GOW2X; Segundas estafas ¡nunca fueron buenas!
“Un tonto y su dinero no están juntos mucho tiempo”. Gordon Gekko.
Hace 4 años, abría mi tribuna de opinión, con un artículo titulado “Let’s Gowex”, ¿y ahora qué? Mi artículo, precedido por la nota de análisis que realizamos en Blackbird, explicaba cómo se habían desarrollado los acontecimientos tras la enorme burbuja del MAB, que durante la primavera de hoy, hace 4 años. Carbures y Gowex, otrora los dos grandes buques insignia del MAB, ¡rompían el mercado señores! máximo tras máximo, impulsados por la sin razón, la falta absoluta de sentido común y la cruda codicia. ¡Todo era falso! La gran estafa de Gowex y la exageración de Carbures, fueron alimentados por la burbuja, sus causas y sus consecuencias, y obvio por la manifestación económica de mi admirado Hayek y del enorme tratado universal de economía, “La Acción humana” de Von Mises.
Siempre he admirado la capacidad austríaca de comprender la economía, no desde la arrogante econometría, sino desde la simplicidad de entender, que somos seres humanos, racionales y emocionales y que las circunstancias que rodean a nuestra sociedad; política y económicamente, dependen única y exclusivamente, de las decisiones que como seres humanos tomamos. Algunas brillantes y otras absurdas. No voy a hablarles hoy del pasado, ¡como sí del presente! Y el presente, siempre nos sorprende, con noticias de actualidad que en casos como el que hoy nos concierne, ¡me parecen absolutamente surrealistas!
Si definimos la economía, como el proceso de transmisión de conocimientos, a lo largo de las diferentes generaciones, podemos concluir que la experiencia, es en gran parte el principal motor del desarrollo y la prosperidad económica. Por lo tanto, ¡la bendita experiencia! que no es más que la “suma de prueba y error” se forja, ¡siempre! con el tan temido error.
Errar por lo tanto no es un problema, es claramente una oportunidad desde mis ojos. De hecho, admiro a aquellos que tienen el coraje de tomar decisiones y de asumir riesgos, puesto que es gracias a los procesos de emprendeduría, que existe la prosperidad económica y social. Sin embargo; ¿Qué credibilidad le damos a un emprendedor que ha forjado su plan de negocio, con base en una gran mentira? Podemos admirar a un emprendedor caído, que renace de sus cenizas. Pero no podemos contemplar, ¡ni por asomo! ¡bajo ningún tipo de contexto! la más mínima posibilidad de dar una segunda oportunidad a un estafador, mentiroso y repulsivo.
Soy consciente de mi contundencia verbal, debido a que me parece absolutamente inverosímil haber escuchado en algunos medios de comunicación, ¡a Jenaro García! ex CEO fundador de Gowex, exponer de manera abierta y descarada, la refundación de Gowex (GOW2X). El cinismo de un psicótico no tiene límites y tratar de presentarse a la opinión pública, ¡como un héroe caído! me parece absurdo e hilarante. Es de una desfachatez incalculable que quiera venderse a la opinión pública, como el salvador de sus antiguos inversores. Repartir acciones nuevas a los pequeños inversores, es prueba de ello. Y que algunos medios de comunicación le cabida, ¡me parece toda una irresponsabilidad! Todavía recuerdo como horas antes de admitir la estafa, Jenaro bromeaba con sus empleados, diciéndoles aquello de “pondremos wifi en Gotham”, haciendo referencia al analista norteamericano, que junto con nosotros; ¡Blackbird! desenmascaramos la gran estafa de este personaje.
La idea de GOW2EX, es ¡tan absurda como surrealista! Quiere acoger bajo el paraguas de una nueva sociedad a los accionistas cuales robó hace 4 años. Dar un papel sin valor alguno de una nueva empresa a aquellos que justifiquen sus pérdidas, puede parecer reconfortante para quien haga de la esperanza “modus vivendi,” pero en la realidad señores tratar de recuperar 2.000MM€ forjados entre mentiras y burbujas, no solamente es absurdo, sino que le llamaría ¡tomadura de pelo 2.0! Un buen negocio ¡siempre! se forja de honestidad, trabajo, perseverancia y sentido común. Virtudes que están a años luz de este personaje. Tratar de lavar la imagen pública, en la antesala del juicio, es uno de los objetivos de Jenaro. El otro, forma parte de su urdimbre interior, pero en nuestro caso, siguiendo aquello que cerramos hace 4 años, seguimos pensando y defendiendo la misma “Blackbird tesis” que defendimos en 2.014; ¡Jenaro es un fraude asegurado para cualquier inversor!
Parafraseando a Daniel Goleman; “Una de las características distintivas de los trabajadores íntegros es la sinceridad, aún cuando se trate de manifestar sus propios sentimientos, un rasgo que contribuye a nombrarles del halo de autenticidad que les rodea. Por el contrario, quienes nunca admiten que han incurrido en un error o «exageran» acerca de un producto, de su empresa o de sí mismos, no hacen más que socavar su propia credibilidad.”
No se dejen seducir por aquel que les sedujo y les engañó una vez, ¡jamás! No se dejen seducir por aquellas palabras magnánimas y megalómanas de alguien que cree tanto en él de forma casi psicótica, creyéndose sus propias mentiras. No se dejen seducir, por aquel que sabe decirle “aquello que quieren escuchar”. Admire aquellos que con hechos se equivocan, desde la honestidad. Puesto que el progreso se alimenta del error, pero no de las estafas. Deteste a aquellos capaces de robar a través de un buque que llegó a capitalizar miles de millones de euros. Jenaro García no es ningún tipo de emprendedor caído, de hecho ni lo calificaría como emprendedor, ni empresario, ni ninguna palabra que sea sinónimo de sacrificio, esfuerzo y valor. Este señor es simplemente un estafador imputado y en breve ¡sentenciado! Sólo hay un camino para Jenaro y no es renacer engañando nuevamente a inversores heridos, ¡es la cruda cárcel!
Gisela Turazzini es CEO de Blackbird
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