El ritmo diario de salida de trabajadores de los ERTE en septiembre se reduce al mínimo y amenaza al Gobierno

El ritmo diario de salida de trabajadores de los ERTE se ha frenado en seco en lo que llevamos de septiembre. Según datos del Ministerio de Inclusión y Seguridad Social, en las dos primeras semanas de septiembre se han reincorporado al trabajo alrededor de 4.000 personas diarias, frente a las 7.000 personas de las últimas semanas de agosto y las 32.000 de principios de ese mes.

Además, la cifra de reincorporaciones al trabajo de las primeras semanas de septiembre es irrisoria comparada con julio, cuando marcó una media diaria de 32.000 personas; con mayo, que registró una media cada día de 56.000 trabajadores; e incluso con abril, todavía con la mayoría de los negocios cerrados y el estado de alarma vigente en todo el país, que marcó una media diaria de 19.000 empleados que abandonaron el ERTE.

Es cierto que, como señaló el ministro José Luis Escrivá, al quedar menos personas en ERTE que al principio porque se han ido incorporando a su puesto de trabajo el ritmo de salida actual es menor. Pero la cifra total de personas en ERTE aún es significativa: en concreto, 588.821 a tiempo completo y 154.835 a tiempo parcial. Casi 750.000 en total, según los datos del Ministerio. El 22% sigue sin volver a su puesto de trabajo. El 14 de agosto había 880.000 personas en ERTE. Además, el ritmo actual deja en prácticamente 100.000 el número total de personas que abandonarán su situación de ERTE este mes.

La cifra tiene dos consecuencias. Por un lado, el frenazo en el ritmo de incorporación de los trabajadores en ERTE a su puesto de trabajo apunta a una más que evidente paralización de la actividad económica por los rebrotes del virus que van a tener su impacto en la economía española. Se trata fundamentalmente de empresas de relacionadas con el turismo, agencias de viajes, hoteles y aerolíneas, parte vital del PIB español.

Esto pone en duda las previsiones macroeconómicas del Gobierno, ya superadas por las revisiones realizadas por el Banco de España o los expertos de Funcas. El Ejecutivo tiene que enviar a Bruselas antes del 15 de octubre su nueva previsión de la economía nacional: PIB, déficit y paro. En las de abril, el Gobierno preveía una caída del 9,2%. La vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha insistido en que habrá recuperación en ‘V asimétrica’. Otros miembros del Ejecutivo han reiterado este mensaje optimista.

Coste de los ERTE

La otra consecuencia de que a estas alturas de mes de septiembre la lista de personas en ERTE sea tan alta es el coste que tiene en prestaciones sociales para las arcas públicas. Gobierno, empresarios y sindicatos están inmersos en estos días, además de las asociaciones de autónomos, en la negociación para prorrogarlos más allá del 30 de septiembre, fecha de caducidad actual.

El problema es que el Gobierno quiere reducir los beneficiarios de alguna manera para reducir la factura a pagar. Una factura que ya supera con creces a lo que el Gobierno recibirá de los fondos europeos, del programa SURE, que asciende a 21.300 millones de euros. Extender los ERTE a diciembre, asegura el Gobierno, elevaría el coste total por encima de los 30.000 millones.

Lorenzo Amor, vicepresidente de la CEOE y presidente de la asociación de autónomos ATA, ha contrarrestado este lunes estos datos. En su opinión, extender los ERTE a diciembre para los 750.000 personas que ahora mismo reciben esta ayuda y el millón de autónomos que cobran la prestación extraordinaria costaría unos 6.300 millones, «menos de lo que se dice», ha apuntado en un mensaje en sus redes sociales. En concreto, 3.300 millones costaría los ERTE y 3.000 millones, la ayuda a los autónomos.

De momento, esta semana las asociaciones de autónomos esperan que les llegue la propuesta del ministro Escrivá para la prórroga de las ayudas a este colectivo. La predisposición es «buena», según ATA y UPTA, aunque habrá que esperar al documento.