El miedo de BBVA a que el Gobierno vete la fusión con Sabadell le lleva a ofrecerse para lo que necesite
El presidente del BBVA, Carlos Torres, está manteniendo contactos discretos con el Gobierno de Pedro Sánchez para intentar evitar el veto anunciado por el Ejecutivo a la fusión con el Banco Sabadell si tiene éxito la OPA. A cambio de ablandar esta postura, Torres se ha ofrecido como «aliado» del Gobierno para lo que pueda necesitar en el futuro en materia de financiación de la deuda o de diferentes proyectos, según fuentes conocedoras de la situación.
«Torres está haciendo un acercamiento con el Gobierno. Y que les ha dicho que así tienen dos aliados en Cataluña, en vez de contar únicamente con La Caixa como hasta ahora», asegura una de las fuentes.
Como ha venido informando OKDIARIO, La Caixa ha ayudado al Ejecutivo en Telefónica y Sánchez pretende que lo haga también en Talgo, dentro de una «solución global» en la que se incluye el permiso para dar salida a los fondos con los que comparte el accionariado de Naturgy.
Esta disposición a ayudar del BBVA sería muy importante para financiar diferentes proyectos con los que Sánchez quiere contentar a sus socios catalanes. Pero también se aplicaría a la deuda de la Generalitat o de entidades locales, e incluso se puede extender al Estado para sus propias necesidades de financiación del ingente gasto público del presidente.
El Gobierno no tiene competencias para vetar la OPA que el BBVA va a lanzar sobre el Sabadell, pero sí la fusión posterior de las dos entidades que Torres pretende acometer posteriormente. Como adelantó OKDIARIO, el presidente del banco de origen vasco pretende seguir adelante con la operación aunque no se autorice la fusión, pero en ese caso no podría conseguir las sinergias (ahorros de costes) de 850 millones anunciadas y la oferta perdería atractivo para los accionistas del Sabadell. Lo cual dificultaría el éxito de la oferta, que está condicionada a la aceptación del 50,01% del capital.
Ésa es la razón por la que Torres está poniendo toda la carne en el asador para tratar de cambiar la actitud del Gobierno, que desde el principio se ha opuesto a la unión del BBVA y el Sabadell porque sería «lesiva» en términos de reducción de la competencia -sobre todo para las pymes- y de cierre de oficinas, en especial en zonas con poca población.
Elogios de Torres
Este acercamiento del BBVA al Gobierno del PSOE para facilitar la operación del Sabadell ya se escenificó en junio, cuando el banco que preside organizó un acto con presencia de Pedro Sánchez, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, y el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan. En dicho acto, Torres se deshizo en elogios sobre la política económica del Ejecutivo, a pesar del impuesto a la banca.
En dicho acto, Torres aseguró que el BBVA está alineado con el Gobierno en cuestiones clave como la transición ecológica, las energías renovables y el crecimiento inclusivo frente al cambio climático. Es decir, adoptó la retórica habitual del gabinete de Sánchez.
Esta semana, el BCE ha dado su visto bueno a la operación al no apreciar ningún problema de solvencia, algo que se daba por descontado. Como también adelantó este periódico, el supervisor no iba a entrar en cuestiones de competencia, sino que se las deja por completo a la CNMC (comisión Nacional de los Mercados y la Competencia).
Ese es el gran obstáculo que afronta la operación, ya que este organismo puede vetar la OPA o, lo que es más probable, autorizarla con unas duras condiciones (remedies) de venta de oficinas o negocios del Sabadell. Además, su decisión puede demorarse bastantes meses si la lleva a lo que se conoce como fase 2, para realizar un análisis en profundidad de las implicaciones de la unión de los dos bancos.