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Giro confirmado en el precio del aceite de oliva: los expertos confirman qué día va a bajar

Precio del aceite de oliva
Aceite de oliva.
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

El precio del aceite de oliva, conocido como el «oro líquido», ha experimentado aumentos históricos, alcanzando en algunos casos hasta 12 euros por litro. Las causas de incremento en el precio del aceite de oliva incluyen sequías severas, aumento de los costes de producción e inflación global.  La primavera de 2023 fue una de las más secas desde 1985, reduciendo considerablemente la producción en España, el mayor exportador mundial.

Esto obligó a muchos consumidores a limitar su consumo o buscar alternativas cuando el precio superó los 5 euros por litro, considerado un umbral psicológico. Ahora, se espera que la producción en España crezca un 48% en la campaña 2024/2025, alcanzando 1,3 millones de toneladas, lo que podría estabilizar el precio del aceite de oliva, que podría bajar a entre 4 y 5 euros por litro en la primavera de 2025. Aunque los costes en origen ya han disminuido significativamente, la bajada en los supermercados es más lenta, y se necesitará tiempo para que los consumidores perciban una disminución real.

Cambio en el precio del aceite de oliva

El precio del aceite de oliva ha sido protagonista de un aumento constante en la cesta de la compra. Sin embargo, esta tendencia comienza a revertirse, aunque el descenso es más notorio en origen que en los supermercados. En lo que va del año, el aceite de oliva virgen extra ha reducido su precio en origen más del 20%, mientras que en los lineales de los supermercados apenas se ha registrado una caída del 10% en las marcas blancas más económicas.

Los distribuidores explican que la reducción de precios será paulatina, ya que el aceite actualmente a la venta corresponde a lotes adquiridos hace semanas, antes de que se reflejaran las recientes caídas en origen. Por su parte, los agricultores advierten que una disminución acelerada podría afectar su capacidad para cubrir los costes de producción. Esto, combinado con un bajo stock de enlace, alimenta sospechas de que podría haber especulación en el mercado.

El origen de esta estabilización se encuentra en una mejora significativa en la producción. Tras dos cosechas históricamente malas, las proyecciones del Ministerio de Agricultura para la campaña 2024/2025 sitúan la producción española en torno a 1,26 millones de toneladas, un aumento cercano al 50% respecto al año anterior. Incluso se estima que esta cifra podría superar los 1,3 millones de toneladas, con el 65% destinado a la exportación. Este incremento, unido a la recuperación parcial de la producción global en países como Grecia y Túnez, favorece la normalización de precios.

Pese a las mejoras en producción, los agricultores denuncian una presión artificial sobre los precios en origen. Según representantes del sector, algunos compradores estarían aprovechando la necesidad de liquidez de los productores para adquirir aceite a precios bajos. Este fenómeno, calificado de «anómalo» por organizaciones como la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), podría estar distorsionando el mercado.

A futuro, se espera que los precios sigan ajustándose. Gonzalo Guillén, director general de Acesur, anticipa que el «suelo» del precio del aceite de oliva en supermercados se podría alcanzar entre abril y mayo de 2025, con el litro rondando entre los 4 y 5 euros. Este pronóstico coincide con las estimaciones de otros actores del sector, quienes subrayan que la relación entre oferta y demanda será clave en los próximos meses.

Los grandes envasadores y cadenas de distribución aseguran que este ajuste llegará, pero piden paciencia. Según explican, el aceite que ahora llega al consumidor corresponde a lotes adquiridos antes de las recientes caídas de precio. Además, argumentan que las bajadas en el sector agroalimentario suelen ser escalonadas para evitar la volatilidad de precios en los primeros eslabones de la cadena.

En este contexto, expertos como el economista Gonzalo Bernardos han vaticinado una reducción significativa de los precios en los próximos meses. Según sus cálculos, la producción de aceituna podría duplicar la del año pasado, alcanzando las 1,7 millones de toneladas en 2025. Esto impulsaría una mayor oferta, permitiendo que el precio del aceite baje considerablemente, beneficiando a los consumidores.

A pesar de las proyecciones positivas, el sector olivarero insta a no precipitarse. Denuncian que los precios actuales en origen, cercanos a los 5 euros por kilo, no cubren los costes de producción, que rondan los 6 euros. Por este motivo, piden evitar prácticas especulativas y a garantizar un mercado más equilibrado y sostenible.

En definitiva, aunque el precio del aceite de oliva muestra claros signos de estabilización en el mercado, su descenso será un proceso lento y progresivo. Con una cosecha significativamente mejor en marcha y una demanda internacional que sigue siendo fuerte, el sector afronta el complejo desafío de trasladar estas reducciones al consumidor final. Este ajuste se deberá hacer sin comprometer la viabilidad económica de los productores, quienes enfrentan costes de producción elevados y márgenes de beneficio ajustados. Lograr un equilibrio sostenible entre precios justos para los consumidores y condiciones adecuadas para los agricultores será clave para garantizar la estabilidad del mercado a largo plazo.

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