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En España, el Impuesto de Sucesiones ha sido durante años uno de los tributos más controvertidos, generando numerosas críticas por la carga que supone para las familias al heredar bienes de sus seres queridos. Sin embargo, gracias a las reformas aplicadas por varias comunidades autónomas y las bonificaciones que se implementarán en 2025, este impuesto está a punto de transformarse en un tema del pasado para muchos herederos directos. Con estas nuevas medidas, la mayoría de las familias ya no tendrán que preocuparse por renunciar a herencias por no poder asumir los costes asociados.
Este cambio es significativo, ya que tradicionalmente el impuesto era tan elevado en algunas regiones que obligaba a los herederos a vender parte de su patrimonio o, incluso, a renunciar por completo a su herencia. Ahora, la tendencia es hacia una bonificación casi total para hijos, padres y cónyuges, lo que permite preservar los bienes familiares sin que la carga fiscal sea un obstáculo. Con estas modificaciones, muchas familias que antes se enfrentaban a una situación económica complicada tras el fallecimiento de un ser querido, ahora podrán heredar de manera más sencilla. A continuación, analizamos qué implica el Impuesto de Sucesiones, cuáles son las comunidades autónomas más beneficiadas y qué cambios traerá el año 2025.
¿Qué es el Impuesto de Sucesiones?
El Impuesto de Sucesiones grava la transmisión de bienes y derechos entre familiares tras el fallecimiento de una persona. Este tributo, gestionado por las comunidades autónomas, varía considerablemente dependiendo de la región y de factores como la cuantía de la herencia, el grado de parentesco y la situación económica del heredero. En esencia, cuanto mayor es el patrimonio heredado, mayor es la cuota a pagar.
El tipo impositivo oscila entre el 7,65% y el 34%, al que se le aplican las bonificaciones establecidas por cada comunidad. Por ejemplo, un cónyuge que herede una vivienda en una región con exenciones significativas podría no pagar nada, mientras que en otras regiones con menos beneficios fiscales, la cuantía podría ser considerablemente alta. Esto ha llevado a una gran desigualdad territorial en el tratamiento de las herencias.
¿Qué cambios traerá el 2025 en el Impuesto de Sucesiones?
A partir de 2025, muchas comunidades autónomas han anunciado bonificaciones cercanas al 99% para herederos directos, como hijos, padres y cónyuges. En la práctica, esto significa que, salvo excepciones, la mayoría de las herencias quedarán exentas del impuesto. Entre las comunidades que ya han adoptado o adoptarán estas medidas destacan:
- Madrid: ofrece una bonificación del 99% desde hace años para descendientes, ascendientes y cónyuges, lo que prácticamente elimina el impuesto.
- Galicia: las herencias de hasta un millón de euros para familiares directos están completamente exentas desde 2020.
- Andalucía: ha reducido este tributo al mínimo, beneficiando especialmente a las familias con bienes de mediana cuantía.
- Canarias: desde 2023, las bonificaciones alcanzan el 99,9%, lo que hace que el impuesto sea prácticamente inexistente.
- Murcia y Castilla y León: también han implementado bonificaciones significativas, garantizando que las herencias para familiares directos sean casi simbólicas.
Estas reformas tienen como objetivo aliviar la carga económica de las familias y fomentar la cohesión familiar, al permitir que los bienes heredados permanezcan en manos de los herederos.
¿Qué comunidades aplican las mayores bonificaciones?
En el mapa fiscal español, algunas regiones destacan por haber eliminado prácticamente el Impuesto de Sucesiones. Estas comunidades han liderado el cambio hacia una fiscalidad más justa para los herederos directos:
- País Vasco: las herencias de hasta 400.000 euros están exentas para descendientes, ascendientes y parejas de hecho.
- Baleares: desde 2022, las herencias entre familiares directos cuentan con una bonificación del 100%.
- La Rioja y Extremadura: se han unido a las regiones que aplican un 99% de bonificación, permitiendo heredar sin apenas coste fiscal.
Por otro lado, comunidades como Cataluña y Aragón mantienen bonificaciones más limitadas. En Cataluña, por ejemplo, las herencias entre cónyuges y descendientes menores de 21 años están exentas solo hasta los 100.000 euros, mientras que en Aragón la bonificación es del 65% para herencias que no superen los 100.000 euros.
¿Qué significa esto para las familias?
Para muchas familias, la eliminación del Impuesto de Sucesiones representa un alivio económico sin precedentes. Antes, la necesidad de pagar en efectivo este tributo llevaba a situaciones extremas, como la venta forzada de propiedades o la renuncia a herencias debido a la falta de recursos. Con las nuevas medidas, los herederos podrán conservar el patrimonio familiar sin preocuparse por el impacto fiscal.
Además, estas reformas fomentan la estabilidad financiera de los hogares, permitiendo que los bienes heredados permanezcan en la familia, ya sea en forma de viviendas, negocios o ahorros. Este cambio también reduce la desigualdad territorial, ya que antes algunas comunidades soportaban una carga fiscal mucho mayor que otras.
Críticas y perspectivas futuras
A pesar de los beneficios evidentes, no todos están de acuerdo con estas exenciones. Algunos expertos señalan que la eliminación del Impuesto de Sucesiones podría favorecer a los grandes patrimonios, dejando de recaudar fondos que podrían destinarse a servicios públicos esenciales. Sin embargo, el consenso general parece inclinarse hacia la idea de que estas medidas alivian a las clases medias, que eran las más afectadas por este tributo.
En el futuro, se espera que más comunidades sigan el ejemplo de Madrid, Galicia y Andalucía, consolidando una tendencia hacia la eliminación casi total de este impuesto. Para las familias, esto significa heredar con mayor tranquilidad y conservar el legado de sus seres queridos sin obstáculos fiscales innecesarios.