Los costes seguirán aumentando en 2023

Ya hay más del doble de empresas con caída de beneficios que con crecimiento pese a subir precios

Ya hay más del doble de empresas con caída de beneficios que con crecimiento pese a subir precios
Empresas.

En pleno debate sobre si los beneficios empresariales se están disparando en los últimos meses mientras los salarios registran un incremento mucho más moderado, lo cierto es que la proporción de empresas que está registrando una disminución de sus beneficios en el primer trimestre (34,7%) supera claramente a la de aquellas que están observando un aumento (14,6%). La reducción de beneficios está siendo más intensa en aquellas compañías pertenecientes a ramas que se enfrentan a crecimientos más elevados en el coste de sus inputs energéticos, que, aunque se vienen reduciendo desde hace un tiempo, ahora se están empezando a repercutir en los precios, una circunstancia que no se había producido hasta la fecha debido a la crisis económica derivada de la pandemia y luego la guerra de Ucrania.

Este es uno de los resultados más llamativos de la Encuesta a las empresas españolas sobre la evolución de su actividad del Banco de España, y se produce así a pesar de que una gran parte de ellas ha aumentado sus precios. «En cuanto a la evolución de los precios de venta, se contempla en este trimestre un incremento de las tensiones inflacionistas, muy en línea con lo esperado hace tres meses. Es posible que ello refleje un efecto calendario, ya que, en muchas actividades, los ajustes de precios suelen concentrarse a principios de año. De esta forma, en el primer trimestre, un 43,8% de las empresas afirma haber subido sus precios, lo que supone un aumento de 10,3 puntos con respecto al trimestre anterior», señala el Banco de España.

A este respecto, la patronal de empresarios CEOE rechaza la impresión que se transmite desde el poder político de que las compañías están aprovechando la crisis para disparar sus beneficios. Lo que está sucediendo, según las fuentes consultadas por OKDIARIO, es que los márgenes se están normalizando y volviendo a recuperar los niveles anteriores a la pandemia. Pero en el camino ha habido innumerables destrozos. Según los datos publicados recientemente por Eurostat -el servicio de estudios de la Comisión Europea-, España registró un nivel récord de quiebras empresariales el año pasado, hasta un total de 9.700, una cota que está entre las más altas del Continente, sólo por detrás de Francia, entre los países grandes, y por encima de Italia.

Además, de acuerdo con la misma oficina estadística, durante todo los trimestres del año pasado se ha registrado una disminución del porcentaje de empresas contabilizadas, lo que abunda en los efectos negativos sobre la actividad económica que se arrastran desde la pandemia y que se han complicado con la guerra de Ucrania, y en general la crisis de suministros así como el encarecimiento de la energía, del transporte y de los componentes agrícolas básicos para producir alimentos y bienes de consumo en general.

Aunque los datos más recientes del Banco de España y del Banco Central Europeo insisten en la recuperación de los márgenes empresariales durante los últimos meses, el director general del Instituto de Estudios Económicos -dependiente de la CEOE-, Gregorio Izquierdo, recuerda que el 30% de las empresas perdieron dinero el año pasado mientras la proporción de los salarios sobre la renta nacional está en máximos en estos momentos. A su juicio, la mayoría de las empresas sólo está compensando las pérdidas pasadas e intentando restablecer su posición financiera después de unos tiempos aciagos.

En lo que respecta a los precios, y por ramas de actividad, el encarecimiento fue bastante generalizado, aunque se observó con más intensidad en algunos servicios, como información y comunicación y actividades administrativas. En cuanto a las perspectivas para el segundo trimestre, se contempla, por el contrario, una disminución, hasta el 34,8%, de la proporción de empresas que tiene la intención de elevar sus precios. En un horizonte de un año, se detecta una moderación en las expectativas de subidas de precios. En concreto, el porcentaje de empresas que esperan encarecer sus productos en los próximos doce meses se reduce hasta el 55%, 9 puntos menos que hace tres meses.

No obstante, según el Banco de España, los incrementos actuales y previstos para los precios de venta siguen siendo inferiores a los registrados en el coste de los consumos intermedios. Una mayoría amplia de las empresas (un 71,7% del total) manifiesta seguir experimentando un aumento adicional de los precios de sus inputs productivos en el primer trimestre del año. Cuando se pregunta a las compañías por sus perspectivas a un año vista, los resultados apuntan en la misma dirección: los encuestados esperan que la presión de costes de los inputs siga siendo elevada, pero algo menor que la prevista hace tres meses para el mismo horizonte temporal.

En concreto, el 69,8% de las sociedades esperan que, dentro de un año, sus costes sean superiores a los actuales, y en el caso de los costes laborales, las previsiones de incremento a un año vista han aumentado levemente respecto al trimestre pasado, lo que sugiere que existe un cierto desfase en la traslación de las presiones inflacionistas a los costes laborales. En concreto, el 74% de las empresas espera en la actualidad que se produzcan crecimientos de esta variable, dos puntos más que a finales de 2022. Sobre este asunto, la encuesta del primer trimestre incluye una pregunta adicional acerca de la reacción esperada de los salarios en 2023 ante el aumento observado de la inflación. En línea con lo esperado, el vínculo de los salarios con la inflación es elevado, en la medida en que solo el 19,1% de las empresas declaran que no existe una relación entre ambas variables.

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