Jubilación

Muy atento si naciste entre 1960 y 1970: giro de 180º en las normas de jubilación y no hay vuelta atrás

normas de jubilación
Blanca Espada

Si naciste entre 1960 y 1970, estás en ese grupo directamente afectado por los últimos cambios que llegan a partir de enero de 2025. Y no, no es un simple ajuste técnico: hablamos de un giro completo en las normas de jubilación que conviene conocer bien de modo que puedas cumplir todos los requisitos para acceder a tu pensión cobrando además, el 100%.

A partir del próximo año, el sistema de pensiones español entra en una nueva fase. La reforma que comenzó hace tiempo alcanza ahora un punto crucial que obliga a replantearse sus planes a quienes están a punto de jubilarse. Ya no bastará con cumplir los 65 años. La edad y, sobre todo, los años cotizados serán los que determinen cuándo y cómo podrás jubilarte. De este modo, muchos trabajadores que han cumplido o están cerca de cumplir 65 años se están encontrando con una sorpresa que no esperaban: no podrán jubilarse todavía, al menos no sin penalización.

Y es que la Seguridad Social ha establecido nuevos requisitos, más exigentes, que van aplicándose de forma gradual hasta 2027. Esto implica que quienes nacieron en los años 60 tendrán que revisar al detalle su historial laboral, hacer cuentas y valorar alternativas como la jubilación anticipada. Aquí te explicamos, paso a paso, cómo te afectan los cambios si estás en esa franja de edad.

Giro de 180º en las normas de jubilación

Uno de los cambios más importantes en las normas de jubilación, y que ya entró en vigor el pasado 1 de enero 2025 es que ya no bastará con tener 65 años para jubilarse con el 100% de la pensión. Sólo quienes hayan cotizado al menos 38 años y 3 meses podrán hacerlo a esa edad. Si no se llega a ese mínimo, la Seguridad Social obligará a esperar hasta los 66 años y 8 meses para acceder a la pensión completa. Es decir, casi dos años más de trabajo.

Esto tiene un impacto directo, por ejemplo, en los nacidos en 1960, que cumplirán 65 justo en 2025. Si no acumulan esos casi 40 años de cotización, no podrán retirarse o si lo hacen,  no lo harán con el 100% de la pensión.

El modelo busca premiar las trayectorias laborales continuas, pero no podemos pasar por alto que lo que hace también, es penalizar las lagunas de empleo, algo que en generaciones anteriores no era raro. Años en la economía sumergida, interrupciones por maternidad o cuidados familiares, o simplemente haber empezado a trabajar tarde, pueden marcar la diferencia entre retirarse a los 65 o tener que esperar a los 67.

La idea de fondo es reforzar la sostenibilidad del sistema público de pensiones, en un momento en que la generación del baby boom se acerca a la jubilación. Pero en la práctica, supone un endurecimiento del acceso al retiro que obliga a muchas personas a hacer ajustes sobre la marcha. Y lo más relevante: este esquema se mantendrá en ascenso hasta 2027, cuando se establezca de forma definitiva una nueva edad ordinaria.

¿Y qué sucede con la jubilación anticipada?

La opción de jubilarse antes sigue existiendo, pero no es nada sencilla. A partir de 2025, la jubilación anticipada voluntaria será posible a partir de los 63 años, aunque solo si se cumplen ciertas condiciones. La más importante vuelve a ser el historial laboral: será necesario haber cotizado al menos 38 años y 3 meses. En caso contrario, no solo habrá que esperar más tiempo para retirarse, sino que la pensión sufrirá recortes importantes.

Estos recortes vienen determinados por los llamados coeficientes reductores, que penalizan económicamente a quienes deciden jubilarse antes de la edad legal. Y lo hacen además de forma permanente dado que la reducción se aplica de por vida. De este modo, cuanto más se adelante la jubilación, mayor será la penalización. Por eso, en la práctica, muchas personas descubren que jubilarse anticipadamente implica perder cientos de euros al mes, de manera irreversible.

Es fundamental, por tanto, estudiar bien cada caso. Por ejemplo, alguien nacido en 1962 que en 2025 cumpla 63 años podría plantearse la jubilación anticipada, pero solo si ha cotizado lo suficiente. Si no, tendrá que asumir una pensión menor o esperar al menos uno o dos años más. En este contexto, la figura del asesor laboral cobra una importancia enorme: pequeñas decisiones tomadas a tiempo pueden traducirse en miles de euros más o menos en la pensión futura.

La edad de jubilación seguirá aumentando

El proceso de reforma no se detiene en 2025. Cada año traerá un pequeño ajuste hasta completar la reforma en 2027. Estos son los principales cambios que afectarán especialmente a quienes nacieron entre 1962 y 1970:

  • En 2025: sólo podrán jubilarse con el 100% de la pensión quienes tengan 65 años y al menos 38 años y 3 meses cotizados. Si no se alcanza esa cifra, habrá que esperar hasta los 66 años y 8 meses.
  • En 2026: la edad ordinaria de jubilación sube de nuevo. Quienes no lleguen al mínimo de cotización tendrán que esperar hasta los 66 años y 10 meses para retirarse con la pensión completa.
  • En 2027: culmina la reforma. Solo quienes hayan cotizado 38 años y 6 meses podrán jubilarse a los 65 años. El resto deberá esperar hasta los 67 años, que se convertirá en la nueva edad estándar de jubilación.

Este nuevo marco afectará de lleno a quienes están ahora entre los 55 y 63 años. Aunque algunos aún podrán beneficiarse de condiciones más favorables, muchos se verán obligados a prolongar su vida laboral más allá de lo que esperaban. Y no solo es una cuestión de fechas: también influye el tipo de trabajo, la salud y las oportunidades reales de empleo a partir de cierta edad.

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