Sánchez le da a Urkullu un límite de déficit y deuda ‘a la carta’ antes de la cumbre de presidentes
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha cedido ante el líder vasco, Iñigo Urkullu, y le ha concedido un límite de déficit y de deuda para este año a la carta. Todo para que el lehendakari no le dejara plantado en la conferencia de presidentes prevista este viernes, a la que inicialmente Urkullu no iba a asistir como Quim Torra, el presidente de la Generalitat de Cataluña.
Para evitar que se viera que las dos comunidades dejaran plantados al Rey y al presidente del Gobierno, el Ejecutivo central ha cedido ante el País Vasco y le permitirá acumular un déficit del 2,6% y una deuda pública del 15,9% en 2020, cifras que se ratificarán en una reunión que la Comisión Mixta del Concierto celebrará en la primera quincena de septiembre.
Con ese objetivo establecido, el déficit estimado que puede alcanzar Euskadi este año son aproximadamente 1.700 millones de euros, si bien es una cifra revisable en función de la coyuntura económica. Es decir, que el Gobierno le dejará tener unos números rojos aún mayores si el País Vasco no cumple con su compromiso.
Este nivel de déficit pactado está previsto para contener la caída estimada de recaudación, que era uno los reclamaciones que había puesto sobre la mesa el Gabinete Urkullu en esta negociación, informa Europa Press.
En un comunicado, el departamento de Hacienda del Gobierno Vasco que dirige Pedro Azpiazu, ha sido el encargado de anunciar que tras semanas de «intensa negociación», y una vez evaluado el impacto de la disminución de los ingresos por la caída de la actividad económica, el Gobierno Vasco y el central han acordado un objetivo de déficit del 2,6% para la Comunidad Autónoma Vasca en 2020.
Esta cifra deberá ser ratificada en la Comisión Mixta de Concierto Económico, que se celebrará en la primera quincena de septiembre, tal y como han firmado ambos ejecutivos, representados por el consejero de Hacienda y Economía, Pedro Azpiazu, y la secretaria General de Hacienda, Inés Bardón, «tras semanas de constantes conversaciones» entre Azpiazu y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
¿Cómo quedará la deuda pública?
El acuerdo estipula que, en caso de producirse un «cambio significativo» en las previsiones macroeconómicas no atribuible a decisiones discrecionales de la Comunidad Autónoma del País Vasco, podrán acordarse en la Comisión Mixta del Concierto Económico, nuevos objetivos de estabilidad presupuestaria. Junto al objetivo de déficit, se ha acordado también una deuda pública del 15,9% para 2020.
El Departamento vasco de Hacienda ha destacado que «otra de las cuestiones fundamentales del acuerdo» cerrado es la garantía de que las Diputaciones Forales «serán compensadas en la fórmula que se acuerde en la citada Comisión Mixta del Concierto, en caso de que su reducción de ingresos sea superior al remanente o superávit del que dispongan».
Este acuerdo recoge, por tanto, la posibilidad de modificaciones en función de la coyuntura económica. Precisamente, esta semana se conocía que el PIB vasco ha caído en el segundo trimestre del año un 20,1% interanual, mientras que la previsión inicial era de un 13,4%, de manera que previsiblemente en septiembre se revisarán a la baja la previsiones económicas del año.
Negociaciones bilaterales
El pasado 11 de marzo, de forma previa al confinamiento, como consecuencia del estado de alarma, los Gobiernos vasco y central acordaron, en el seno de la reunión de la Comisión Mixta del Concierto Económico, el cupo provisional de 2019 (1.353,1 millones de euros).
Aquella reunión también sirvió para, en el ámbito de la estabilidad presupuestaria, aprobar el objetivo de Deuda Pública del País Vasco para el periodo 2020-2023, con el déficit en el 0,0% del PIB.
Meses después, las graves consecuencias económicas de la crisis sanitaria sobre las economías, también la de Euskadi, ha obligado a establecer nuevos objetivos, que dejan el déficit vasco en el 2,6% este año, con una previsión de endeudamiento del 15,9%.
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