Italia avala un crédito de 16.000 millones para Enel mientras Sánchez persigue a las eléctricas
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lo ha vuelto a hacer este martes durante el debate en el Senado con el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo: las energéticas -y la banca- tienen «el deber moral» de devolver a la sociedad lo que han recibido durante la pandemia, en el caso de las eléctricas, los llamados beneficios caídos del cielo que está buscando la CNMC desde hace meses. Mientras, el Gobierno de Italia ha avalado hasta el 70% de una línea de crédito de 16.000 millones de euros para Enel, dueña en España de Endesa, que le será concedido por varios bancos italianos, según ha publicado la prensa local.
Se trata de un mecanismo diseñado por el anterior primer ministro italiano, Mario Draghi, con el objetivo de proteger a esta empresa semipública del impacto de los desórdenes en los precios de la energía por la guerra de Ucrania. Según la información publicada, entidades como Intesa San Paolo y Unicredit pondrán la mayor parte de esta línea de crédito avalada por el Estado.
«Vaya diferencia. El Estado italiano apoyando a sus multinacionales y el Gobierno español poniendo zancadillas», señala una fuente del sector. En efecto, Enel es un rival de las energéticas españolas por medio mundo, luchando con Iberdrola, Naturgy o Repsol por contratos en muchos países, y mientras Enel suma músculo financiero gracias al apoyo del Estado italiano, las compañías españolas sufren los ataques de Sánchez.
«Si Galán o Botín protestan es que vamos bien», llegó a decir el presidente del Gobierno español hace unas semanas. La estrategia del Ejecutivo pasa por enfrentarse a los empresarios para tratar de ganar votos entre la izquierda de cara a las elecciones municipales, autonómicas y nacionales del próximo año.
CNMC
Pero no sólo con declaraciones. El Gobierno ha señalado constantemente a las eléctricas por los supuestos beneficios caídos del cielo -las ganancias que obtienen las eléctricas que no tienen que pagar derechos de emisión de dióxido de carbono-, algo que siempre han negado las compañías. De hecho, sus beneficios en España se reducen respecto a otros ejercicios y sólo los negocios de fuera del país aumentan.
De hecho, el Gobierno obligó a las eléctricas a notificar los precios de venta a sus clientes diariamente con el objetivo de buscar precisamente esos beneficios caídos del cielo, sin que de momento se haya concluido nada.