Entrevista al presidente de la CEOE

Juan Rosell: «Para combatir la corrupción ahora nos debemos pasar tres o cuatro pueblos»

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Juan Rosell

Para que haya corrupción ha de haber un corrupto y un corruptor. Obviando de dónde parta la iniciativa, en política siempre queda claro que empresarios con artes sucias y concejales o consejeros tramposos van de la mano. Rosell tiene claro que hay que ser inflexibles y hasta exagerados para erradicar este mal. Y una vez concienciados todos, volver a la senda normal del cumplimiento de las leyes.

Pregunta.- ¿Qué ha aportado la CEOE durante estos 40 años a la historia democrática española?

Respuesta.- La transición española ha sido muy importante. Fuera ven que ha sido el gran hallazgo y, en cambio, en España le ponemos ‘peros’ a todo. Ha sido una etapa importantísima, pero una etapa que ya ha pasado. Es una etapa que tenemos que reivindicar en lo positivo. Creamos los famosos agentes sociales que están en el artículo 7 del Título Preliminar de nuestra Constitución, los sindicatos y los empresarios. En aquellas épocas estábamos prohibidos los unos y los otros, aquí había una única organización donde estábamos mezclados. Eso ha ido muy bien. Ahora están, por un lado, los sindicatos y, por otro, las organizaciones patronales, que son más de 4.000 en España. Todas confluyen en una cúpula, CEOE y Cepyme, bien organizados desde el punto de vista sectorial y territorialmente. Y, en estos años, no ha habido grandes conflictos sociales. En el año 1977, en España, hubo 180 millones de horas de huelgas, este año habrá 10 millones de horas. Ha habido mucho pacto, mucha colaboración, incluso en los momentos más duros y graves de la crisis. Hemos hablado, ha habido diferencias de opiniones, pero al final siempre hemos llegado a pactos.

P.- Hubo una gran polémica hace unos días por la ausencia del Rey emérito en las celebraciones por el 40º aniversario de las primeras elecciones democráticas. Pero tampoco fueron invitados ustedes ni los sindicatos.

R.- Probablemente, no hubiera pasado nada si hubiésemos estado. Se hizo en el Congreso y entendieron que tenía que estar la gente vinculada con el Congreso.

P.- Los sindicatos están más enfadados que ustedes.

R.- Yo, menos. Nosotros les invitamos en las celebraciones de los 40 años, por supuesto, y estuvieron en la mesa presidencial.

P.- Usted ha dicho que los grandes problemas en España son: empleo, corrupción y formación. Lo cierto es que la corrupción es la gran lacra institucional, pero ustedes no han estado al margen, han tenido casos de corrupción.

R.- Sin duda alguna, no lo hemos hecho todo de matrícula. ¿La corrupción cómo se combate? Con transparencia al máximo, aunque a veces nos pasemos tres o cuatro pueblos. Ahora nos hemos de pasar tres o cuatro pueblos y después ya iremos relajando cuando todo el mundo cumpla determinados niveles. Aquí hemos tenido organizaciones con problemas. Lo que hay que hacer es afrontarlo, cambiar y que sea imposible que vuelva a pasar. Y así deben hacerlo todos y cada uno de los organismos del Estado. Recordemos que hay 22.000 organismos en el Estado y, en estos momentos, muchos no tienen ni auditoria, muchísimos ayuntamientos. Eso es ir hacia atrás, no ir hacia delante. La transparencia es el futuro. Y en el futuro no será una recomendación, será los más lógico y natural del mundo.

P.- La corrupción vinculada a las organizaciones empresariales ha venido por la formación…

R.- No, que va. En las organizaciones empresariales, las fuentes de financiación han sido las empresas. Después, en un momento dado, hemos tenido una parte que nos ha llegado a través de subvenciones para formación. Pero eso no son subvenciones, eso ya lo habían pagado las empresas. Las empresas pagan la formación a través de la Seguridad Social. En el momento que ese dinero llega a la Seguridad Social se publifica y la Seguridad Social te lo devuelve a través de subvenciones finalistas. Por tanto, es un dinero que hemos pagado y nos devuelven, nadie nos está dando nada. Con ese dinero, durante 20 años, es verdad que ha habido destinos que no han sido lo más adecuados posibles. Bueno, los hemos identificado.

P.- Se ha puesto en marcha el cheque de formación. ¿Usted cree que puede servir para evitar los casos de corrupción?

R.- El tema de formación le hemos de dar una vuelta, la hemos de cambiar radicalmente. Creemos que la ley de formación que en este momento está en vigor no funciona. No ha funcionado, es una evidencia. Nuestra propuesta es muy clara: la formación la pagan las empresas y la deciden las empresas. Ningún ministerio ni ningún funcionario de turno tiene que decidir qué formación hacemos las empresas. ¿Cómo lo hacemos? Lo pueden hacer individualmente o a través de los convenios colectivos. Ahí se acaba el problema, es muy simple.

P.- Son ustedes muy críticos.

R.-  Críticos, no, supercríticos. Es que no nos ha gustado porque no ha dado resultados y, cuando las cosas no dan resultados, por algo será. Por eso ponemos encima de la mesa que hay que cambiarlo y cambiarlo radicalmente.

P.- Conocíamos esta semana los datos de paro y parece que las cosas van razonablemente bien. La ministra, dada la situación económica, ha abogado por subidas salariales fuertes.

R.- Sí, y estamos de acuerdo.

P.- ¿Cómo van las negociaciones con los sindicatos?

R.- Estamos tan cerca, tan cerca… Al final, lo que parece increíble es que no seamos capaces de decir “bueno, flexibilicemos las posiciones un poquito todos y firmemos”. Es que, al final, nos dirán “oigan ustedes, si están tan cerca y no firman, algo están haciendo mal”.

P.- El Gobierno apostó por una subida del 3%.

R.- No, no, el Gobierno no apostaba por esto. El gobierno lo que ha dicho es que tenía que haber incrementos salariales. ¡Dios me libre que al Gobierno se le ocurriera poner una cifra! La única cifra que puede poner el Gobierno es, en los presupuestos generales del Estado, respecto de los empleados públicos y esa ya la puso, el 1%.

P.- ¿Dónde va a estar el acuerdo?

R.- Nosotros ya nos hemos movido y estamos diciendo entre el 1% y el 2,5%. A partir de ahí, décima arriba o décima abajo, es donde vamos a estar. ¿Por qué? Porque la realidad de los hechos es que los convenios colectivos, hasta el mes de junio, están subiendo en España el 1,27%. Por tanto, si los sindicatos no aceptan ese máximo del 2,5% y se está firmando el 1,27%, los trabajadores les dirán “ustedes se han equivocado, nos estaban ofreciendo el 2,5% y hemos firmado el 1,27%”. No creo que quieran que pase eso.

P.- ¿Qué le parece las declaraciones de la ministra vinculando las subidas salariales al incremento del empleo?

R.- Yo creo que hay que vincularlo a la situación de la empresa (si tiene, o no, beneficios), al sector, si ha hecho toda una serie de inversiones, etc. Pienso que, cuando las empresas van bien, el tema de los salarios debe ser automático. Por eso muchas empresas están poniendo un variable de incremento de salarios en función de los beneficios, del cash flow, etc.

P.- ¿Usted cree que España tiene un problema de precariedad laboral?

R.- En España, los datos que tenemos, que son los datos oficiales y reales, dicen que el 75% de los empleos son fijos y el resto temporales. Ésos son los números.

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