Jürgen Donges: «El proteccionismo no resuelve problemas sino que los crea»
Considerado por las autoridades alemanas uno de los cinco sabios económicos, el profesor Jürgen B. Donges abordó esta semana en Madrid la globalización económica preguntándose si es una maldición, como afirman algunos, o quizá una bendición como sostienen muy pocos en el marco de una conferencia magistral en la Fundación Rafael del Pino que siempre se ocupa de traer lo más granado de cada casa.
La suerte que tenemos los españoles es que Jürgen B. Donges, Catedrático Emérito de la Universidad de Colonia en Alemania vino a nacer en Sevilla y por tanto habla nuestro idioma de tal forma que le entendemos sin problemas e incluso se permite adornar sus conferencias con cierto gracejo andaluz. Este hombre ha dirigido alguno de los institutos de economía más importantes del mundo.
Desde su conocimiento quiso preguntarse si la por algunos cuestionada globalización es una bendición o una maldición. Comenzó su presentador Amadeo Petitbó alertando de que las fuerzas del mal (para él todos aquellos que no creen en la economía de mercado) tienen cada vez mas altavoces para transmitir sus pérfidos mensajes olvidando las doctrinas de Adam Smith que aclaraba que cuanto más división del trabajo se hace, más competencia (sana) habrá entre los diferentes países.
Primero Donges afirmó que al auge del proteccionismo viene de antes de Trump y que es curioso ver cómo los detractores de la globalización son luego grandes consumidores de artículos procedentes de allende los mares.
«El TTIP no tuvo sólo en contra a Podemos, dijo Juergen, también a Hollande e incluso a Sigmund Gabriel (Ministro alemán de Economía) que entiende de todo menos de Economía», dijo nuestro protagonista arrancando las primeras sonrisas al respetable. También a él le hace gracia ver cuando la gente se queja de los precios cuando suben pero nunca cuando bajan, muestra clara de la lógica del mercado.
Está muy preocupado este Catedrático Emérito con lo que el califica como la alianza nefasta. Aquella compuesta por populistas de extrema derecha (Le Pen) izquierda (Pablo Iglesias), los antisistema, las ONGs, los sindicalistas, los defensores de los consumidores, las diferentes religiones y los grupos particulares. En definitiva, todos ellos defienden sus parcelas de poder y él discrepa sobre si verdaderamente defienden a la gente como pretenden hacer creer. Si tan malos son los productos transgénicos en USA deberían estar todos muertos y sin embargo, hay gente por la calle aseguró socarrón.
A ellos se suman dos anglosajones de postín, Theresa May y Donald Trump que han acabado con una de las máximas de la economía; exportar es bueno e importar es malo. Son lo que él llama los neomercantilistas que no tienen en cuenta ni el futuro de terceros países ni se preocupan por el suyo llegando a la paradoja de que sea China la que defienda ahora el libre comercio.
Para Donges la globalización ha traído más riqueza para todos y menos pobreza para los más desfavorecidos. La Sanidad, la Educación ha mejorado en todas partes y si sigue habiendo países muy pobres es debido a la corrupción de sus Gobiernos o a que sencillamente han gestionado mal las cosas.
Desde las tertulias muchos podemitas meten miedo a la gente hablando mal de la empresa, el libre mercado y lo hacen porque si la economía tira ellos no tendrán votos, aseguró. El libre mercado es lo que distribuye mejor la riqueza y sólo los nazis y comunistas querían una economía dirigida y planificada. Está bien que lo diga un alemán a la gente de izquierdas.
Efectivamente serán las capas sociales menos formadas académicamente las que peor lo pueden pasar pero esto se puede compensar por vía tecnológica y la globalización es sólo un acicate, no el origen de los problemas.
David Ricardo, uno de los mejores economistas de la historia aunque no tenían ninguna fórmula matemática, aseguraba que lo mejor para un país era el comercio internacional y que se puede liderar un sector siendo los más baratos o incorporando la mejor tecnología. En este mundo competitivo todos tienen hueco y no hay que escuchar sólo a Stiglitz sino que el premio Nobel de 2015, Dickens de Princeton está a favor de la globalización, remató Donges.
Hizo un listado sobre todo lo malo supuestamente que trae la globalización: restringe la soberanía nacional, desencadena una competencia tributaria hacia abajo, motiva la deslocalización, incrementa las desigualdades en los salarios, erosiona el mercado laboral, limita el crecimiento del tercer mundo, ataca al medioambiente para después rebatir una a una estas afirmaciones hasta demostrar que hacen justo lo contrario.
A esta interesante charla acudieron entre otros Isabel Estapé, una de las pocas mujeres Agentes de Cambio y Bolsa, José María López de Letona, Gaspar Ariño o la señora Calvo-Sotelo viuda de Rafael del Pino.
Temas:
- Proteccionismo