¿Por qué Facebook es mejor que Twitter?
Las redes sociales han cambiado el mundo. Un mundo en el que la información ha pasado a ser uno de los ‘bienes’ más preciados por las grandes multinacionales, y en el que la red social que domine Internet se puede llevar el gato al agua. En este contexto, el líder por usuarios sigue siendo Facebook, con 1.860 millones en todo el mundo.
A la compañía de Mark Zuckerberg, que se mantiene líder en gran medida gracias a su nuevo sistema de vídeos, le siguen, por este orden, Youtube, Instagram, LinkedIn y, ya en quinto lugar, Twitter, que, según los expertos, no está sabiendo adaptarse a las nuevas exigencias de los usuarios.
Twitter ya ha comenzado a decaer, y cuenta con cinco veces menos usuarios que Facebook, lo que ya anticipa que la gente prefiere, de largo, la red fundada por Zuckerberg. Y es que, pese a que la mayoría de redes sociales han visto cómo aumentaban su número de usuarios, el ‘pajarito azul’ cada vez pía menos.
En Bolsa: Facebook gana, Twitter pierde
Dani Galindo, analista independiente, reconoce que, aunque las dos empresas son muy conocidas y utilizadas por los usuarios, ambas tienen un breve historial bursátil: “Facebook empezó a cotizar en el NASDAQ en Mayo de 2011 y Twitter unos meses después en Noviembre de 2013. Su comportamiento bursátil y empresarial ha sido totalmente opuesto. Mientras Facebook acumula una subida del 250% y capitaliza unos 385.000 millones de dólares, Twitter acumula una caída del 60% y apenas alcanza los 12.500 millones de capitalización”.
La gran diferencia que ven los expertos entre una y otra red es la gestión. “Facebook al detectar que su crecimiento a nivel de usuarios puede ir limitándose, ha optado por una política de crecimiento vía adquisiciones para mi entender muy acertadas. La prueba son los excelentes resultados presentados de 2016, con un crecimiento en ventas del 54% y en resultados del 177%, superando los 10.200 millones de dólares de beneficios, y con un buen crecimiento de la cifra de usuarios activos”, señala Galindo.
“Twitter, todo lo contrario. Es incapaz de generar beneficios, quizás no ha sabido gestionar los ingresos publicitarios como sí lo ha hecho Facebook. Ni siquiera el empuje de Trump, que es uno de sus usuarios más activos, parece que hará cambiar el rumbo de la empresa. Eso sí, se ha convertido en una empresa muy atractiva para sus competidores por sus más de 316 millones de usuarios activos. No descarto que sea comprada por Google o incluso por el propio Facebook”, concluye Galindo.
Antonio Sales, analista de XTB, explica, en primer lugar, que “las dos trabajan en un segmento bastante similar». Al fin y al cabo, «tanto en una como en otra lo que vale es la cantidad y calidad de información que acumulan de sus usuarios”. Pero Sales también se decanta por Facebook por su poder de alcance: “Tiene más miembros que Twitter y, por tanto, más información relevante de ellos. Además, están constantemente incorporando nuevos productos, como ahora, que quieren incorporar el videoclub online; pero sobre todo es el alcance y el volumen de información que es capaz de atesorar su mayor valor”.
Facebook, más rentable… y más seguro
La realidad bursátil dibuja una cirrosis de contenidos en las vísceras de Twitter. Es un lastre de 140 caracteres que pinta de inmediatez un amasijo de bots, trolls y demás valientes que visten antifaz, ego y chulería, en su mayoría, avatares contagiados de fascismo ideológico. Es un libertinaje vestido, como todos, de nicho ecológico de libertad. Si se extrapola a la seguridad, cierto es que el pajarito ha intentado implementar todas las medidas posibles para cerrar esa sangría… sin éxito.
Twitter es el dinamismo, el microblogging, una red de contenidos que se esconde tras el gigantismo social de Facebook. Un arma poderosa para el periodismo, de doble filo, que combina grotescamente la información de última hora con su antagonista: la manipulación de contenidos. Muertes que nunca acaecieron, tuits falsos de famosos circulando en imágenes, pensamientos que bordean lo legal…
Facebook no es la panacea de seguridad. El escándalo de 2013 todavía colea: millones de usuarios son vigilados por agencias de inteligencia. Una existencia incómoda que siempre merodea por este tipo de ecosistemas: la protección de datos. Qué le pregunten a Whatsapp… Eso sí, la regulación, control de contenido falso y trolls es ostensiblemente superior a su competidor intelectual.
Su target de empresas y usuarios domésticos es heterogéneamente una delicia. Dos mundos paralelos a nivel publicitario y de innovación: Twitter se hunde en un equilibrio precario de creación; Facebook crece en su reinvención incesante. Controlar las redes sociales es imposible, un ejercicio irresponsable de seguridad, pero, como en la democracia, Facebook es el menos malo de estos sistemas.