Hacienda

No te quitan ojo: el método infalible de Hacienda que acaba con el dinero negro

La cantidad a partir de la cual el banco debe informar a Hacienda sobre una transacción bancaria

La economía sumergida supone un 17% del Producto Interior Bruto (PIB)

La advertencia de Hacienda sobre las multas si regalas dinero a familiares y no lo declaras

No te quitan ojo: el método infalible de Hacienda que acaba con el dinero negro
Dinero en la ventanilla de un banco.
Blanca Espada

La economía sumergida es una realidad persistente en muchas partes del mundo, y España no es una excepción. Se trata de una parte importante del Producto Interior Bruto (PIB) que queda fuera del radar de la Agencia Tributaria y, por ende, escapa al pago de impuestos y contribuciones sociales. En cifras, esto supone entre 230.000 y 240.000 millones de euros, casi el 17% del PIB, según datos proporcionados por Gestha, el sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda. Esta evasión fiscal representa una pérdida significativa para el estado, que podría destinarse a servicios públicos esenciales como la sanidad o la educación.

Para combatir esta situación, la Agencia Tributaria ha perfeccionado sus mecanismos de control, prestando especial atención a las transacciones en efectivo, uno de los métodos más habituales de evasión fiscal. A este fenómeno, conocido popularmente como ‘dinero negro’, se le asocia con aquellas actividades económicas que se realizan fuera del marco legal, evitando la aplicación de impuestos. Desde operaciones comerciales que no se facturan hasta el almacenamiento de grandes cantidades de efectivo en domicilios particulares, Hacienda ha puesto en marcha un plan para cortar de raíz esta práctica. En los últimos años, las entidades bancarias han jugado un papel crucial en esta lucha contra el fraude fiscal, ya que están obligadas a reportar cualquier movimiento sospechoso a Hacienda.

El método de Hacienda que acaba con el dinero negro

Las normas de Hacienda para acabar con el ‘dinero negro’ son claras: cualquier ingreso o retirada de efectivo que supere los 3.000 euros, o la utilización de instrumentos financieros como cheques y pagarés por encima de esta cantidad, será reportado automáticamente. Además, se ha intensificado la vigilancia sobre los trabajadores autónomos, un colectivo especialmente propenso a manejar dinero en efectivo, sobre todo en sectores como la hostelería o el comercio.

El uso del dinero en efectivo ha sido, durante mucho tiempo, el método preferido para mantener ciertas transacciones económicas fuera del control de las autoridades fiscales. Sin embargo, la Agencia Tributaria ha desplegado un conjunto de medidas que dificultan estas prácticas. La ley es estricta: todas las operaciones que impliquen movimientos de grandes cantidades de dinero deben ser notificadas, tanto si son ingresos como retiradas. Los billetes de 500 euros, por ejemplo, son un foco especial de atención debido a su uso frecuente en transacciones de gran valor que no siempre son debidamente declaradas.

Los bancos, como decimos, están obligados a seguir el protocolo de informar a Hacienda cuando detectan cualquier movimiento inusual. Esto significa que ya no es tan sencillo pasar desapercibido a ojos de la administración. Además, la normativa prohíbe realizar pagos en efectivo superiores a 1.000 euros cuando se trata de operaciones entre empresas o profesionales, lo que añade otra capa de protección contra el fraude. Esta limitación está diseñada para cortar de raíz cualquier intento de manejar grandes sumas de dinero sin pasar por los canales oficiales.

No obstante, la mera existencia de una operación de gran valor en efectivo no es, por sí misma, motivo de sanción o investigación. Hacienda sólo toma cartas en el asunto si detecta que detrás de ese movimiento pueden existir actividades delictivas o fraudulentas. En este sentido, el Banco de España aclara que el fisco actúa cuando considera que una operación puede estar relacionada con algún tipo de fraude o evasión fiscal. En ese momento, se solicita información adicional a la entidad bancaria e incluso al cliente involucrado.

Los autónomos, en el punto de mira

Aunque el foco de Hacienda está en todas las actividades económicas que manejen grandes cantidades de dinero en efectivo, hay un colectivo que está particularmente vigilado: los trabajadores autónomos. Esto se debe a que, en muchos sectores, los pagos en efectivo son una práctica habitual, lo que facilita que ciertos ingresos no se declaren. Restaurantes, bares, peluquerías y pequeños comercios son algunos ejemplos de actividades donde el efectivo sigue siendo la forma preferida de pago.

Para contrarrestar esta tendencia, la Agencia Tributaria ha puesto en marcha el Plan de Control Tributario y Aduanero. Este plan no sólo incluye una supervisión más exhaustiva de los sectores donde el uso de efectivo es predominante, sino también un enfoque en los pagos electrónicos realizados a través de plataformas situadas en el extranjero. Esta vigilancia tiene como objetivo evitar que se eludan las obligaciones fiscales mediante el uso de sistemas de pago fuera de España.

En la era de la digitalización, los autónomos también deben estar atentos a cómo manejan sus cuentas. La evasión fiscal ya no sólo se combate en el terreno físico, sino también en el digital. Las transacciones electrónicas, especialmente aquellas que tienen lugar en plataformas ubicadas fuera del país, están en el radar de Hacienda. Los sistemas de pago online, en principio, ofrecen una mayor transparencia, pero también se han convertido en un nuevo frente de batalla para las autoridades fiscales, que buscan asegurarse de que cada movimiento quede reflejado en las cuentas correspondientes.

Guardar dinero en casa: ¿legal pero arriesgado?

Por otro lado está el dinero físico que mucha gente tiene en casa o como se dice «guardado bajo el colchón». y aunque no tenga nada que ver con el hecho de querer evadir dinero y sea algo inofensivo, tiene sus riesgos. Lo primero que hay que saber es que guardar efectivo en el domicilio es legal, siempre y cuando se pueda justificar el origen de ese dinero. Es decir, no basta con tener grandes sumas de dinero en efectivo en casa; hay que poder demostrar que esos fondos provienen de ingresos declarados de manera correcta en la declaración de la Renta.

El problema surge cuando esas cantidades no se declaran adecuadamente. Aquí es donde entra en juego la vigilancia de Hacienda, que tiene conocimiento de todos los movimientos en efectivo que superen los 3.000 euros, tanto si se trata de ingresos en cuentas bancarias como si son retiradas. El objetivo es evitar que grandes cantidades de dinero pasen desapercibidas y no tributen lo que les corresponde.

Lo último en Economía

Últimas noticias