¿Cómo funciona el sistema de pensiones?
En los últimos tiempos, algunos economistas han advertido de la necesidad de cambiar el funcionamiento del sistema de pensiones. Durante los años de bonanza se consiguió acumular una hucha de más de 66.000 millones de euros.
Ahora bien, de todo este dinero, ahora mismo, queda poco. Es más: ha sido necesario pedir un crédito para poder sufragar el importe de las pagas extra de verano y navidad. Ello ha sido consecuencia de unos gastos que han sido superiores a los ingresos que empresas y trabajadores realizan a la Seguridad Social. Los puntos que han desembocado a esta situación son los siguientes:
- Alta tasa de paro: cuanta menos gente trabaje menores serán las aportaciones que tanto trabajadores como empresas realicen a la Seguridad Social.
- Empleos precarios: si los sueldos que cobran los trabajadores son, de media, inferiores y los contratos de una duración menor (hasta el 90% de los contratos en la actualidad son temporales), las cotizaciones no serán tan altas.
- Incremento de la esperanza de vida: si la población vive durante más años, durante más tiempo habrá que pagar la pensión.
- Prejubilaciones: toda medida que implique reducir la cantidad de trabajadores que aportan e incrementan el contingente a cubrir mediante pensiones implica una tensión en el sistema.
¿Cómo funciona el sistema de pensiones?
El actual modelo de pensiones se basa en un principio llamado de solidaridad intergeneracional. A partir de las cotizaciones de los trabajadores y empresas, se pagan las pensiones de los jubilados de hoy. Ello se hace a partir de la consideración que los trabajadores del mañana sufragarán las pensiones de los jubilados de entonces (y que actualmente están trabajando).
Por lo tanto, a diferencia de lo que alguien piensa, no es que haya una “bolsa” con las cotizaciones que cada uno ha realizado durante su vida laboral y que, al llegar a la jubilación, se extrae el dinero de allí. Se puede dar la situación, pues, de haber estado cotizando durante toda la vida pero que, al llegar la jubilación, en caso de quiebra del sistema, no se cobre o el importe resultante sea menor del esperado.
¿Qué soluciones se proponen?
Actualmente, el incremento máximo de las pensiones se ha estipulado en un 0,25%. Por lo tanto, si la inflación sube a un porcentaje mayor (como así está siendo), existe una pérdida de poder adquisitivo. Algunas de las soluciones propuestas son las siguientes:
- Alargar la edad de jubilación: si se trabaja durante más años, se estará cotizando durante más tiempo y no se empezará a percibir la renta de la pensión hasta más tarde. Del mismo modo, se está estudiando la prohibición de las prejubilaciones. La contrapartida es que dificulta la entrada de nuevas personas en el mercado laboral.
- Crear un impuesto para pagar las pensiones: dado que los ingresos por Seguridad Social no son suficientes para llegar al gasto total necesario, se paga la diferencia mediante un impuesto. El punto negativo de esta medida es que disminuye la capacidad de gasto de la población y ello puede repercutir en el beneficio empresarial y la ocupación.
- Facilitar un sistema mixto con participación privada: es una propuesta que se aplica a otros países. De esta forma, se descarga de responsabilidad al sector público. La discusión se encuentra alrededor de cómo se realiza la gestión. Por ejemplo, solamente dos de cada diez planes de pensiones privados ofrecen una rentabilidad superior al encarecimiento del coste de la vida.