Los grandes fondos preparan una venta masiva de bonos franceses ante el fracaso de Bayrou
Las grandes agencias crediticias revisarán el 'rating' del país tras la moción de confianza este lunes en la Asamblea Nacional

Francia afronta una aguda crisis política que ha fulminado la calidad de su renta variable en días. Los mercados financieros —tanto fondos de pensiones como gigantes de capital riesgo— se preparan para el fracaso inminente del voto de confianza al primer ministro francés, François Bayrou, este lunes. El Gobierno de Francia se enfrentará al examen parlamentario en la Asamblea Nacional que podría sellar la dimisión de Bayrou, el quinto primer ministro que ha rodado durante el mandato de Macron. El último fue Michel Barnier en diciembre, tras no superar una moción de censura.
El detonante de la crisis política ha sido el plan presupuestario impopular que ha propuesto Bayrou: el político plantea reducir el déficit público al 4,6% desde el 5,6% actual. Pretende lograrlo con un ambicioso plan de recortes fiscales, una hoja de ruta que ha sido rechazada de forma contundente tanto por la izquierda como por la derecha francesa. En las semanas de parón estival, cuándo París se llenó de turistas y los trabajadores apuntaban al sur del país, Bayrou propuso una reducción del gasto público por encima de los 44.000 millones de euros que incluía a su vez una subida de impuestos.
Esto ha llevado a que se dispare la prima de riesgo sobre la deuda francesa. El diferencial con el bund alemán ha marcado los 80 puntos: esto quiere decir que existe mayor riesgo de impago. Francia ahora dispone de la prima de riesgo más alta de toda la eurozona: por encima de Portugal, España o Grecia, los protagonistas de la crisis de deuda de la región comunitaria. Con todo, el Tesoro francés buscó recaudar 11.000 millones de euros tras una subasta de sus notas de 10 a 30 años el pasado jueves, con los rendimientos muy disparados.
El cerco se estrecha sobre la coalición frágil de Emmanuel Macron. Y el Gobierno galo ha dejado las expectativas muy altas de cara al voto este lunes. Lo que Francia se juega este lunes, según Bayrou, «ni siquiera es el destino del Gobierno» sino «el destino de Francia». Para poner la crisis política en contexto: el balance de la deuda que ha acumulado el Gobierno francés equivale al 114% del producto interior bruto (PIB), a la vez que mantiene un déficit presupuestario del 5,8% sobre el PIB.
En los días previos al voto, Macron ya se disponía a nombrar a su sucesor en el Palacio de Matignon, tras varias jornadas de negociaciones sin fruto. En la prensa francesa ya resaltaban nombramientos de políticos del Partido Socialista (Parti Socialiste, en francés).
«El milagro no se logró», sintetizó Jordan Bardella, el presidente del partido francés Agrupación Nacional (Rassemblement National), tras dar por descartado un voto a favor del presupuesto el pasado martes. El líder del Partido Socialista, Olivier Faure, también se ha hecho eco en que no avalará el presupuesto de Bayrou el próximo lunes.
El gasto gigantesco de Francia ha tenido réplicas considerables sobre el núcleo financiero del país, París. Según el análisis de la aseguradora Allianz, las insolvencias empresariales en Francia están al alza: en 2024 se registró un récord de quiebras en el país. «Muchas empresas siguen arrastrando altos niveles de deuda, costes financieros elevados y presión debido a los precios de la energía», explican desde Allianz. Por otro lado, organizaciones patronales denuncian a menudo la falta de recursos que sufre la sanidad pública del país, además de la falta de inversión en infraestructuras, como en las redes ferroviarias.
Guilhem Savry, responsable de estrategia de análisis en Edmond de Rothschild Banca Privada, da por hecho el fracaso. «Los activos franceses parecen ofrecer pocas ventajas frente a los activos europeos de otros países con paisajes políticos más estables», ha lamentado. «A largo plazo, los fundamentos de la economía francesa en comparación con otros países europeos también siguen siendo desafiantes».