Powell corre el riesgo de pasarse de frenada subiendo tipos para recuperar el prestigio perdido
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ha reaccionado tarde a la espiral inflacionista que sufre el planeta -hasta hace muy poco consideraba temporal la subida de precios- y eso le obliga a ser más agresivo de lo que le gustaría en las subidas de tipos. Ahora, el riesgo es que se pase de frenada para contener el IPC y también para recuperar el prestigio perdido por este retraso. A su favor tiene que es probable que el mercado le haga parte del trabajo, como en anteriores ciclos alcistas de los tipos.
Como ha informado OKDIARIO, este puede ser el mayor endurecimiento de la política monetaria en EEUU desde 1994, con unas previsiones de un alza de tipos acumulada de 3 puntos porcentuales (300 puntos básicos) desde marzo hasta el verano de 2023. Algo que puede acabar siendo excesivo e incluso contraproducente, según muchos expertos, ya que la escalada actual de los precios se debe en mucha mayor medida a un shock de oferta (materias primas y energía) que a un recalentamiento de la demanda.
Pero, además de este problema con la inflación, la Fed tiene un problema de prestigio que la lleva a actuar ahora con tanta agresividad. Este retraso en el inicio de las subidas de tipos también tuvo detrás la renovación de Powell como presidente; es decir, mientras esperaba a saber si era reelegido por el Gobierno de Joe Biden no se atrevió a tocar la política monetaria y perdió por un tiempo precioso.
Esto le valió muchas críticas en Estados Unidos. Y ahora Powell quiere recuperar el prestigio perdido mostrando una dureza excesiva en las subidas de tipos, que le puede llevar también a pasarse de frenada. Algo que, según algunos analistas, podría acabar con la fase expansiva de la economía y provocar una recesión con el consiguiente aumento del desempleo.
Los temores del BCE y el trabajo sucio del mercado
Precisamente, el miedo a causar una crisis es lo que está frenando al BCE para iniciar su propio ciclo de subidas de tipos. En Europa no hay temor a las críticas ni al desprestigio por reaccionar tarde a la explosión inflacionista, pero sí pesa mucho el recuerdo del error de Jean-Claude Trichet en 2008, cuando se precipitó a subir los tipos (también entonces por el alza del petróleo) y eso desembocó en una recesión. Hay que tener en cuenta que la zona euro está lejos del pleno empleo de EEUU. No obstante, parece que Chistine Lagarde se ha rendido a la evidencia y está dispuesta a tomar medidas antes del verano.
A pesar de estos riesgos, Powell cuenta con un elemento a su favor. El maestro Alan Greenspan enseñó a todos sus sucesores a manejar las expectativas de los mercados, de forma que le hagan el trabajo a la Fed y no tenga que subir tipos tanto como anuncia. En el ciclo actual, Wall Street ha vivido en abril su peor mes desde marzo de 2020 (desde octubre de 2008 en el caso del Nasdaq, el gran protagonista de la escalada previa). Y los bonos también están corrigiendo en precio -subiendo en rentabilidad- a toda velocidad.
Ese juego de expectativas puede evitar que Powell se pase de frenada, que ahora mismo es el principal temor de los economistas de todo el mundo.