Crisis del coronavirus

Fedea critica el plan de ayudas directas de Sánchez y pide más medidas para evitar quiebras

mascarilla en interiores
Pedro Sánchez, en el Congreso de los Diputados.

El plan de ayudas de 11.000 millones aprobado por el Gobierno de Pedro Sánchez en marzo no termina de convencer a Fedea. La Fundación de Estudios de Economía Aplicada cree que el diseño del plan y alguna de sus condiciones son poco acertadas, por lo que pide que se pongan en marcha más medidas para evitar futuras quiebras de empresas.

En un informe, Fedea critica que las medidas adoptadas por el Gobierno español durante la crisis del coronavirus son similares a las del resto de países aunque «con una excepción llamativa»: la ausencia de subvenciones o ayudas directas hasta muy entrada la crisis. Junto a esta tardanza, Fedea -que defiende la intervención pública para hacer frente a las consecuencias económicas de la crisis- señala «algunas disfunciones» del plan aprobado por el Gobierno, especialmente en los 7.000 millones destinados a ayudas directas.

Por un lado, critica que las ayudas no tengan carácter retornable y no haya «un intento convincente de filtrar a los solicitantes por viabilidad». «Estaríamos más bien ante indemnizaciones de carácter compensatorio, que irían en parte a empresas inviables o que sobrevivirían sin ellas, elevando así el coste del programa», añade el informe.

Por otro, considera que la equidad del reparto de las ayudas se resiente «ante la exclusión arbitraria de ciertos tipos de beneficiarios potenciales» como los que ya han tenido que cerrar sus negocios y los que «sin estar adscritos a los sectores beneficiarios forman parte de su cadena de valor y han sufrido descensos equiparables de facturación».

Además, subrayan, los efectos sobre los incentivos de las administraciones implicadas «serán escasos o nulos» puesto que las ayudas se conceden a posteriori y su coste corre enteramente a cargo de la Administración Central «pese a ser las comunidades las administraciones responsables de la gestión de la pandemia desde el pasado otoño».

El informe, que sí ve más acertado el diseño del fondo de 3.000 millones para reestructuraciones de los créditos ICO, plantea y desarrolla tres tipos de medidas que «podrían mitigar los efectos de la actual crisis».

La primera es promover e incentivar la recapitalización de las empresas a través de mecanismos de mercado; la segunda es la entrega de ayudas directas a las empresas para cubrir parte de sus costes fijos; y la tercera, la mejora de los mecanismos concursales, y especialmente preconcursales, para favorecer la reestructuración de las empresas viables y la rápida liquidación de las que no lo son.

En el primer punto, y para facilitar o incentivar las operaciones privadas de recapitalización, Fedea pide racionalizar los incentivos fiscales, reducir los costes de transacción y eliminar obstáculos administrativos.

En la parte de ayudas públicas, el informe plantea dar, por un lado, ayudas retornables, posiblemente con un recargo, destinadas solo a aquellos solicitantes que superen un filtro de viabilidad; y por otro, ayudas no retornables a las empresas y autónomos más perjudicados por la pandemia con independencia de su viabilidad futura.

También pide que su coste se financie al menos en parte por la administración responsable de establecer tales restricciones y de hacer cumplir las normas sanitarias relevantes, en dirección contraria a lo establecido por el Gobierno.

Junto a esto, insisten en la necesidad de agilizar y mejorar el funcionamiento de los procedimientos concursales y preconcursales.

Todas estas medidas, concluyen, deben ponerse en marcha cuanto antes dado el «elevado riesgo» de que la pandemia pueda llevar a una situación de insolvencia y posiblemente al cierre a un número elevado de empresas viables a largo plazo que, de sobrevivir a la crisis, volverían a dar beneficios una vez se recuperase una cierta normalidad.

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