Nicolas Hulot

El ministro de Ecología de Macron es la nueva preocupación de la energía nuclear

Ecología
Nicolas Hulot, ministro de Ecología de Emmanuel Macron. (Foto: Getty)
María Villardón

Nicolas Hulot, nuevo ministro de Transición Ecológica y Solidaria, es uno de los hombres fuertes de Gobierno de Emmanuel Macron y una de las preocupaciones de las compañías que se dedican a la energía nuclear en territorio francés. Ecologista convencido y fiero defensor de las energías renovables ha abogado de manera permanente por la supresión progresiva de este tipo de energía que crea en el país alrededor de 200.000 puestos de trabajo y proporciona el 75% de la electricidad.

La tensión se adueñado de aquellas empresas de energía nuclear que operan en Francia tras el nombramiento de Hulot por parte de Macron. Tras el accidente nuclear de Fukushima en 2001, el nuevo titular de la cartera de Ecología ha defendido a capa y espada la desaparición progresiva de este tipo de energía y ha apostado fuertemente por energías alternativas que sean respetuosas con el medio ambiente.

Es bien conocido por todo el mundo que Hulot es un activista galo que no ha dejado de lado el daño planetario por parte de la mano humana. Así lo ha hecho ver en diversos de sus documentales y así lo hizo saber en la Cumbre por el Cambio Climático a la que acudió por mandato de François Hollande en 2015.

“Nuestro modelo no es sostenible”, ha declarado Hulot en más de una ocasión. Antes no tenía en su mano más que la denuncia social, sin embargo, ahora tiene en su mano una de las carteras más importantes de Francia.

Las empresas son conscientes de su actual poder y el desconcierto se apoderado de ellas, claro, teniendo en cuenta que el sector proporciona alrededor del 75% de la electricidad de Francia y emplea a 200.000 personas.

Tras conocerse la victoria de Macron sobre Marine Le Pen, las acciones de la empresa nuclear estatal Electricité de France (EDF) subieron más de un 20% porque albergaban la esperanza de que el nuevo presidente les brindara más apoyo. Sin embargo, el jolgorio bursátil se apagó un 7% al conocer que el nuevo ministro sería un ecologista más que convencido. Los analistas señalaban que, teniendo en cuenta el perfil del nuevo hombre del mandatario galo, es probable que el nuevo Ejcutivo tomo una línea más dura con el sector empujando a EDF a errar sus puertas y su permiso para extender la vida útil de las centrales.

Hulot siempre se ha negado a formar parte del Gobierno, ha rechazado a Hollande, Sarkozy y Chirac, pero ahora ha decidido decir ‘sí, quiero’ a Macron porque, según él, ha sido el primero en ofrecerle la oportunidad de tomar una acción real sobre el medio ambiente. “Creo que la nueva situación política ofrece una oportunidad para la acción y no lo puedo ignorar”, ha declarado tras su llegada al Elíseo.

La compañía estatal tiene, además, motivos de preocupación porque, si Hulot va en serio, va a tener que ‘reinventarse’ y apostar por la energía renovable sin pestañear. En una entrevista con un medio francés, Hulot ha señalado que EDF necesita alejarse de la energía nuclear, proyectos demasiado costosos, y acusó a la firma de no invertir lo suficiente en energías verdes.

“Francia debe tener un objetivo a medio plazo de poner fin al uso de la energía nuclear”, opina el ecologista. No obstante, Hulot, según los medios galos, es un activista que tiene una buena relación con las multinacionales como EDF y que ha moderado un poco su discurso en los últimos tiempos. De hecho, señalan, hay empresas como L’Oreal o Carrefour que son patrocinadoras de la fundación sobre medio ambiente que lleva su nombre.

No obstante, a pesar de su dura defensa de las energías verdes, parece que Hulot es consciente de que la desaparición de la nuclear debe hacerse de manera progresiva, así como de las ventajas económicas que ofrece este tipo de energía. “No podemos imponer una transición a la fuerza, debe ser hecha de manera aceptable. El cierre de la central nuclear de Fessenheim debe ser un hecho, aunque tendrá un coste social”, respondía Hulot a Le Parisien.

Hulot, además, será un termómetro clave a la hora de valorar la convivencia dentro del gabinete de Macron. El primer ministro, Edouard Philippe, fue directivo en Aresa, la gran multinacional francesa de energía nuclear y Hulot no tendrá más remedio que lidiar con él y sus ideas a favor del sector. De hecho, las compañías energéticas creen que con Philippe tienen un aliado para frenar las posibles ideas radicales del ministro verde.

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