Mujeres e hijos de trabajadores defienden la continuidad de Nissan en Ávila
Las mujeres y los hijos de los trabajadores de Nissan han defendido hoy en una concentración celebrada en pleno centro de la ciudad, la continuidad de la fábrica que la multinacional japonesa tiene en la capital abulense, con emotivos mensajes culminados con la lectura de un manifiesto.
Ante medio millar de personas, los mensajes más emotivos han llegado de la mano de Adrián García, de 11 años, y de Miguel Ángel Arévalo, de 7, cuyos padres trabajan desde hace años en esta factoría que vive momentos de incertidumbre desde hace meses, especialmente desde que se dejó de fabricar el NT500 desde el pasado 1 de enero.
«He hecho muchos amigos y bastante íntimos y estoy muy contento viviendo en Ávila, que es una ciudad muy bonita y de la que no quiero irme porque tengo muy buena vida en la urbanización», ha dicho entre aplausos Adrián.
Algo más tímido, desde el escenario Miguel Ángel, que tiene una hermana de 5 años, ha dicho no querer mudarse de ciudad, porque ha hecho «muchos amigos en el colegio» y le costaría «mucho» hacer otros en «otra ciudad y en otro centro».
«Me quiero quedar», ha finalizado este pequeño, acompañado por los hijos de algunos de los cerca de 500 trabajadores de la planta, cuyo presidente del comité de empresa, Rubén Zazo, ha agradecido con «cierta emoción» este acto organizado por sus familiares con un tono «reivindicativo y, a la vez, festivo» para «desengrasar un poco de todo el estrés que llevamos».
Al respecto, ha añadido que este tipo de actos y las iniciativas realizadas en los últimos meses para salvar la planta, no son sólo para con ellos mismos y su trabajo, sino también «con toda la ciudad y la provincia», porque quieren que «Nissan siga en Ávila».
«No nos valen las soluciones que nos dan de que en caso de cierre nos recoloquen en cualquier planta del Estado», ha comentado Zazo, en referencia al compromiso hecho público el jueves por el presidente de Renault España, José Vicente de los Mozos, durante su entrevista con el comité el jueves si la planta cerrase.
En este sentido, Elena Martín, mujer de uno de los empleados de la factoría, ha leído un manifiesto bajo el título 2, en el que se advierte de que si la fábrica no sale adelante, tendrían que «buscarse la vida en otras ciudades, rompiendo la unidad familiar».
«Ávila no debe pagar este duro precio», ha argumentado, para después vaticinar que el cierre «sería la puntilla para una ciudad con tejido industrial tan pobre».
Tras recordar que además de los casi 500 empleados de Nissan se suman otros 300 de las empresas auxiliares, Martín ha afirmado que «Ávila nos e merece que le sigan tomando el pelo de esta manera».
«Ya está bien de jugar con el pan de tantas familias, peso es que desde hace tiempo se está atentando contra la dignidad de los trabajadores de Nissan que ven permanentemente pendiendo de un hilo su futuro profesional», ha sostenido.
En este contexto, ha añadido: «No debemos permitir por más tiempo que la empresa siga vendiendo humo y miedo, a cambio de que se llene los bolsillos con las subvenciones recibidas por las administraciones».
Antes de la lectura del manifiesto, algunas de las mujeres de los trabajadores, ataviadas con camisetas rosas en las que podía leerse «¡Nissan! Ávila te necesita!», han defendido en declaraciones a los periodistas, la mismas opción que sus maridos.
Elena Martín se ha mostrado partidaria de que las opciones de prolongar la vida del modelo NT400 -Cabstar- hasta el año 2023, debería ir unida a la de instalar en Ávila una fábrica de recambios que la Alianza no tiene en Europa.
Otra de las mujeres, Begoña, ha señalado que esta situación le recuerda la que en 2008 vivió ella y otras esposas de empleados de la factoría cuando cerró Lear, una empresa que llegó a tener hasta 1.700 empleados, la mayoría mujeres.
Por otra parte, Rubén Zazo, ha anunciado que del 27 de febrero al 20 de marzo se les aplicarán los 15 días de flexibilidad previstos en el convenio, ante el descenso en torno al 40 por ciento de la producción del NT400.