Peligro inminente para los inquilinos: los propietarios podrán echarles si firmaron esta cláusula
La cláusula viral que permite a los propietarios echar a los inquilinos de una vivienda
El tema del alquiler está en el foco de la noticia, ya sea por el incremento de los precios en todos los puntos de España o por la relación entre los propietarios e inquilinos, que va a peor después de la aprobación en 2023 de la ley por el derecho a la vivienda. Esta norma impulsada por el Gobierno de Pedro Sánchez y sus socios ha desembocado en más burocracia y más aumento en el precio. Lejos de ser la panacea, ha creado más tensión en todo lo que rodea a la vivienda, uno de los grandes problemas de este país.
Uno de los focos en lo que respecta al alquiler está puesto en la relación entre el propietario e inquilino con el tema de la okupación de fondo. La última norma promulgada desde el Gobierno favorece claramente a las personas que viven de alquiler, mientras que pone contra las cuerdas a los arrendatarios, con la figura del gran tenedor (los que tengan cinco viviendas en zonas tensionadas) que quita derechos a los propietarios, que también se ven sometidos a la alta carga impositiva del país.
Uno de los temas que saltó al foco de la noticia en los últimos meses tuvo que ver con la duración mínima del alquiler después de la última modificación de la Ley de Arrendamientos Urbanos tras la entrada en vigor de la famosa Ley 12/2023, de 24 de mayo, por el derecho a la vivienda. La norma deja claro que la duración tiene que ser pactada antes por las dos partes, pero que siempre será como mínimo de cinco años en caso de que el arrendatario sea una persona física. Esto atañe a los contratos firmados después del 6 de marzo de 2019. En caso de personas jurídicas, el alquiler mínimo será de siete años.
Como novedad con esta nueva ley de 2023, se incluye que el inquilino podrá estar un año extra en la vivienda, aunque el propietario no esté por la labor. Este año de gracia se concederá a las personas que demuestren estar en una situación de vulnerabilidad económica y social. Las condiciones de pago serán las mismas que las del contrato original. Siempre hay que tener en cuenta que tanto la prórroga como la renovación mínima hasta el quinto año sólo se podrán realizar siempre que el inquilino esté al corriente con los pagos.
La cláusula secreta entre propietarios e inquilinos
En las últimas semanas, desde Alquilino, un medio especializado en la materia, han sacado a la luz una cláusula de la que están tirando los propietarios para poder rescindir el contrato con los inquilinos ipso facto. Esto tiene que ver con la inseguridad jurídica que tienen que afrontar los arrendadores ante los impagos de muchos arrendatarios y siempre con el problema de la okupación de fondo.
Así que, como ha informado esta web, esta cláusula tiene que ver con un escrito en el contrato de arrendamiento en el que el inquilino renuncia a exponer su caso ante la justicia si el propietario decide romper el contrato de forma unilateral sin motivo aparente. Este apartado, lógicamente, deja sin ningún tipo de defensa jurídica a los inquilinos que, en caso de que vengan mal dadas, tendrían que abandonar la vivienda.
Esta ‘letra pequeña’ dentro del contrato parece que está siendo utilizada por muchos propietarios para curarse en salud ante la posición de indefensión en la que han quedado después de la entrada en vigor de la última ley de vivienda. Esta incluso permite a los inquilinos quedarse hasta los seis años como mínimo en un domicilio, aunque el arrendador no lo desee. La norma también frena el incremento del precio del alquiler hasta el 3% en 2024 y, de cara al año próximo, se introducirá un nuevo índice de acuerdo al IPC para frenar el aumento desproporcionado de los precios.
Otra de las novedades de esta ley promulgada por el Gobierno de Sánchez y compañía es que el propietario tendrá que hacer frente a los gastos de gestión inmobiliaria y formalización del contrato. Esto incluye los gastos de la elaboración del escrito, además de los pagos a la agencia. Unos costes que antes o bien pagaba el inquilino o estaban repartidos entre ambos.