El plan de Draghi para Italia saca los colores a Sánchez: bajará impuestos y reducirá gasto superfluo

Mario Draghi
Mario Draghi.

Austeridad frente a despilfarro. El primer ministro italiano, Mario Draghi, además de bajarse el sueldo y dejar en evidencia a Pedro Sánchez, que aumentó en 2021 su retribución y de sus altos cargos un 0,9% como la del resto de los funcionarios, tiene un plan fiscal y presupuestario para Italia diametralmente opuesto al del Gobierno de España.

Draghi ha anunciado desde hace semanas que prepara una sustancial bajada de impuestos y que además reducirá, en la medida de los posible, el gasto superfluo que aún queda en la Administración Pública transalpina.

En concreto, el expresidente del Banco Central Europeo plantea una bajada de impuestos para los que cobran menos de 40.000 euros, una medida que contrasta con la intención de Sánchez de subir en la práctica todos los impuestos: el Gobierno español está abierto a subir el IVA reducido y superreducido, tiene en agenda subir el IRPF a las rentas altas y Sociedades a las empresas, entre otras figuras que quiere tocar como el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones.

Mientras que Draghi se plantea bajar la fiscalidad para ayudar a salir de la crisis del coronavirus, Sánchez quiere imponer hasta peajes en todas las carreteras del país en 2024, aunque ahora dice que solo lo hará si hay acuerdo con las otras formaciones políticas.

Entre los planes del mandatario italiano, en cambio, se encuentra una reforma profunda del impuesto sobre la renta, «con el doble objetivo de simplificar y racionalizar la estructura del gravamen, reduciendo gradualmente la carga fiscal y preservando la progresividad».

Draghi también descarta poner en marcha nuevos gravámenes como por ejemplo la Tasa Google o la Tasa Tobin, como sí ha hecho España con Sánchez. «Las experiencias de otros países nos enseñan que las reformas fiscales deben confiarse a expertos que sepan lo que puede pasar si se cambia un impuesto. No debemos olvidar que el sistema fiscal es un mecanismo complejo, cuyas partes están vinculadas entre sí», dice.

Pero no es la única medida que pondrá en marcha Draghi que choca con los planes de Sánchez, ya que el primer ministro italiano ha anunciado que quiere reducir las cargas administrativas -o lo que es lo mismo, el gasto superfluo- mientras que en España el gasto público y burocrático sigue disparado. En 2021 está previsto que suba el gasto en bienes y servicios un 3,7%, según la comparación de los créditos definitivos de la ejecución presupuestaria que difunde Hacienda.

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