Rajoy: el hombre que salvó España
El entorno del expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, deslizó el pasado jueves durante la moción de censura que el exjefe del Ejecutivo no iba a dimitir porque «no ha hecho nada malo» sino «salvar a España de la ruina». Sin embargo, cinco días después ha anunciado su marcha por ser «lo mejor para el PP y para España». Ahora ya podrá hacer gala con tranquilidad de aquel enorme mérito, que siempre formará parte de su hoja de servicios.
Porque fue su Gobierno, el conformado aquel 21 de diciembre de 2011, el que sacó a este país de una deriva endiablada. Lo reveló el exministro de Economía Luis de Guindos en su libro ‘España amenazada’ (Ediciones Península, 2016). En él desgrana cómo el primer Ejecutivo popular de Rajoy evitó el rescate de España, detallando las medidas que se aplicaron para que el país pudiera superar la crisis económica.
En este relato Guindos define a Rajoy como una persona «pragmática» que procura no dejarse influir por intereses particulares o grupos de presión, lo que, a su juicio, tiene «mucho mérito» y además marca una diferencia muy importante «respecto de algunos de sus antecesores».
Embridó el déficit
Aquel Gobierno popular se encontró con grandes dificultades para sortear el rescate de España y adoptar las reformas necesarias que permitieran salir de la crisis. Así lo hizo, por ejemplo, en aquella «gélida» rueda de prensa tras el Consejo de Ministros de 30 de diciembre de 2011, víspera de Fin de Año, en la que anunció, entre otras medidas, la subida del IRPF y del IBI y la congelación del sueldo de los funcionarios, tras aprobar un ajuste de 27.000 millones de euros para embridar el déficit público.
A Mariano Rajoy no le tembló el pulso frente a las presiones que recibía para solicitar el rescate financiero de España
Y es que a Mariano Rajoy no le tembló el pulso frente a las presiones que recibía para solicitar el rescate. De Guindos recuerda cómo el presidente del BBVA, Francisco González, dijo en septiembre de 2012 que «cuanto antes, mejor» España debía solicitar el rescate. El exministro también cita una llamada que recibió de Emilio Botín en la que le pedía que solicitara 160.000 millones de euros al FMI. La respuesta de Guindos fue que el Gobierno estaba haciendo todo lo posible por evitar el rescate y le explicó las negativas consecuencias del mismo.
«Cabeza fría»
El exministro también alaba en ese libro la «cabeza fría» y el «no dejarse influir» de Mariano Rajoy, sobre todo en aquellos momentos de tensión de los días 24 y 25 de julio de 2012, los «más críticos» y cuando «más cerca» estuvo España de pedir el rescate. De Guindos incluso llega a desvelar que el Gobierno se planteó a finales de 2012 una «fórmula nueva» con el FMI, que no se llegó a aplicar y que fue bautizada como Programa de Asistencia para el Acceso al Mercado (PAAM). Contemplaba que el organismo aportara una especie de «sello de calidad» o «aval» a las medidas que aprobara España, aunque sin financiación, con el fin de poner «otro muro» que evitase el rescate completo.
En abril de 2013, ante la Junta Directiva Nacional del PP, Rajoy pudo presumir ya de las reformas adoptadas y de su eficacia para atajar problemas fundamentales como la crisis del sector financiero, el déficit público, las dificultades de financiación de las administraciones, la «ausencia de competitividad» de la economía y los problemas de la deuda externa.
En aquella exposición ante los suyos, Rajoy puso en valor que Gobierno había logrado en 2012, el año O, el ejercicio clave, «estabilizar la situación» y superar dos momentos trascendentales: la crisis de la deuda soberana de junio y la crisis financiera de abril. «Lo hemos superado y fuimos capaces de aguantar», sentenció. Ahora, seis años después y con la economía en perfecto crecimiento, la incertidumbre se ha cobrado su venganza en forma de moción de censura exprés. Una maniobra de Pedro Sánchez, tras la sentencia de Gürtel, sin más programa de estabilidad que gobernar con los últimos Presupuestos de Rajoy, recién aprobados por el Congreso. Unas cuentas a las que el propio Sánchez se oponía hace sólo unas semanas.
Rajoy, el hombre «pragmático», ya ha dado con la mejor fórmula para volver a salvar España: apostar por un PP renovado en un próximo Congreso extraordinario donde cederá el testigo.