Lactalis se forra en España: cierra una fábrica para no venderla y paga una miseria a los productores

Lactalis
Los ganaderos tiran leche como medida de protesta por el fin de las cuotas.

El grupo francés Lactalis ha triplicado su beneficio en España, lo que no le impide cerrar fábricas para no venderlas a ningún competidor y pagar a los productores de leche 25 céntimos por litro. La multinacional, que tiene marcas tan conocidas como Puleva, Lauki, RAM, El Castillo, Gran Capitán, Flor de Esgueva, El Ventero, Président, Chufi o Galbani, cerrará la planta que tiene en Valladolid a pesar de que tiene varios compradores que están dispuestos a pagar por las instalaciones.

En la actualidad, los trabajadores de la planta vallisoletana de Lauki mantienen concentraciones en la provincia acusando a Lactalis de «querer enterrar 85 familias», por cerrar unas instalaciones que llevan en funcionamiento desde 1956. Todo ello a pesar de que la empresa Quesería Ibérica ha hecho una oferta para comprar la planta, contando con el apoyo de la Junta de Castilla y León.

Según ha podido saber OKDIARIO, Lactalis rechaza la propuesta de Quesería Ibérica por considerar a la compañía competencia directa de la multinacional lechera, a pesar de que por parte de la empresa compradora se ha planteado la posibilidad de alcanzar un acuerdo en materia comercial con Lactalis para que la actual propietaria de la planta no pierda cuota de mercado. Estos esfuerzos han caído en saco roto y el grupo francés mantiene sus planes de cerrar las instalaciones.

Quesería Ibérica no es la única empresa interesada en esta planta. La gestora de fondos Weston Hill Asset Management también ha trasladado a Lactalis su interés, tras la compra de tres empresas en la comunidad autónoma. En este caso tampoco ha sido posible alcanzar un acuerdo con la multinacional gala, aunque esta es la opción que más temen los trabajadores por considerar que se trata de un fondo buitre que sólo pretende hacer caja a corto plazo sin garantizar la viabilidad de la planta.

Quesería Ibérica, Weston Hill y otras empresas han intentado comprar la planta de Lauki

«Ha habido fondos buitre que han venido a especular. Pero eso no lo queremos. Bastante hemos estado haciendo fuerza para que esto continúe como para que ahora nos pongan en manos del primero que pase. Pero nosotros confiamos en las administraciones», explican los empleados de Lauki.

Lactalis se defiende de las críticas por este bloqueo argumentando que el volumen de producción y los puestos de trabajo van a mantenerse en España. El grupo que tiene fábricas en las localidades lucenses de Nadela y Villalba, en la leridana de Mollerusa, en Granada, Guadalajara y Madrid, además de las plantas de Industrias Lácteas Vallisoletanas de Peñafiel y Zamora. Con lo que se podría estudiar una recolocación de los trabajadores y el pago de dietas. Algo a lo que se oponen los propios empleados.

“Nosotros estaremos contentos siempre y cuando sea una empresa que quiera continuar con el futuro en Valladolid y que sea seria”, señala uno de los actuales trabajadores de la planta. La mayoría de los trabajadores rechaza frontalmente la idea de una mudanza y sólo concibe mantener una fábrica que es rentable y «cuyas máquinas están en perfecto estado y amortizadas».

La Junta de Castilla y León pide discreción sobre las negociaciones

Por su parte, la vicepresidenta de la Junta de Castilla y León, Rosa Valdeón, pide discreción respecto a las conversaciones y trámites que se realizan para evitar el cierre de la planta, aunque admite que «la decisión última no corresponde a la administración, desgraciadamente». El alcalde de Valladolid, Óscar Puente, se muestra confiado en que la venta a uno de los posibles compradores se pueda cerrar en las próximas semanas, o incluso plantea que Lactalis podría conceder «una especie de prórroga» para que la planta siga operativa más allá del 30 de septiembre.

«Aunque fuera para hacer cacahuetes Lactalis no va a vender la planta»

Fuentes cercanas a las negociaciones confirman a OKDIARIO que hay más empresas que están interesadas en llegar a un acuerdo con la multinacional para comprar la planta “y alguna de ellas no tiene nada que ver con el sector lácteo”.

No obstante, el presidente del Comité de Empresa de Lauki, José Manuel González, se muestra escéptico respecto a esta posibilidad. “Aunque fuera para hacer cacahuetes, Lactalis no va a vender”, apostilla González.

Los sindicatos insisten en que el cierre de la planta no afectará sólo a 85 trabajadores, sino que provocará la pérdida de 400 empleos entre directos e indirectos. “Hay algo que no cuadra”, señala una de las fuentes consultadas, “porque la empresa triplica beneficio y tiene mucho interés en cerrar fábricas”. Los datos revelan que Lactalis ganó en España más de 24 millones de euros el pasado año, lo que supone triplicar el beneficio obtenido en 2014.

Y el grupo tampoco tiene un problema de costes, al menos en lo que a la adquisición de leche directamente a los productores se refiere. Según los datos de los ganaderos gallegos la multinacional paga cada litro a 25 céntimos de euro, cuando el coste de producción es, al menos, de 28 céntimos tal como reflejan las estadísticas del Ministerio de Agricultura. Esta asfixia financiera no sólo afecta a los productores españoles, ya que los proveedores de Lactalis en Francia también acusan a la empresa de hundir los precios por debajo del coste de producción, lo que ha provocado movilizaciones en el país vecino.

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