S&P cree que el nuevo impuesto a la banca se comerá el 12% de los beneficios
S&P Global Ratings considera que el nuevo impuesto a la banca anunciado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, detraerá en torno al 12% del beneficio de las entidades en el mercado español. La firma estima que el nuevo tributo anunciado, que gravará los beneficios de los bancos españoles en el mercado interior, retrasará su recuperación de beneficios, pero será «manejable».
Aunque el Gobierno aún no ha facilitado los detalles, el nuevo impuesto se anuncia como un tributo extraordinario y temporal. Tendrá una duración de dos años con la ambición de recaudar 1.500 millones de euros al año. Para la agencia de rating, la inmediata reacción negativa del mercado de renta variable, que llevó al sector a perder más de 5.000 millones de capitalización en un día, es «comprensible», porque esta medida
pesará sobre los beneficios de los bancos españoles.
Sin embargo, S&P Global considera que los efectos del impuesto son en gran medida «manejables» desde la perspectiva de sus calificaciones si los supuestos macroeconómicos actuales se mantienen. Así, los 3.000 millones de euros de los coste fiscal adicional en 2022 y 2023 equivalen a aproximadamente el 12% del resultado neto que la firma prevé para el conjunto del sistema bancario español en el mercado interior en mismo periodo y podría detraer 70 puntos básicos del rendimiento anual de los fondos propios de los bancos.
Aunque el anuncio de Sánchez fue una «sorpresa» para el mercado, porque aparentemente las únicas discusiones abiertas sobre posibles impuestos extraordinarios eran para las empresas energéticas, S&P señala que esto no es nuevo en Europa, «por lo que habíamos anticipado que esto podría resurgir con el aumento del coste de vida y más limitado margen fiscal del Gobierno».
En este sentido, recuerda que desde la crisis financiera mundial, las iniciativas para imponer gravámenes, impuestos y otras cargas a los bancos han proliferado bajo diferentes nombres en las jurisdicciones europeas. Así, coincidiendo con la pandemia de Covid-19, Dinamarca también aprobó un nuevo impuesto corporativo dirigido a los bancos, que entrará en vigor en 2023.
Más recientemente, Hungría anunció un nuevo impuesto bancario basado en los ingresos y Polonia anunció un impuesto de contribución social. No obstante, en estos dos países las tasas de interés han aumentado más rápida y sustancialmente, impulsando las ganancias en mayor medida que las de bancos españoles. Por último, indica que la posible introducción de impuestos bancarios «inesperados» también está en estudio en Italia.