Las grandes marcas de restauración anticipan un hundimiento de sus ventas de cerca del 50% en 2020

“Queremos trabajar”. Es la frase que repiten como un mantra los hosteleros españoles desde que estalló la pandemia. La crisis se está llevando por delante la mayor parte de sus ganancias, les ha obligado a aplicar duras medidas de ajuste laboral y a cerrar miles de negocios.

La última radiografía elaborada por Marcas de Restauración, la patronal de las empresas de restauración organizada que engloba a firmas como McDonalds, Burger King, Vips o La Tagliatella, confirma que el impacto de la pandemia es mayor del esperado. En términos de facturación, el desplome está cerca del 50% a cierre de 2020, por encima del 41% que pronosticaron en octubre. Una vez más, las previsiones se han quedado cortas.

En concreto, un informe interno elaborado por la patronal desvela que el 32% de los encuestados han sufrido un descenso de más del 50% de su facturación; un 16% cifra el descenso entre el 40% y 50%, y otro 16% entre el 30% y 50%. El resto de los encuestados reducen el impacto de la crisis a una caída de entre el 20% y el 30% de la facturación. La caída en picado de la facturación se explica por los cierres obligados y las limitaciones y restricciones impuestas por las Administraciones Públicas, así como por las reticencias a consumir fuera de casa ante el avance del virus.

Un informe interno elaborado por la patronal desvela que el 32% de los encuestados han sufrido un descenso de más del 50% de su facturación

Los datos actualizados de Marcas de Restauración confirman que se han superado las peores previsiones, y todo apunta a que seguirán creciendo debido a las nuevas restricciones. En cuanto a los cierres, en la actualidad hay un 80% de los negocios están abiertos, mientras que el 20% restante ha bajado la persiana -bien por cierre definitivo del negocio o por impedimento debido a las restricciones de cada comunidad- . El mismo porcentaje del 20% se aplica al personal afectado por Expedientes de Regulación de Empleo (ERTE).

El 80% de los negocios están abiertos, mientras que el 20% restante ha bajado la persiana -bien por cierre definitivo del negocio o por las restricciones-

«2021 será el año de los supervivientes. Ahora mismo estamos en un momento de total incertidumbre», dice Paula Nevado, secretaria general de Marcas de Restauración en declaraciones a OKDIARIO, quien denuncia la descoordinación total que existe en la gestión de la crisis. «Pedimos un marco coherente y una coordinación mínima. Estamos perdiendo competitividad porque no hay seguridad jurídica alguna. Las comunidades abren y cierran por días en cuestión de horas. Hay que armonizar los criterios».

Con todo ello, la patronal reconoce que esta crisis ya es peor que la de 2008 en cuestión de pérdidas. «Esta crisis es más profunda. La clave está en su duración y en que el efecto rebote, que está tardando mucho en llegar, y cuando lo haga ya se habrá perdido por el camino una parte muy importante del tejido empresarial. En estos momentos, la hostelería ha perdido un tercio del tejido y un 40% podría perderse para siempre», dice la secretaria general de Marcas de Restauración.

Exigen ayudas directas 

La patronal de las empresas de restauración insiste en la necesidad de que el Gobierno apruebe ayudas directas al sector, y recuerda que otros países europeos sí que están aplicando medidas efectivas para aliviar la situación de los bares y restaurantes. «En otros países como Francia o Alemania están dando ayudas compensatorias. No se puede tener a un sector cerrando, al que utilizan como termómetro, y no compensarle. Además, también hemos realizado grandes inversiones para adaptar los locales y cumplir con la legislación», denuncia Nevado. El sector reclamaba el pasado noviembre 8.500 millones de ayudas (sin incluir los ERTE) al Gobierno. Una cifra que, atendiendo a los nuevas restricciones, también se quedaría corta en estos momentos.

Las grandes marcas también exigen al Ejecutivo un modelo de ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) que garantice la flexibilidad, reducir el IVA o regular los alquileres de los locales. Además, reprochan al Gobierno que les hayan dejado fuera de los planes de recuperación durante la crisis.