Las pymes dan la espalda al plan económico de Pedro Sánchez y exigen bajadas de impuestos
Las medidas económicas que ha puesto en marcha el Gobierno socialista dan la espalda a las reclamaciones reales de las pequeñas y medianas compañías, las pymes. Aunque teóricamente este colectivo es la prioridad del plan de choque contra la crisis económica generada por el estado de alarma, según las declaraciones de Pedro Sánchez y de sus ministros, los emprendedores españoles no creen lo mismo.
Según la encuesta que ha realizado Cepyme, entre las medidas exigidas al Gobierno por los pequeños y medianos empresarios destacan las ayudas fiscales (82%) y las deducciones de las cotizaciones a la Seguridad Social (69%). Un 58% también quiere ayudas directas, según se desprende del Barómetro Pyme de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme).
Sin embargo, la petición de préstamos o avales, la principal medida adoptada por Sánchez porque no implica movilizar recursos públicos ni bajar impuestos, solo la reclama directamente el 33,1% de los encuestados por esta patronal. Es decir, que tienen mucha menor acogida.
De hecho, numerosos empresarios han expresado a OKDIARIO su queja de que los trámites con las entidades financieras no están siendo fáciles. Por ejemplo, se excluye a las empresas que no han tenido la obligación de cerrar o tienen que hacer burocracia a pesar de que las gestoras están colapsadas.
Las pymes también ponen líneas rojas al Gobierno que, por el momento, hace caso omiso. Tres de cada cuatro empresarios consideran que lo que más les perjudicaría en este momento sería una subida de impuestos (75,3%), mientras que un 37,8% cree más perjudicial la subida del salario mínimo interprofesional (SMI).
Mientras tanto, Pedro Sánchez no ha renunciado en ningún momento a las subidas fiscales que había anunciado y tampoco ha hecho ningún anuncio sobre el SMI, a pesar de que la fuerte subida impulsada en los últimos años dificultará, sin lugar a duda, la recuperación del empleo en las pymes cuando acabe la crisis del coronavirus.
Las empresas de menos de 250 trabajadores, cuestionadas sobre cuáles serían las principales medidas que el nuevo Gobierno debe adoptar para crear empleo y mantener el crecimiento económico de los últimos años, avisan de que es necesario que haya una reducción de las cotizaciones a la Seguridad Social (82,2%), una bajada del Impuesto de Sociedades (59,8%) y del IRPF (56%). Pero esto tampoco está en la agenda oficial del Gobierno, ni siquiera a corto plazo.
Por ejemplo, los autónomos españoles tendrán que seguir pagando a final de mes la cotización social si el Gobierno no lo evita en lo próximos días. En otros países el pago de muchos impuestos sí se ha cancelado para afrontar esta extraordinaria crisis como consecuencia del confinamiento de la población.
Pese a la falta de ayudas, la empresa española quiere mantener los puestos de trabajo. El 60% de las pymes manifiesta que quiere mantener su empleo este año o incluso aumentarlo, pese a los efectos negativos del coronavirus. El 37% de las pymes encuestadas sí que espera hacer algún tipo de ajuste durante el primer semestre. El 96% de los consultados cree que la crisis afectará de forma negativa o muy negativa a su negocio y casi la totalidad de los encuestados (88,4%) cree que habrá un empeoramiento de la economía.
Sobre las expectativas generales que los empresarios tienen para su negocio durante 2020, casi el 70% considera que serán «malas o muy malas».
Aunque la mayoría de las pymes ha solicitado financiación o un ERTE para capear el temporal, el 13% se ha decantado por dar vacaciones a sus empleados, lo que, según Cepyme, manifiesta las duda para afrontar la actual situación con las medidas que se han puesto sobre la mesa. De hecho, un 15% de las pymes aboga por el cese de actividad de su negocio.
Gerardo Cuerva, presidente de CEPYME, afirma que lo que «la empresa quiere es hibernar, no despedir a los españoles». También avisa de los «problemas en la presentación de los ERTE por la burocracia que existe», algo que ya ha denunciado la Comunidad de Madrid en una misiva a la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. «Necesitamos que se haga de forma mucho más automática», explica Cuerva.
Cepyme estima, por lo pronto, que tres millones de trabajadores se irán al paro de forma temporal y que, de media, se destruirán 300.000 empleos por la crisis del coronavirus. Esta patronal es más precavida con la caída del PIB que otros organismos como Funcas o bancos de inversión como Goldman Sachs, que ha avisado de una caída de la actividad cercana al 10% de media en el ejercicio.