El mal ojo del magnate chileno que invirtió 100 millones en el Popular un mes antes de su quiebra

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Andrónico Luksic, presidente de Luksic y accionista de Popular (Foto: Luksic)
María Villardón

Andrónico Luksic, presidente de Grupo Luksic y propietario de la mayor fortuna de Chile, no ha hecho precisamente ‘el agosto’ con su inversión de 100 millones de euros en Banco Popular. Compró, nada más y nada menos, que el 3% de las acciones. Lo más llamativo del asunto es que la inversión la hizo solo un mes antes de la quiebra de la entidad. Luksic no tiene pudor en poner en duda la fiabilidad de las autoridades españolas: “Afirmaban que el banco era solvente, se habló de una ampliación de capital o la venta, pero nunca por un euro”. Los abogados del magnate estudian un recurso contra la decisión del BCE de “quitarse a los accionistas de un zarpazo”.

El pasado 7 de junio Bruselas cumplió con sus advertencias con respecto a Popular, “estamos preparados para una liquidación ordenada de la entidad si no encuentra comprador”, decía. Y así fue, la Junta Única de Resolución (JUR), en una actuación sin precedentes, activó la ‘puntilla’ final de la firma financiera.

El Banco Central Europeo (BCE) comunicó a este organismo “la inviabilidad” de Popular por “no poder hacer frente al pago de sus deudas o demás pasivos, existen elementos objetivos que indican que no podrá hacerlo en un futuro cercano”. Era el final de la entidad liderada por Emilio Saracho, se liquidaba y pasaba a manos de Banco Santander por un simbólico euro y una ampliación de capital de 7.000 millones de euros.

El sistema financiero español respiraba tranquilo, aunque el Banco de España, el Gobierno y la CNMV se disponían a aguantar las dudas en torno a su actuación con Popular, a tenor de las palabras arrojadas por los ‘súper’ accionistas de Popular.

100 millones de euros en Popular a un mes de la quiebra

Andrónico Luksic ostenta una de las grandes fortunas de América Latina, compró el 3% de las acciones de la entidad solo un mes antes del pavoroso fin de Popular. En total el chileno había hecho una inversión de 100 millones de euros, lo curioso, es que a pesar del olfato para los negocios del magnate lo hiciera en medio de una galopante tormenta bursátil y un goteo continuo de fuga de depósitos.

Asombrado, Luksic recibió la noticia de la bancarrota de Popular y la entrega a Banco Santander por un euro mientras se encontraba de viaje en Washington. Su primera reacción fue la de un hombre de negocios que pierde y gana dinero constantemente, consciente de que una inversión entraña unos riesgos y puede ‘salir rana’.

“No siempre se gana, las inversiones tienen sus riesgos. La empresa está analizando una posible apelación de la decisión del Banco Central Europeo (BCE)”, ha declarado Luksic a través de su perfil en las redes sociales. Y no solo eso, sostiene de manera férrea que, digan lo que digan los análisis del organismo de Mario Draghi, Popular tiene valor.

El BCE tomó la decisión tras solicitar una valoración del Popular por un experto independiente que resultó ser de 2.000 millones de euros negativos en el escenario central y de 8.200 millones de euros negativos en el escenario estresado.

Es la primera vez que el BCE usa este instrumento (JUR) que ha “provocado que accionistas y acreedores pierdan sus derechos de un día para otro”. Por ello, el equipo jurídico de Luksic está barajando todas las alternativas, entre ellas, “una eventual apelación a este mecanismo” del organismo de Mario Draghi.

Tampoco tiene rubor en poner en entredicho la fiabilidad de las actuaciones las autoridades españolas, al menos a tenor de sus palabras. Luksic explica que “afirmaban que Popular era solvente”. Incluso, recuerda el empresario chileno, la declaración de Saracho en la junta general de accionistas: “Se habló de un posible aumento de capital o venderlo, pero no a un euro, esto nos sorprende”.

El empresario latinoamericano señala que apoya la política europea con respecto a los bancos en Europa para evitar el rescate público y respaldar a los clientes de las entidades, aun perjudicando a los accionistas. “Es una buena política”, explica, “el problema es cuando se aplica de manera arbitraria, en este caso el banco sí tiene valor, no vale un euro”.

“En los negocios hay que saber aguantar. Aunque nos sorprende mucho la inédita decisión del BCE”, concluye. Señala, además, que ha hecho un movimiento que ha dejado “fuera de juego de un zarpazo” a más de 300.000 accionistas, entre ellos él mismo.

La pérdida, según el propio magnate chileno, no va a tener ninguna repercusión sobre las cuentas de su empresa Quiñenco porque “corresponden a las inversiones hechas en Europa, no tiene nada que ver con ni con mi compañía ni con las filiales”.

Andrónico Luksic maneja con solvencia el Grupo Luksic, encabezado por Quiñenco, empresa matriz de los negocios familiares fundada en 1957 y de la cual tiene un 81% del holding. Bajo este paraguas se resguardan actividades de diversa índole: el Banco de Chile, Compañías de Cervecerías Unidas (CCU), Compañía Sudamericana de Vapores (CSAV) y tiene el 67% de las acciones de Canal 13. Además, Luksic forma parte del Comité de Asesoría para América Latina de Harvard Business School.

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