Turismo en España

El turismo se frena en España: ¿se ha convertido en un destino caro?

La caída de la lira turca, la subida del IPC y las tasas turísticas amenazan el crecimiento del sector turístico

La llegada de turistas internacionales cae un 4,9% en el mes de julio frente al mismo periodo de 2017

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El turismo en España no está viviendo su mejor verano. La llegada de visitantes internacionales cae un 4,9% en el mes de julio -se suma al ligero crecimiento del 1,3% registrado en junio en plena campaña de verano- y las pernoctaciones descienden un 2,2%. Los últimos datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejan una pérdida de los mercados tradicionales de Reino Unido y Alemania, que han hecho las maletas para irse a Turquía y Egipto, principales rivales del turismo de sol y playa español por sus precios. Pero, ¿significa eso que España se ha convertido en un destino turístico caro?

La realidad es que, tal y como apuntan todos los expertos consultados por este periódico, la concepción del precio es relativa ya que depende de lo que se ofrezca en el mismo. «Considerar España como un destino caro tiene una doble lectura: los costos de Grecia, Turquía y Egipto son inferiores, no podemos entrar a competir por precio. Hace falta concienciar a la población de los atributos colaterales que tiene España y que se incluyen en este precio: la seguridad de los ciudadanos, la seguridad sanitaria, jurídica y las infraestructuras públicas que tiene España», subraya Rafael Gallego, presidente de la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV).

El vicepresidente de Exceltur, José Luis Zoreda, alerta de que esta situación no puede solventarse con una caída de los precios. «No podemos tratar de competir por precio. ¿España es cara o es barata? Depende de lo que se ofrezca. Antes de la devaluación de la lira turca, Turquía era entre un 30% y un 40% más barato que España y ahora, con la depreciación de la moneda, es un 60% más barato No podemos tirar precios porque son difíciles de recuperar y no es el camino, a no ser que queramos ‘arruinarnos’. La respuesta no es cómo abaratamos el precio sino cómo mejoramos la calidad de la oferta diferencial que vendemos».

La lira turca cae un 40% en lo que va de año. La depreciación de la divisa frente al dólar afecta fundamentalmente a los destinos de sol y playa, sobre todo tiene incidencia en el late booking (reservas de última hora) a finales de agosto y septiembre, indica Zoreda. Sin embargo, el impacto no será excesivo, más allá de los turistas que está ‘robando’ el país a España tras la desaparición de la amenaza terrorista. El ‘resurgir’ de Turquía se acelerará, eso sí, en 2019 por la devaluación de la moneda y el impacto en el turismo español será mayor por la bajada de precios.

Por ello, los expertos urgen potenciar otros destinos e instan al Gobierno a implicarse con políticas que fomenten el turismo en España. «Turquía, Egipto y otras zonas compiten con nosotros con sol y playa, son los destinos más tocados porque el precio sigue marcando la diferencia para fidelizar clientes. Esto refleja que, por mucho que queramos diversificar, no lo estamos consiguiendo del todo. Hay que hacer mayor hincapié y ofrecer otro tipo de turismo porque se está haciendo de forma tímida», mantiene Ainhoa Raso, gerente de la División de hostelería y turismo de Cegos.

Subida del IPC

El problema de que Turquía y Egipto vuelvan a aparecer en la foto no es el único. La subida de la inflación, que se mantiene en agosto con respecto a julio e implica que los precios son hoy un 2,2% superiores a los de hace un año, también puede repercutir en la ‘espantada’ de turistas.

«Frente al descenso de la demanda, buscamos un cliente con más gasto. Por eso, en situaciones como esta, el IPC va a influir mucho», indica Raso.

«Que te cueste más una hamburguesa, un café… a rasgos generales, no va a influir en los turistas. Hay algunas voces que advierten de que podrá incidir en las reservas de última hora, privilegiando a otros destinos como Turquía, ya que algunos expertos apuntan que la ‘mal llamada’ oferta complementaria de España está cara», afirma el vicepresidente de Exceltur.

Climatología, Brexit y tasas turísticas

Otros factores que pueden poner en alerta al sector turístico español es la climatología en Europa, la llegada inminente del Brexit y la posible implementación de tasas turísticas en destinos españoles.

Gallego mantiene que se ha demostrado que tasar al turista es «un grave error. Los turistas que vienen a nuestro país pagan impuestos con todo lo que compran y consumen. Es absurdo crear una tasa en destinos de sol y playa. Los políticos tienden a comparar: cuando va a Roma, pagas una tasa turística porque para ver el Coliseo sólo puedes ir a Roma; igual que sucede con el museo del Louvre en París. Poner una tasa turística en destinos de sol y playa afecta sólo al precio».

El divorcio entre Reino Unido y la Unión Europea tiene fecha inamovible: marzo de 2019. El Brexit calienta motores y puede «tener elementos sustanciales que afecten al turismo español», apunta Zoreda. Sobre todo, por la pérdida del mercado británico -cae un 5,6% la llegada de turistas de Inglaterra en el mes de julio-.

Más allá del devolver a Turquía y Egipto los ‘turistas prestados’, la climatología de Europa también ha hecho que los visitantes no quieran moverse de sus ciudades. El buen tiempo seduce a cualquier ciudadano y tal y como se mantienen las previsiones, lugares como Berlín o Praga, ‘retendrán’ a sus ciudadanos.

Desde CEAV y Exceltur apuntan la necesidad de que las empresas del sector turístico renueven los destinos con una mejora de los productos e infraestructuras, regenerando la oferta. Sin embargo, apuntan a un responsable: el Gobierno de Sánchez tendrá que ponerse las pilas para mejorar las estructuras públicas. «Da igual que te gastes mucho dinero en renovar un establecimiento, si la inversión pública no va en la misma línea», advierte Gallego.

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