El precio de la gasolina vuelve a subir esta semana y se sitúa en máximos de 2015

El precio de la gasolina ha vuelto a subir esta semana. Concretamente, se ha incrementado un 0,55% y ha marcado un nuevo máximo del año tras tocar su nivel más alto desde agosto de 2015, según los datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea (UE).

En concreto, el litro de gasolina se ha situado en los 1,26 euros después de haber encadenado su tercera subida consecutiva, marcando así su precio más alto en casi tres años.

El gasóleo no se ha quedado atrás de esta subida: el precio medio del litro se ha encarecido esta semana un 0,77%, también en su tercera subida consecutiva, para situarse en los 1,164 euros, un precio que se asoma al máximo anual marcado en enero de 1,165 euros.

Niveles máximos de petróleo

Estos repuntes en los precios de los carburantes coinciden con los niveles máximos en que se encuentra el petróleo ante la escalada de tensiones geopolíticas.

En concreto, el precio del barril de petróleo Brent, de referencia para Europa, cotizaba este jueves por encima de los 74 dólares, en máximos desde 2014; mientras que el barril de crudo Texas se intercambiaba a más de 69 dólares.

Así, a los actuales precios, llenar un depósito de 55 litros de gasolina tiene un coste de 69,3 euros, lo que supone casi 40 céntimos más que la pasada semana.

Para el caso del gasóleo, el llenado de un depósito de 55 litros supone para el consumidor 64,02 euros, medio euro más que hace una semana.

Más barata en España que en la UE

La gasolina es más barata en España que en la media de la UE y la zona euro, donde el precio de venta al público del litro de combustible Euro-Super 95 se sitúa en 1,395 euros y 1,432 euros, respectivamente; mientras que el litro de gasóleo cuesta 1,291 euros en la media de la UE y 1,288 euros en la eurozona.

El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los nuevos gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal, en general, que la media comunitaria.