El veto de la UE a Rusia ataca al campo español: el 25% de los fertilizantes tendrá aranceles
Los trabajadores del campo se rechazan la imposición de aranceles porque afecta a su actividad económica


El pasado 14 de marzo la Unión Europea votó a favor de imponer aranceles a varios productos agrícolas provenientes de Rusia y Bielorrusia en el marco de la guerra comercial que está tensionando las relaciones internacionales de cada vez más países. Sin embargo, esta decisión, que fue propuesta en un primer lugar por la Comisión Europea, tiene consecuencias sobre la actividad económica del campo español. Unión de Uniones, la segunda organización agraria más representativa de España, advierte que uno de cada cuatro fertilizantes que se utilizan en el sector primario provienen de los dos países que tendrán que pagar tarifas.
En ese sentido, los trabajadores del campo se muestran preocupados por la imposición de aranceles a Rusia y Bielorrusia y consideran que van a tener que soportar las consecuencias económicas de esta decisión de una forma bastante cruda.
En ese sentido, Unión de Uniones asegura que las tarifas a estos productos «acabarían haciendo inviable su importación», algo que provocaría un verdadero problema en el sector agroalimentario. Por ello, reclaman «al Parlamento su rechazo o, cuando menos, que se acompase con medidas y compensaciones a los agricultores por el perjuicio que esto va a ocasionar».
«La agricultura vuelve a ser moneda de cambio y que, otra vez, desde Europa se pretende poner en marcha medidas sin hacer un estudio del impacto que esto tiene para la agricultura europea», denuncian los representantes agrarios.
Según los agricultores, la Comisión Europea ha planteado estos aranceles «a sabiendas de que los fertilizantes provenientes de Rusia y Bielorrusia representan el 25% del total de nuestros suministros y los aranceles tendrán una clara repercusión de incremento de los precios, penalizando directamente».
Igualmente, la organización agraria considera que si la imposición de estos aranceles y la privación de acceso al mercado ruso de fertilizantes se confirma, la UE debería eliminar las medidas antidumping y los aranceles convencionales de otros productos fertilizantes procedentes de otros países exportadores.
«No podemos ser el arma arrojadiza de todos los conflictos», denuncia Unión de Uniones. «De nuevo se toman las decisiones en los despachos, sin estudios, sin consultar y a la ligera. No se puede legislar para el campo, sin el campo y sin plan B», insisten.
Los aranceles a Rusia y Bielorrusia
La Unión Europea pretende utilizar estos aranceles a Rusia y Bielorrusia para limitar la capacidad económica de ambas naciones y que sea más difícil que financien la guerra contra Ucrania. No obstante, el Parlamento Europeo aún tiene que votar por esta medida, y es en esta instancia en la que los representantes de los agricultores están tratando de presionar.
Los productos agrícolas afectados representan el 15% de las importaciones procedentes de Rusia en 2023 que aún no estaban sujetas a un incremento de aranceles. Con la entrada en vigor de esta medida, todas las importaciones agrícolas rusas quedarán gravadas con las tarifas.
Aunque las exportaciones rusas de productos agrícolas y fertilizantes hacia terceros países no se verán directamente afectadas por esta decisión de la Comisión, las autoridades europeas prevén que los nuevos aranceles reduzcan los ingresos de Moscú derivados de sus exportaciones.
En marzo de 2024 el Ejecutivo comunitario ya propuso aumentar un 50% los aranceles a los cereales, oleaginosas y productos derivados procedentes de Rusia y Bielorrusia para «asfixiar» una de sus fuentes de ingresos para financiar la agresión a Ucrania y proteger, de forma preventiva, posibles disrupciones en el mercado de la UE ante un aumento «considerable» de las importaciones en 2023.
Mientras Bruselas debate estas medidas, los agricultores miran con preocupación sus pasos, pues están ya acostumbrados a salir perjudicados de las decisiones que toman los políticos europeos.