El instructor del 1-O reactivará la Euroorden cuando procese a Puigdemont en marzo
El juez de la Tribunal Supremo, Pablo Llarena, reactivará la Euroorden en el preciso momento que dicte el auto de procesamiento de Carles Puigdemont. El instructor del 1-O espera tener listo todo para el próximo mes de marzo, momento en el que la orden de detención del mecanismo europeo volvería a estar activa.
En una semana clave, en la que los diferentes actores del golpe de Estado del 1-O siguen prestando declaración ante el juez Pablo Llarena, OKDIARIO ha podido saber de fuentes judiciales que el próximo mes de marzo, cuando el magistrado dicte el auto de procesamiento contra Carles Puigdemont, también activará automáticamente el mecanismo europeo para detener al huido ex president en Bélgica y al resto de ex consellers.
El pasado 5 de diciembre Llarena desactivaba la Euroorden, un mecanismo de colaboración entre los socios de la UE para agilizar el arresto de autores de delitos graves y de corrupción huidos de la Justicia. De esta manera, el juez desmontaba una de las muchas trampas legales que pretendían poner en marcha los independentistas, y no era otra que neutralizar el regreso a España de los huidos de la Justicia por el delito de rebelión, inexistente en los mismo términos que en el Código Penal español.
Llarena ha demostrado una tremenda astucia al no caer en la trampa independentista. El juez del Supremo quiere que Puigdemont y los ex consellers respondan ante la Justicia española y que lo hagan por todos los delitos que les han sido imputados: Rebelión, sedición y malversación, entre otros.
Al acercarse el final de la instrucción, con la importante carga probatoria que existen en estos momentos en poder del juez, una vez se dicte el auto de procesamiento de Puigdemont no habrá vuelta atrás.
El instructor del golpe secesionista en Cataluña no quiere dejar ningún cabo suelto ni resquicio por el que los imputados puedan eludir la inevitable acción de la Justicia. Por eso, tampoco activó la Euroorden en el reciente viaje del ex president a Copenhage (Dinamarca).
En esa ocasión, Llarena desoyó nuevamente la petición de la Fiscalía, que pedía la reactivación de la Euroorden para detener al prófugo en su viaje a Dinamarca. Sin embargo, el magistrado intuyó de nuevo la estrategia de los separatistas. Una vez detenido Puigdemont, habría podido solicitar las mismas condiciones que Junqueras y Jordi Sànchez para poder votar en la sesión de investidura del Parlament.
Todos los movimientos de Puigdemont han sido medidos. Sabía, cuando en octubre puso rumbo a Bélgica, que las barreras legales e hipergarantistas del sistema legal belga permitirían alargar su estancia en el país centroeuropeo. También amenazó con hacer acto de aparición en Francia, sin embargo, sabedor de que las leyes galas son mucho menos restrictivas que las belgas, decidió no cruzar la frontera. La Gendarmería y la Guardia Civil estaban en contacto para que en el momento en el que cruzara al país vecino se activara la orden de detención, cuya entrega habría sido inmediata.
Por eso, el otro paso fuera de España y dentro de la UE que ha dado Puigdemont fue Dinamarca. Otro país en el que su detención habría significado un triunfo para el ex president y un grave paso en falso para la Justicia Española.