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Rebellion quiere ayudar a los adolescentes españoles a tener sus primeros servicios bancarios

Su objetivo es muy claro: ofrecer pagos de forma sencilla a muchos menores de edad mediante una cuenta de referencia de uso seguro.

Rebellion quiere ayudar a los adolescentes españoles a tener sus primeros servicios bancarios
Sergio Cerro, CEO de Rebellion Pay

Rebellion Pay es un neobanco impulsado por el fondo de inversión español Gala Capital, que por el momento ha invertido 4 millones en su lanzamiento según Crunchbase. Entrevistamos a su CEO, el joven directivo español Sergio Cerro.

No se os conoce mucho todavía. ¿Qué es lo que hace Rebellion Pay?

Lo primero que hemos hecho es el desarrollo de producto porque hay mucha tecnología detrás y lanzamos al mercado hace justo 12 meses. Somos un neobanco diferente a los demás por el target al que nos dirigimos, por nuestra marca, la forma en que atendemos a nuestros clienteso. Un neobanco está pensado para ofrecer servicios online, siendo más una empresa de internet que ofrece servicios de banca. Tenemos estructuras muy horizontales, somos poca gente, muy ágiles, escuchamos a los clientes. Abordamos en semanas cosas que a los bancos tradicionales les lleva meses.

Habéis publicado que ya tenéis el IBAN español. ¿Cambia vuestra operativa y los productos?

Nacimos con un IBAN irlandés, que era lo más accesible, y permitíamos transferencias bancarias en la zona euro. El mercado en España está familiarizado a hacer transferencias sobre todo en el país. Cuando sales a la zona euro, que es superseguro y tardas lo mismo, la gente prefiere no tocar esa parte de su banca online. Los clientes nos pedían este IBAN pero en términos prácticos cambian dos cosas: la confianza por un lado, y por otro nos facilita hacer domiciliaciones bancarias, que en la primera mitad del año 2020 ya tendremos disponibles y nos permitirán ser la primera cuenta principal de muchos jóvenes.

¿Cómo obtiene los ingresos vuestro target tan joven?

Nos enfocamos en ofrecer servicios de banca online a niños de entre 8 o 9 años hasta los 24. De este segmento tan grande estamos atendiendo sobre todo de 14 a 24. Les ofrecemos un servicio para dos subsegmentos: los menores de edad tienen una necesidad muy grande para consumir servicios en internet pero ningún banco les proporciona una forma de pagar. Por ejemplo con Fortnite, que es un boom mundial que se consume a diario. Pero para hacer las compras han de usar tarjetas de sus padres y eso genera un problema. Otro ejemplo: patinetes eléctricos, compras en Amazon. Un número de cuenta que empieza a usar sus datos, que empiecen a tener educación financiera.

Para los mayores de edad no hay limitaciones y ofrecemos una cuenta normal. El perfil que tenemos es jóvenes que están terminando la universidad, empiezan a tener sus empleos eventuales y necesitan tener una cuenta de referencia. Por otro lado estos chavales de 16 o 17 que necesitan una tarjeta para consumir por internet.

¿Qué os diferencia de Bnext, N26 y otros neobancos?

El posicionamiento. N26 es un posicionamiento bancario, para un público mayor de 35, que se plantea préstamos o servicios similares. Bnext va a un público viajero que sobre todo usa la tarjeta para hacer pagos y sacar dinero en el extranjero.

Lo que nos diferencia es que vamos enfocados a un público muy concreto con una serie de servicios muy determinados para ellos.

Queremos crecer con el público de la generación Z. Ellos son interesantes porque son un público muy difícil de adquirir. A los bancos les cuesta conseguir clientes con este rango de edad, ya que ven la banca tradicional como algo que consumen sus padres, no les gustan los contratos infumables…  La persona con 21 años y que ahora cobra su primer trabajo es un perfil que nos interesa y dentro de cinco años podemos y queremos estar ahí. Queremos ir creciendo con ellos. Nos gustaría ser líderes en este nicho en el mercado español y más adelante quizá salir a otros países.

Esperáis internacionalizar ya en 2021 y 2022 y sería en Hispanoamérica más que en Europa, donde hay más competencia

En Europa hay muchas alternativas y en Hispanoamérica menos. Lo que nos posiciona muy bien es la similitud con la cultura hispanoamericana. Ellos son países muy distintos, con culturas muy distintas. Pero hay sitios donde hay mucha gente sin bancarizar y esto es una oportunidad.

¿De donde tomaríais la financiación bancaria si llegáis a ofrecer otros servicios como créditos?

El objetivo es demostrar que somos capaces de gestionar una licencia de dinero electrónico para en el futuro tener la licencia bancaria completa. Actualmente tenemos una licencia de comercio electrónico de Reino Unido mediante un proveedor que subcontratamos pero durante el año que viene ya lanzaremos nuestra propia licencia.

¿Cómo enfocaríais el segmento del crédito?

Dar créditos es interesante. En el futuro pueden tener sentido los microcréditos y sobre todo a un interés muy bajo. Lo que no haremos es ofrecer este servicio con intereses altos. Al contrario, queremos fomentar iniciativas como la educación, para gente que quiera un máster, ir al extranjero a tener una experiencia laboral…

¿Cuántos clientes teneis como objetivo?

Hemos hecho 100.000 clientes este año. De los cuales cada uno con una tarjeta virtual, con la que pueden pagar online con total comodidad. Nos gustaría acabar 2020 con medio millón de usuarios, que serían solamente en España.

¿Qué parte de vuestros ingresos viene de la cuenta premium?

No la hemos lanzado aún porque estamos enfocados en captar clientes. Empezaremos a monetizar con el modelo freemium a partir del primer trimestre del año que viene.

