Imputación de su exdirector de seguridad

Repsol está convencido de que no ha habido ninguna «conducta inapropiada» de sus empleados con Villarejo

El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz. (Foto: Repsol).
El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, todavía no se ha pronunciado sobre la posible operación de los activos en Noruega.
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, se ha mostrado convencido de que ningún empleado de Repsol ha tenido una «conducta inapropiada» en el caso Villarejo a pesar de que la Audiencia Nacional ha imputado a su exdirector de seguridad y asegura que la compañía espió a su exdirector financiero. Por otro lado, ha puesto fecha a la entrada de un socio o salida a bolsa de su negocio renovable: 2021 ó, como mucho, 2022.

«Tenemos la absoluta confianza de que la justicia tomará las decisiones que tenga que tomar y la convicción de que no ha existido ninguna conducta inapropiada por parte de los empleados de repsol en esta materia», ha afirmado Imaz, que sostiene que se enteró de la citación por la prensa, en la presentación del nuevo plan estratégico de la petrolera. Unas declaraciones que desvinculan a la cúpula de la empresa de los hechos investigados y que no descartan que la justicia vaya más allá de dicha imputación.

El juez Manuel García-Castellón decidió el martes imputar al exdirector de seguridad de Repsol, a su número dos y a su homólogo de CaixaBank por los numerosos indicios de que la petrolera contrató a Cenyt, la empresa del excomisario José Manuel Villarejo, en 2010 y 2011 ante el intento de asalto de Sacyr; una operación de espionaje denominada «Proyecto Wine».

Los espiados fueron el presidente de la constructora, Luis del Rivero, su mujer, su jefe de seguridad y el entonces director financiero de Repsol, Fernando Ramirez Mazarredo, que fue despedido en diciembre de 2010 con una millonaria indemnización y vuelto a contratar como asesor externo al año siguiente.

Sacará a bolsa la unidad renovable en 2021 ó 2022

Imaz también ha confirmado la segregación de la unidad de energía renovable para dar entrada a un socio o sacarla a bolsa, adelantada por OKDIARIO. Y ha añadido que ya existen conversaciones con posibles socios y que, aunque no hay un calendario estricto, ha fechado entre 2021 y 2022  la entrada de un socio capital, o bien una OPV.

«Con esta operación, se buscan dos cosas: bajar los costes de capital de este negocio para ser más competitivos y una cristalización de valor que está ahí, tenemos 1.600MW que estarán en operación en 2 años». No ha aludido al tercer motivo del que informó este medio: blindarse ante una posible opa de un competidor europeo, con la francesa Total como principal candidato. Sí ha confirmado que su vocación es mantener una posición mayoritaria en la filial.

El consejero delegado ha anunciado que tendrán 7.500 MW de potencia renovable instalada en 2025 y que su ambición es alcanzar 15.000 MW en 2030. Estos desarrollos generarán 330 millones de Ebitda en 2025. Y dentro de este negocio ha incluido el hidrógeno, ya que «España es el país mejor situado en Europa para aprovechar la oportunidad del hidrógeno y Repsol es el que tiene más capacidad de rentabilizarlo».

Reducción del dividendo

El anuncio con mayor impacto del plan estratégico (que invertirá 18.300 millones, 7.700 de ellos en España) es la reducción del dividendo en un 40%, que está provocando una caída del valor en bolsa cercana al 4%. Imaz se ha defendido asegurando que la retribución al accionista se mantiene en el primer cuartil del sector. Ha garantizado 60 céntimos por acción durante todo el plan (hasta 2025) y que se pagarán en efectivo desde julio 2021 en caja.

Además, si se cumple la premisa de que el barril se mantenga por encima 50 dólares, aumentará ese pado en 5 céntimos cada año a partir de 2023. Finalmente, desde 2022 pretende amortizar 50 millones de acciones cada año (200 millones en total), si se cumple esa premisa del precio del crudo. Con ambas medidas, la retribución al accionista total en 2025 será igual o superior al euro por acción. Si, por el contrario, el barril se mantiene por debajo de 50 como en la actualidad, en ningún momento se bajará de los 60 céntimos.

El CEO de Repsol ha destacado que este pago no necesita que la empresa acometa desinversiones, sino que es orgánico y compatible con la reducción de su deuda, siempre que se superen esos 50 dólares por barril. En 2022 espera haber recuperado el Ebitda precovid -6.600 millones de dólares- y el propio resultado por acción, que prevé que alcanzará 1,8 euros por título en 2025.

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