cataluña independiente, al margen total de la ley.