El pequeño comercio no nota el alza del PIB: España, segundo país europeo donde más caen las ventas
Las ventas del pequeño comercio español cayeron un 0,6% en noviembre respecto a octubre, mes que ya descendieron un ligero 0,1% sobre septiembre, según Eurostat. Eso implica que los pequeños comercios españoles fueron los segundos de Europa que más vieron descender su facturación, igual que en Alemania, y sólo por detrás de Bélgica (-2,4%). El pequeño comercio español no disfruta de la mejora de la economía, que crece un 3,4% interanual hasta septiembre, y las asociaciones de autónomos alertan de que el año pasado cerraron 400 negocios al mes.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) también elabora esta estadística y ha publicado que en noviembre las ventas del pequeño comercio aumentaron un 2% sobre el mismo mes del año anterior. Pero descontados los efectos estacionales y de calendario, la subida fue de apenas un 1% sobre el año anterior, 2,4 puntos inferior al resultado de octubre.
Se trata en cualquier caso de un crecimiento inferior al del PIB y, además, hay que tener en cuenta que también es inferior a la inflación, que en noviembre se situó en el 2,4% y a cierre del año, en el 2,8%.
Por lo tanto, la mejora de la economía no está llegando a los pequeños comercios, que siguen sufriendo una escabechina de cierres. El PIB crece al citado 3,4% interanual, pero los expertos económicos subrayan que se trata principalmente por el gasto público, no por el buen comportamiento del consumo privado.
La discreta marcha de las ventas de los pequeños negocios en España se produce además justo en medio de que el Gobierno ponga en marcha diferentes medidas que les van a perjudicar en su resultado final.
La primera es el alza del salario mínimo. Ha subido en torno al 50% desde que gobierna Sánchez y para este año 2025 se prepara una nueva subida que todo apunta a que no será inferior al 4%. Los empleados que cobran el salario mínimo, más de dos millones, suelen ser en pequeños negocios y en sectores como la hostelería o la agricultura, además de en el sector de las cuidadoras de personas mayores.
Por eso, un incremento tan elevado del salario mínimo por parte de Yolanda Díaz va a aumentar otra vez los costes de estas pequeñas y medianas empresas, que tienen menos potencial para aguantar que las grandes multinacionales.
La segunda es la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales, aunque su aprobación podría retrasarse e incluso pararse definitivamente ya que el PSOE, Junts y PNV, además de PP y Vox, no están de acuerdo por el impacto que tendría en las empresas.
Para un pequeño comercio tener que asumir que sus trabajadores cobren dos horas y media como extra o cerrar su negocio esas dos horas y media a la semana sería mortal en muchos casos.
Dos problemas más para el pequeño comercio, que ya sufre importantes cierres. UPTA, asociación de autónomos adscrita a UGT, calculó que cada mes habrán cerrado en 2024 un total de 417 negocios cada mes y más de 5.000 en el conjunto del ejercicio. UPTA culpa de esta sangría a la competencia desleal de las grandes cadenas, que ponen en marcha días sin IVA y liquidaciones de stock.