¿Cómo tenéis pensado que los clientes no se vayan cuando llegue el momento de pagar?

«Estamos levantando dinero en Londres, Tel Aviv y España y para 2020 tenemos 10 millones comprometidos ya»

Va a ir ligado a los padres de menores que tienen una cuenta con nosotros y poder controlar en qué comercios se puede usar la tarjeta o no. Pensamos que en este público hay mucho recorrido. Somos muy conscientes de que no nos van a pagar una mensualidad los chavales pero un padre y una madre puede tener en su mail un informe mensual o semanal de qué se ha gastado el dinero, o acceder con su app. O por ejemplo decidir en qué comercios puede o no usarse la tarjeta que proveemos a nuestro hijo, como por ejemplo que no pueda usarse en farmacias. Ese sector de padres proveyendo a sus hijos de servicios bancarios s ipuede estar dispuesto a pagarnos una mensualidad.

¿Para cuándo la rentabilidad?

Para 2023.

Tenéis un accionista que es el fondo de inversión Gala Capital. ¿Tenéis pensado ir creciendo mediante rondas de financiación?

Estamos levantando dinero en Londres, Tel Aviv y España. Esperamos cerrar la ronda en la que estamos trabajando para 2020. Tenemos 10 millones comprometidos ya.

¿Con este dinero qué hacéis?

Desarrollo de producto y marketing. El marketing es fundamental.

¿Las fintechs son un aliado o un enemigo de los bancos?

«El chico de 15 años no va a verse sorprendido porque Facebook le ofrezca un préstamo. Los bancos seguirán siendo necesarios pero vivimos un cambio de tendencia»

Hay fintechs que se posicionan como enemigo de la banca pero nosotros hacemos lo contrario. Solo somos una alternativa que pretendemos cubrir un sector que no está atendido. Creo que estamos viviendo una transición. El chico joven de 15 años ahora no le va a sorprender en el futuro que Facebook le de un préstamo. La gente más mayor tendemos a categorizar los negocios, pero esto se rompe para los jóvenes. Los bancos van a seguir siendo necesarios pero vivimos un cambio de tendencia y las bigtechs van a empezar a dar dinero, que es el producto más rentable para los bancos y que mejor les funciona. Amazon sabe si una empresa de las que venden productos en su marketplace es solvente o no. Y ya está dejando dinero pero además ofreceiéndolo antes de que lo necesites. Y esto será una tendencia generalizada.

Y los bancos corren también. Por ejemplo Banco Santander compró la fintech Ebury en Reino Unido por medio millón de euros

Ellos esperan que haya cambios y de forma muy inteligente se posicionan en este mercado adquiriendos startups que ofrezcan servicios que creen que van a ser importantes.

¿Cómo os relacionaréis con la banca?

Estamos abiertos a todo lo que sea ofrecer servicios a los clientes que funcionen bien. Pero estamos teniendo cierto éxito porque el público nuestro nos ve como algo distinto, fresco e innovador en cómo nos comunicamos y hay que ser muy cuidadosos para no distorsionar lo que nuestro usuario medio percibe en nosotros. En el momento en que vean que nos influye la banca tradicional y dejamos de ser frescos será malo.

Nosotros no le vamos a enseñar nada a la banca. Somos unos recién llegados y no les vamos a decir cómo prestar dinero. Pero sí pensamos que podemos ser un agente importante par un determinado público, manteniendo la seguridad que la gente quiere con su dinero.

¿Vuestros ingresos vienen con las comisiones de los pagos?

Las compras bajo demanda son una de las vías. Por el conocimiento que tenemos del usuario sabemos que hay muchos productos que les podemos ofrecer porque forman parte de su estilo de vida. Por ejemplo mantenerte informado de algo que te pueda ser más atractivo. Y a través de ahí ofrecer servicios por los que se puedan pagar pequeñas cantidades: un euro, cincuenta céntimos. Si compras un billete, poder proveer por un euro de un seguro de asistencia de viaje, por ejemplo.

La tercera pata que es a largo plazo tiene que ver con la educación financiera. Ofrecer a los clientes servicios para que empiecen a ahorrar y entender como funciona el mercado financiero.

Es importante el trabajo con proveedores que imagino es transversal con otros sectores.

Se han acercado empresas con las que estamos llegando a acuerdos que son muy interesantes, llegamos a acuerdos con aseguradoras, con proveedores de movilidad…

Da la impresión de que las fintech españolas no crecen lo suficiente

En España, como startups o empresas que empezamos, creo que no aprovechamos el potencial que tiene Europa. Pretendemos hacerlo todo aquí porque es más cómodo y fácil, la comunicación es más directa. Pero obviamos que una ventaja de estar en la UE es que tenemos flexibilidad de comercio. A nosotros nos ha venido muy bien con Lituania, que es un país donde los trámites burocráticos son muy ágiles. En España la burocracia es lenta, y cuando eres una startup y el tiempo va en tu contra no puedes esperar mucho. España debe invertir y apostar por la digitalización y agilidad en estos términos. Porque cuesta mucho acceder a determinados trámites queen otros países, cumpliendo con la misma normativa europea que tiene España, lo hacen mas rápido.

Se dice que en España muchos emprendedores tienen como objetivo vender sus startups cuando alcanzan un tamaño

El ratio es demoledor y el 99% de las startups terminan fracasando. Somos conscientes de esto. Todo depende de cómo reaccione el mercado. Estamos aquí para ganar dinero y devolver la inversión con plusvalía a quien nos ha dejado la financiación. Queremos llegar a ese break even para hacer siempre cosas más interesantes. Pero cuando eso no se da hay que buscar una alternativa. En España tenemos pocos casos de empresas tecnológicas que hayan logrado consolidarse.

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