Las mentiras de Corredor sobre el apagón: desconexión nuclear, falta de hidráulica y suficiente respaldo


La comparecencia de este jueves de la presidenta de Red eléctrica, Beatriz Corredor, ha provocado la indignación de los partidos de la oposición, de las empresas eléctricas -a las que volvió a culpar del apagón- y de los expertos en el sector. Según éstos, sus explicaciones estuvieron plagadas de incongruencias y mentiras, referidas a las centrales nucleares, a las hidroeléctricas y al respaldo con el que contaba el sistema ese día.
Desconexión nuclear
Corredor aseguró este jueves en el Senado que el 28 de abril estaban operando menos nucleares de lo habitual «porque los dueños de esas centrales decidieron no ofrecerlas al mercado y el operador no puede obligarles a hacerlo», es decir, porque no quisieron por las condiciones de mercado (precios bajos).
La realidad es que las centrales nucleares no pueden desconectarse sin el permiso de Red Eléctrica, no pueden apagarse y encenderse a voluntad. Es decir, si no estaban operativas es porque la empresa que preside la ex ministra socialista les dio permiso por no considerarlas necesarias ese día.
Además, «las nucleares tardan horas en empezar a generar energía, lo que se conoce como rampa larga, así que Red Eléctrica no puede tirar de ellas cuando hay un fallo en el sistema. Si las necesita, debe anunciárselo con horas de antelación», explica uno de los expertos consultados. Y lo mismo pasa con la parada, también les lleva horas.
¿Dónde estaba la hidráulica?
Uno de los grandes misterios del apagón es por qué Red Eléctrica no encendió las centrales hidroeléctricas para estabilizar el sistema cuando empezaron las oscilaciones, ya que los pantanos sí pueden operar en pocos minutos. En cambio, lo que hizo fue tratar de encender dos centrales de gas (ciclos combinados), que también necesitan horas para empezar a operar.
Según Corredor, «las centrales hidroeléctricas no fueron capaces de arrancar en autónomo en ese momento, sino que tuvieron que ser alimentadas por interconexión con Francia y Marruecos», algo que han acreditado tanto el Ministerio de Transición Ecológica como Redeia (matriz de Red Eléctrica).
De nuevo, los especialistas no se creen esta explicación: «Todas las hidroeléctricas están preparadas para levantar de cero, tienen grupos electrógenos para hacer arranque autónomo. Ya sería raro que todas las centrales hidráulicas de España tuvieran los depósitos vacíos ese día y que no arrancara ni una».
La presidenta de Redeia también intentó achacar este fallo a que las hidroeléctricas deben encenderse en la zona donde se produce el fallo. Sin embargo, como se trataba de estabilizar la red nacional, daba lo mismo dónde estuvieran, lo importante era que arrancaran rápido. Es más, hay varias hidroeléctricas en Badajoz, donde se produjo el primer fallo, según su explicación.
Respaldo suficiente
Otro aspecto que ha provocado indignación es el empeño de Corredor en defender que el día del apagón el sistema contaba con suficientes grupos de respaldo (centrales de generación síncrona como nucleares, gas o hidráulicas, que absorben los excesos de tensión) para salvar su gestión, aunque el propio apagón es una prueba evidente de que no fue así.
«Antes Red Eléctrica operaba de una forma, la cambió y tras el apagón vuelve a la anterior pero lo llama método reforzado para que parezca otra cosa. Antes operaba con cinco reactores nucleares y 20 ciclos combinados, y ese día estaba operando con ocho grupos en total [oficialmente nueve pero un ciclo combinado no funcionaba]. Para dar más entrada a más renovables, claro, pero la fotovoltaica entra de golpe y es muy difícil de gestionar, aparte de que los ajustes le cuestan mucho dinero a Red Eléctrica», explica una de las fuentes.
En cambio, Corredor aseguró este jueves que «el número de grupos no es significativo para determinar la seguridad». «Aunque hubieran estado acoplados más grupos, no se hubiera podido evitar el apagón», sostiene, en contra por completo de las explicaciones de los expertos.