Cómo lograr que el banco no rechace financiar un proyecto empresarial

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Pedir financiación es una de las tareas más complejas contra las que tiene que lidiar una empresa. En algunos casos, el resultado es positivo y la compañía consigue el dinero que precisa para desarrollar la inversión. En otros, pero, la propuesta es denegada. ¿Por qué los bancos deniegan la financiación?

Los principales motivos por los que puede ocurrir son los siguientes:

  • No quererse vincular con la entidad: es habitual y hasta lógico que una entidad financiera exija, a cambio de ofrecer la financiación, que la empresa contrate todos los productos financieros con ella y que pase los ingresos y recibos por sus cuentas. En caso de oponerse, es complicado que se acepte el préstamo o crédito por la imposibilidad por parte del banco de controlar los ingresos y gastos de la compañía.
  • Mostrar demasiadas prisas: si se muestra demasiado nerviosismo o necesidad de financiación inmediata, se transmitirá la sensación que la empresa se encuentra en una situación límite y que, por lo tanto, existe un evidente riesgo de no devolución de la cantidad prestada.
  • Poner trabas al dar la documentación que se pide: para realizar el estudio, el departamento de riesgos de la entidad financiera pide una serie de documentos para estudiar la situación de la empresa. Si esta documentación llega incompleta o se tarda mucho en facilitar, implicará que hay algún aspecto que la compañía quiere esconder o una mala organización.
  • Presentar deudas con otras entidades: si la empresa tiene una deuda con otra entidad, se supone que habrá ido primero a aquélla y que, por algún motivo, no habrá obtenido la financiación. Ello puede implicar una falta de confiabilidad: si su entidad habitual no le concede el préstamo, lo más probable es que presente algún problema.
  • Ingresos poco estables: la imposibilidad de demostrar ingresos de forma regular es uno de los principales problemas de algunas empresas, especialmente aquéllas que tienen sus puntas de trabajo en épocas de alta estacionalidad en el sector.
  • Dependencia de unos pocos clientes: si la empresa recibe la mayor parte de los ingresos de unos muy pocos clientes, un solo problema de ellos puede generar graves problemas de insolvencia que el banco no querrá asumir.
  • Presentar un mal apalancamiento: puede que, a partir del análisis del apalancamiento, el resultado sea que la rentabilidad que se obtendrá a partir de la inversión será inferior al coste de la financiación pedida. Por lo tanto, si no hay beneficios, no habrá capacidad para devolver la deuda.
  • Presentar unas previsiones de venta exageradas: el banco también estudia el sector y compara sus propias previsiones con las formuladas por la compañía. Si éstas se encuentran por encima de la realidad, significará que hay voluntad de engaño o desconocimiento del sector.
  • Poco capital en relación a la deuda: se ofrecerá financiación a aquellas empresas que presenten un patrimonio neto más elevado en relación a la deuda que pide contraer.
  • Imposibilidad de encontrar un avalista: en algunos casos, ante la duda, el banco pude pedir a la empresa que alguien avale la deuda. En caso de no encontrar a este avalista, implicará que nadie está seguro de su capacidad de retorno del dinero prestado.

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