La intrahistoria del movimiento de Sánchez en Telefónica
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Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, ya tiene bajo su poder a Telefónica. Con la fulminante destitución de José María Álvarez-Pallete este sábado y el nombramiento en su lugar de Marc Murtra, hasta ahora máximo ejecutivo de Indra, Sánchez ha colocado otra empresa bajo su control público. Telefónica se une a Caixabank, donde tiene un 16% del capital, a Indra (28%), a RTVE…
La maniobra de Sánchez para controlar una de las principales compañías del país, estratégica por su peso en la transformación digital del país, empezó con la toma de control del 10% de la operadora -culminada en mayo de 2024- y el nombramiento de un consejero, Carlos Ocaña, que desde dentro de la firma estaba trabajando ya para el Gobierno, según explican fuentes del sector.
«Estaba pidiendo informes, hablando con directivos, preguntando todo… actuaba como un alto cargo más, como un presidente en la sombra, dando órdenes. Desde hace tiempo se especulaba con que el puesto de Pallete estaba en el aire», señalan estas fuentes.
La prueba más evidente, señalan estas fuentes, es que el consejo de Telefónica ha seguido la hoja de ruta marcada por Moncloa en el consejo del sábado por la tarde y ha hecho exactamente lo que ha querido el Gobierno, pese a ser una empresa cotizada y con consejeros independientes.
Para el Gobierno, Álvarez-Pallete no era «uno de los suyos» pese a que ha mantenido en el consejo a Javier de Paz, histórico del socialismo, y también como alta directiva a Trinidad Jiménez, ex ministra de Exteriores con el PSOE. En cambio, Murtra es un ejecutivo cercano al PSC de Salvador Illa y ha dirigido otra empresa semipública, Indra, desde 2021, a la que accedió por decisión del Gobierno.
La entrada de los saudíes de SCT en el capital de Telefónica fue el pistoletazo de salida para que Sánchez ejecutara su plan. Ordenó la compra del 10% de Telefónica a la SEPI y situó un consejero en la compañía. Los saudíes han sido uno de sus apoyos en el cambio de presidente ejecutado este sábado.
La intención de Sánchez, según publicó este diario, es seguir tomando el control comprando participaciones en grandes empresas estratégicas para el país. Telefónica es una de ellas, caza mayor, pero en estos momentos se está dilucidando el futuro de Talgo también bajo la dirección de Moncloa.
Indra es otro buen ejemplo. El Gobierno elevó al 28% su participación en esta empresa para controlarla y, en principio, convertirla en un gigante de la Defensa con la compra de Hispasat a Redeia y la compra de una participación en ITP Aero. Algunas fuentes señalan que la intención de Sánchez es fusionar Telefónica con Indra.