Tesla & Bitcoin; ¿llegó el colapso?
«El riesgo viene de no saber lo que estás haciendo», Warren Buffett.
Todo ser humano debe decidir una vez en su vida si se lanza a triunfar, arriesgándolo todo, o si se sienta a ver el paso de los triunfadores. Pueden intuir cuál de esas dos es mi postura vital. Una vez oí que cuando se es joven no deberíamos comprar valores seguros, al mismo tiempo comprendí que cuando miras largo tiempo a un abismo, el abismo también mira dentro de ti, y fue entonces cuando escogí intentar que tuviera las mejores vistas posibles, al fin y al cabo siempre queremos tocar el cielo con la punta de los dedos sin que el Sol nos queme las alas, y eso es del todo imposible amigos míos. Aunque he de confesarles que en cuanto a mí, sigo siendo Ícaro… volando demasiado cerca de mi Sol.
Nada menos que una década ha pasado ya desde que el ‘súper best friend’ de Mr. Market; ‘Helicopter Ben’, sacara la manguera y empezara a inundar las Bolsas de la más ingente cantidad de liquidez que ha cohabitado jamás en el mercado. Pero este valioso tiempo nos ha enseñado que entrillonar el sistema financiero tiene severas consecuencias, puesto que al fin y al cabo el dinero termina fluyendo sobre la economía, o en el caso de las medidas no convencionales ‘Quantitative Easing’; sobre las Bolsas.
Por este motivo hemos pasado a ver cosas absolutamente alucinantes como puedan ser que por primera vez en la historia el grupo que lidera las Bolsas capitalice cerca, sino más, del trillón de dólares ¡nada mal! No debemos olvidar que no hace muchos años las compañías de los 100.000MM USD eran unas privilegiadas, más o menos lo que sigue sucediendo en Europa, vaya. Cierto es que considero que las cifras y las estadísticas siempre están para superarse, pero lo que no tiene cabida en el mundo de los mercados financieros es la sinrazón. Y ello no precisamente significa que no exista en los mercados, puesto que de hecho ¡abunda! El problema radica más bien en la sostenibilidad de la misma, ya que por más que el mercado trate de convencerse a sí mismo de una tesis, lo que no tiene sentido siempre acaba saliendo muy caro. ¿Resumiendo? No sólo han jugado con nuestro fuego, sino que han empapado las cerillas con pura gasolina.
¿Un claro ejemplo? ¡Tesla! Yo misma he tratado de advertir en innumerables ocasiones sobre lo irracional de su burbuja, y si bien es cierto que los argumentos sostenidos por sus fundamentales eran sólidos, la sinrazón ha seguido absorbiendo dinero de la FED para incrementar la locura de Elon Musk. Aquí es cuando un buen trader hace uso de su pericia, y si bien queda como una mera anécdota especulativa dentro del amplio portfolio que tenemos en Blackbird, no puedo negar que la última caída del -40% ha equilibrado la balanza de su capitalización, permitiéndonos algún que otro trade en corto maravilloso. La justicia bursátil existe señores.
Lo maravilloso de este principio, es que bajo mi punto de vista el estallido de estas dos burbujas podría dar paso a la vuelta al raciocinio del mercado.
En mi opinión, entre Tesla y el Bitcoin se debate el juego. Las fuertes correcciones que hemos visto estas semanas son meramente un ajuste temporal de los precios. Técnicamente ambos activos han encontrado algo de soporte, lo que significa que probablemente los alcistas volverán a intentarlo, ¡como mínimo eso! Pero si por alguna razón, aún y leyéndome, lo cual siempre agradezco, siguen con posiciones largas en el Bitcoin o en Tesla, esos dos grandes buques insignia de la irracionalidad, anótense estos precios; 32.500USD para el Bitcoin y 550USD para Tesla, ¿para qué? Muy simple, si viéramos precios por debajo de estos niveles en el corto plazo, la mejor decisión que podrían haber tomado es estar fuera de dichos activos. Tesla podría caer un 90% desde su pico de 800 billones de USD de capitalización y seguir estando cara.
¿No me creen? Bien, BMW se cotiza a 60 billones americanos comparativamente, y si algún día la querida Tesla logra ser lo que es BMW, creo que ya sería un verdadero éxito para el bueno de Elon, ¿no les parece?
Lo maravilloso de este principio, es que bajo mi punto de vista el estallido de estas dos burbujas podría dar paso a la vuelta al raciocinio del mercado, que en un entorno de subida de tipos de interés suele premiar más realidades que expectativas, o lo que es lo mismo; el value que el growth. Aquí la idea es la preferencia por compañías que generen caja neta y tengan visibilidad, y lo tanto por compañías que crecen gracias a sus expectativas. Al fin y al cabo tiene cierta lógica pensar que con un entorno de bajos tipos de interés, cualquier proyecto que necesite financiación tiene una buena palanca financiera. Pero los costes financieros siempre impactan de manera directa en el beneficio por acción, no lo olviden.
Así pues, esta era de la sinrazón monetaria provocada por Ben, allá en un ya lejano 2009, podría acercarse a su fin, al amparo del giro estructural del mundo capitalista hacia los gobiernos, los cuales potencian otra ingente inyección monetaria que en esta ocasión irá hacia la economía productiva, y no tanto hacia la especulativa, lo cual deberíamos agradecer. Esperemos que los gabinetes políticos estén a la altura de la responsabilidad que de ello se deriva, puesto que un nuevo error en la asignación del capital dilapidaría otra generación, lo cual fue, es y siempre será impermisible.
Sólo aquellos que se atreven a dejar mucho, pueden lograr mucho. Así que déjense el alma señores, esperamos contemplen el riesgo de lo que hacen, ya que estaremos más atentos a sus tropiezos, que aciertos. Al fin y al cabo, el riesgo lo asumimos nosotros.