Sánchez celebra el 8M condenando a las empresas con más de 50 empleados a conceder la baja de paternidad
El Ejecutivo de Pedro Sánchez ha aprovechado la celebración del Día de la Mujer para condenar a las empresas de más de 50 empleados a hacer obligatorio el permiso de paternidad. El Gobierno quiere con esto garantizar el cumplimiento de la igualdad laboral, y lo hará convirtiendo un derecho en una obligación.
El permiso de paternidad será obligatorio durante la seis primeras semanas después del parto para toda empresa con más de 50 empleados en plantilla. De hecho, hasta ahora, las empresas de más de 250 trabajadores estaban obligadas a aprobar un Plan de Igualdad que contemple la obligatoriedad del permiso de paternidad, ahora lo será para todas aquellas con más de 50 empleados.
En este sentido, las compañías tendrán un año (para las de más de 150 empleados), dos años (entre 100 y 150) y tres años (entre 50 y 100) para llegar a un acuerdo con los trabajadores, firmarlo y enviarlo al nuevo registro de planes de igualdad.
El Decreto-Ley especifica y amplía el contenido de esos planes, incluyendo conceptos como la auditoría salarial, pero el detalle y cómo será el futuro registro se dejan para una norma posterior, a desarrollar en los próximos seis meses.
Los planes de igualdad socialistas contenían, ya en el borrador, un conjunto de medidas en el ámbito laboral, como realizar una “auditoría salarial entre mujeres y hombres”, hacer un “ejercicio corresponsable de los derechos de conciliación de la vida personal, familiar y laboral” o medidas relacionadas con la “prevención del acoso sexual y por razón de sexo”.
Entre los puntos más llamativos, se encuentra el siguiente, que redactamos textualmente: “Las personas trabajadoras tienen derecho a solicitar la adaptación de la duración y distribución de la jornada de trabajo, incluida la prestación de su trabajo a distancia, para hacer efectivo su derecho a la conciliación de la vida familiar y laboral”. Es decir, ‘tú me contratas, pero yo pongo las reglas’.
1 de abril
El texto, que fue aprobado en Consejo de Ministros, amplía el permiso de paternidad a ocho semanas para los nacimientos que se produzcan en 2019, aumentará a 12 semanas en 2020 y a 16 semanas en 2021, momento en el que se alcanzará la equiparación total con el de maternidad. La esperada ampliación, eso sí, ha quedado aplazada al próximo 1 de abril.
Este permiso es intransferible, por lo que si el padre no lo disfrutase, no lo podría ceder a la madre. Además, será remunerado al 100%, situándo a España a la cabeza de Europa en esta prestación. El impacto presupuestario para 2019 se calcula entre 250 y 300 millones.
CEOE y CEPYME se mostraron visiblemente contrarios a la ampliación de los permisos de paternidad ya que, bajo su punto de vista, quedan «duplicados». De igual modo, se muestra frontalmente contrarios a la obligatoriedad de los planes de igualdad en empresas de más de 50 trabajadores.